El Instituto International de Derechos Humanos (Fundación René" Cassin) organiza, desde 1969, cursos sobre los derechos humanos. Este año, dicho curso tuvo lugar en la Universidad de Estrasburgo, del 5 al 30 de julio, habiéndose dedicado la última semana, como es costumbre, al derecho humanitario.

Mediante declaratión del 29 de abril de 1976, recibida por el Gobierno suizo el 21 de mayo de 1976, el Gobierno de la Repú blica Democrática de Sao­Tomé­y­Príncipe comunicó al Consejo Federal la adhesión de ese Estado a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. Esta declaración entrará en vigor el 21 de noviembre de 1976.

Como anunció la Revista International, en su número de mayo de 1975, el CICR concedeó la medalla Florence Nightingale—en su vigésima quinta asignación—a una enfermera filipina, la señorita Irene F. Francia, que la recibió en un acto celebrado en Manila durante la XI Asamblea nacional de la Cruz Roja de Filipinas, el 11 de diciembre del año pasado.

Cuando el señor Robert Oefeli, delegado honorario del CICR en aquel país, hubo enumerado los méritos de la señorita Francia y recordado la significación de la medalla, el señor Mamintal A. Tamono, presidente del Comité de Asuntos Internationales, se la impuso a la laureada y la felicitó en nombre de la Sociedad nacional.

Con el título CICR Bulletin, el Comité Internacional de la Cruz Roja edita, a partir de febrero, una publicatión que aparecerá el primer lunes de cada mes; se propone así, hacer el relevo de El CICR en acción, cuyo último número se publicó en enero. El nuevo boletin es, sin embargo, diferente, pues no se limita a referir las actividades humanitarias del CICR, y no tiene carácter oficial.

Es conocida la importancia de las acetones de socorro emprendidas por el CICR. Las cifras publicadas en la Revista International, lo atestiguan. Hemos creído interesante, pues, publicar un texto del jefe de la División de Socorros del CICR, señor Franck Schmidt, quien evoca, en general, los problemas que origina el incremento de esas actividades.

Inspirándose en el tema del Día Mundial de 1976, « La Cruz Roja es joven », numerosas Sociedades nacionales trazaron, para el 8 de mayo, programas nacionales que comprendían diversos actos conmemorativos y manifestaciones destinados a mostrar que la Cruz Roja está viva como nunca y que necesita unir, en torno a su signo, los impulsos de buena voluntad y las acciones de ayuda mutua en cada país. La publicatión de la Liga, que resume las noticias procedentes de 52 Sociedades nacionales, es una prueba de ello. Los servicios de cada Sociedad fueron movilizados en esta oportunidad. A guisa de ejemplo basta citar: los paracaidistas, los grupos de salvamento, el personal de seguridad de la Cruz Roja de la Juventud y las brigadas de socorristas en España que fueron los protagonistas de un programa que se desarrolló durante toda la Jornada y permitió dar a conocer al público los métodos de socorro en casos de desastre.

Como cada año, el Comité Internacional ha publicado una obra en la cual se recapitulan las tareas desempeñadas por la institution. Sin embargo, el presente Informe de actividad 1975 tiene una forma muy nueva. Aunque sólo contiene 71 páginas, su formato es distinto y viene más ampliamente ilustrado.

Las rúbricas son las siguientes: Operaciones — Agencia Central de Informaciones — Doctrina y Derecho — Relaciones con las Instituciones de la Cruz Roja y con las Sociedades nacionales — Relaciones con los organismos internacionales — Personal — Informatión y relaciones públicas — Finanzas. En los capítulos breves y cuyo estilo es ágil, el Informe relata las numerosas actividades que despliega el CICR en los 5 continentes. De esa manera, pone de relieve el alcance y la diversidad de la obra, de las dificultades encontradas, de la urgencia de toma de decisiones y de las responsabilidades que debe asumir el Comité Internacional, cuyo presidente ha elaborado la Introducción. Citamos a continuatión algunas partes del mismo:

La Asamblea del Instituto Henry-Dunant se reunió, en su sede, el 19 de noviembre; designó como presidente, para el período que finalizará en mayo de 1976, al señor Hans-Peter Tschudi, miembro del CICR y antiguo consejero federal, que así sucede al señor Jean Pictet, nombrado director.

