La historia de los precios cuenta en España con abundantes aportaciones, pero, por lo general, se han centrado sobre todo en los precios de los productos alimenticios, obtenidos de mercuriales o, lo más frecuente, de cuentas de hospitales y conventos. Sin embargo, las series de precios de bienes manufacturados son escasas o no demasiado homogéneas. En contraste con otros países, conocemos mejor la evolución de la producción que los precios de la misma. Este problema se acentúa en el caso de una industria como la de la siderurgia tradicional vasca, en la que se obtenía hierro en múltiples pequeñas instalaciones, dispersas en los bosques a orillas de los ríos, donde trabajaban cuatro o cinco operarios. Sabemos que el empresario, el ferrón, solía llevar una contabilidad bastante minuciosa, sobre todo respecto a los inputs que consumía, pero tales fuentes no se han conservado. Además, con frecuencia, el ferrón fínanciaba las compras de bosque y minerál a través del Verlagssystem, con lo que el precio de venta del hierro que encontramos en las fuentes encubre el interés del préstamo, siendo difícil a veces poder precisar si los precios que aparecen en dicha documentación corresponden o no al precio del mercado.