Si nos basamos en los manuales de teoría neoclásica tradicionales, en un sistema de mercado, el trabajo es un factor de producción de características similares a los demás productos. El libre juego de oferta y demanda lleva a un salario de equilibrio que depende de la tecnología utilizada, único factor exógeno al mercado de trabajo, que influye en la productividad y, por tanto, en la determinación del salario. La teoría neoclásica, no obstante, se ha sofisticado con la teoría de la formación de capital humano de G. S. Becker. La idea principal de esta teoría intenta explicar las diferencias salariales dentro del mercado de trabajo. Estas diferencias, siguiendo al mismo autor, obedecen a los niveles distintos de cualificación con que los trabajadores se incorporan al mercado de trabajo, niveles de cualificación que dependen, sobre todo, del tiempo invertido para adquirirlos. Las personas cualificadas renunciaron en su momento a la renta inmediata que les ofrecía el mercado de trabajo, en aras de un mayor ingreso futuro. El equilibrio se alcanza cuando los ingresos futuros compensan los sacrificios presentes.