La Cruz Roja de Ghana organizó, el pasado mes de agosto, en Accra, un seminario sobre los Convenios de Ginebra. Deseamos señalar el interés de esa reunión patrocinada por el ministro de Asuntos Exteriores. Sus sesiones duraron un d ía entero y asistieron numerosos representantes de los ministerios de Asuntos Exteriores, del Interior, de Defensa y de Educatión, as í como de los Servicios de la polic ía y de prisiones, quienes siguieron las ponencias presentadas por eminentes personalidades de Ghana. Citaremos, entre las mismas, al señr juez Crabbe, que participó, en Ginebra, en los trabajos de las dos primeras reuniones de la Conferencia Diplom ática, al señor Craft Johnson, profesor de la Universidad de Logon, al se áor juez Ollennu, presidente de la Sociedad nacional, y a un médico del ejército de Ghana. Indiquemos que asistieron también un delegado de la Liga, cuya intervención tuvo por tema el cometido de las Sociedades en los pa íses en v ías de desarrollo, y. representantes de todas las secciones locales de la Cruz Roja.

El señor Jacques Chenevière, fallecido el 22 de abril pasado, fue un hombre que dedicó, durante más de medio siglo, muy gran parte de sus energías a la obra de la Cruz Roja. Lo atestiguan algunas fechas:

Ya en septiembre de 1914, respondiendo al llamamiento de Gustave Ador, fundó, con la señora Frick-Cramer, la Agencia Internacional de prisioneros de guerra. En noviembre de 1919, fue nombrado miembro del CICR al que continuó prestando servicios no poco de su tiempo. En 1939, al estallar la segunda guerra mundial, se le confió, una vez más, la dirección de la Agencía Central renaciente; condujo la « puesta a punto » de los diversos servicios y, cuando se sabe que la Agencia hizo, desde el comienzo hasta el final de la contienda, cuarenta millones de fichas, y que transmitió veinticinco millones de mensajes civiles, se comprende por qué el señor Jacques Chenevière hubo de entregarse sin reservas a una labor abrumadora que requería su permanente presencia.

La Comisión Paritaria encargada de la distribución de las rentas del Fondo de la Emperatriz Shôken se ha reunido en Ginebra el 12 de marzo de 1976. La Cruz Roja Japonesa estaba representada por el Excmo. Sr. Embajador Kiyohiko Tsurumi.

El ministro de Asuntos Exteriores de la República Socialista de Viet Nam declara, en carta fechada el 4 de julio de 1976 y dirigida al Consejo Federal suizo, que su Estado continiia, con las mismas reservas, la participatión de la República Democrática de Viet Nam y de la República de Viet Nam del Sur en los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la protectión de las víctimas de la guerra.

Por otra parte, el primer ministro de la República de Surinam declara, en carta fechada el 30 de septiembre de 1976 y dirigida al Consejo Federal suizo, que su Estado se considera obligado por los Convenios de Ginebra en virtud de su ratificatión anterior por los Países Bajos; con esta declaración, la República de Surinam se considera Parte en dichos Convenios desde el 25 de noviembre de 1975, fecha en que se independizó.

Como testimonio de profundá gratitud, el CICR acaba de distinguir al señor Hans Bachmann, recientemente nombrado miembro honorario, con su medalla de plata, que le fue impuesta, el 7 de abril pasado, en un acto íntimo, durante el cual el homenajeado, dando las gracias a sus colegas, dijo:

« A primeros del año 1942, el señor Carl-J. Burckhardt me aceptó en el Comité Internacional como aprendiz —ignorante de todo— y aquella fue una de las grandes oportunidades de mi vida. El aura de aquella personalidad tan excepcional, su calor cordial, su sentido de las verdaderas proporciones, su perspicacia para juzgar a los hombres y las cosas, todo se aunaba para crear esa imagen del maestro que nos guía durante toda la vida. La misión de la Cruz Roja, tal como él la concebía —la sencilla y eficaz asistencia a quien sufra— correspondía a lo más profundo de su ser.

La Comisión Permanente de la Cruz Roja Internacional celebró sesiñn ordinaria, el 11 de junio de 1976, en la sede del CICR en Ginebra, bajo la presidencia de Sir Geoffrey Newman-Morris. Estuvieron presentes el señor Aitken (Canadá) y Sir Evelyn Shuckburgh (Reino Unido). La señora A. F. Issa-el-Khoury, presidenta de la Cruz Roja Libanesa, no pudo viajar debido a los acontecimientos. La Dra. N. V. Troyan (URSS) fue reemplazada por el Dr. Danilov, vicepresidente del Comité Ejecutivo de la Alianza de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja de la URSS. Los señores E. Martin y R. Gallopin representaron al CICR, mientras que la Liga fue representada por el señor J. Barroso y Shri G. Ranganathan. El sefior Alexandre Hay, presidente electo del CICR y el señor Henrik Beer, secretario general de la Liga asistieron también a la sesión, a la que habían sido invitados de igual modo el general­coronel Mihai Burca, presidente de la Cruz Roja Rumana y el señor Stelian Ciuta, jefe del Departamento de Relaciones Exteriores de esa Sociedad.

