Desde que se inició el conflicto, el 2 de agosto de 1990, en Oriento Medio entre Irak y Kuwait, el CICR recordó a todas las partes sus obligaciones dimanantes de los Convenios de Ginebra de 1949, de los que son signatarios (véase RICR, nº 101, septiembre-octubre de 1990, p. 482).
En otoño de 1990, mientras esperaba que se hallara una solución pacífica, el CICR ya tomó medidas preparatorias, tanto en el plano diplomático como en el operacional, en Ginebra y en la zona afectada.
El 17 de enero de 1991, el CICR dirigió una nota verbal a las partes implicadas, a fin de recordarles los principios y normas de derecho internacional humanitario, ofrecer sus servicios con miras a prestar protección y asistencia a las víctimas del conflicto y actuar en el ámbito humanitario como intermediario neutral entre los beligerantes. Este ofrecimiento de servicios fue recibido favorablemente.