La Asamblea y el Consejo del Instituto Henry-Dunant se reunieron conjuntamente, el 5 de julio pasado, bajo la nueva presidencia del señor Walter Bargatzky, presidente de la Cruz Roja Alemana en la República Federal de Alemania, quien asume ese cargo por dos años, como representante de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja.

Tras haber pasado revista a las actividades del Instituto desde su última reunión, la Asamblea aprobó las líneas generales del programa de actión del Instituto para el futuro, en especial sobre la base de los encargos recibidos de las tres organizaciones miembros: el Comité International, la Liga y la Cruz Roja Suiza. Esas nuevas actividades se llevarán a cabo en ámbitos tales como los relativos a los principios que rigen el movimiento, al emblema de la Cruz Roja, a la cuestión de la paz y a la promoción del buen nombre de la Cruz Roja.

Se celebró esa conferencia regional del 4 al 8 de abril pasado, en Damasco. La organizó la Media Luna Roja de la República Árabe Siria. Presidida por el profesor Ahmed Chawkat Chatti, presidente de esa Sociedad nacional, congregó a delegados de las Sociedades nacionales de los siguientes países: Arabia Saudita, Argelia, Bahrein, Egipto, Emiratos Árabes, Jordania, Kuweit, Líbano, Libia, Marruecos, Mauritania, Siria, Sudán, Túnez, República Árabe del Yemen, República Popular y Democrática del Yemen. Asistieron a la reunión representantes de la « Media Luna Roja Palestina » y de la Secretaría Permanente de las Sociedades nacionales árabes. Representaron a la Liga y al CICR, respectivamente, una delegación dirigida por el señor H. Beer, secretario general, y el señor M. Naville, miembro y expresidente, acompañado por varios colaboradores de la institución. El Instituto Henry-Dunant, en ausencia de su director, señor J. Pictet, ocupado en Ginebra, envió al señor P. Gaillard, consejero en el CICR.

El CICR edita la versión árabe del libro titulado Los principios de la Cruz Roja, cuya editión original data de 1955 y que ha sido traducida a los idiomas inglés, espafñol, alemán y japonés. Obra fundamental que conviene no sólo leer, sino también meditar, según Max Huber, que la prologó. Su autor, el señor Jean Pictet, es vicepresidente del CICR, director del Instituto Henry-Dunant y profesor adjunto en la Universidad de Ginebra.

Con este título publico la Revista International, en su n 00F3;mero de octubre pasado, un artículo acerca del grave problema que plantea hoy, seg ón Ios términos de una resoluci ón aprobada por la XXVIII Asamblea Mundial de la Salud, « la creciente amplitud de las actividades de empresas privadas que intentan comerxializar, en Ios países en vías de desarrollo, la colecta de sangre y la plasmaféresis ». Ahora bien, elboletín Transfusi ón (N óm. 5), que publica la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, evoca, en las líneas siguientes, iniciativas que recientemente han suscitado preocupaciones.

El Conde Maurice de Madre, ciudadano francés, murió el 25 de diciembre de 1970. En su testamento, confirmó las generosas intenciones que manifestó para con la Cruz Roja durante largos años. En 1953, el señor de Madre conoció al señor Paul Ruegger, entonces presidente del CICR. Tanto con éste, como con su sucesor, el señor Léopold Boissier, y con otros miembros del Comité Internacional y de la Directión, el Conde de Madre se había referido, en el transcurso de numerosas conversaciones, a su deseo de que la Cruz Roja se beneficiase de una parte de sus bienes.

Como se anunció en el número de enero de 1973 de la Revue Internacionale, el CICR y la Liga de Sociedades de la Cruz Roja —respondiendo al deseo expresado por la Comisión Permanente de la Cruz Roja Internacional— habían formado un Comité conjunto encargado de reevaluar el cometido actual y futuro de la Cruz Roja en el mundo. Ahora bien, en carta remitida, el 10 de septiembre de 1975, a todas las Sociedades nacionales, el Presidente del CICR y el Presidente del Consejo de Gobernadores de la Liga les informaron que tal proyecto ya se ha realizado.