«El trabajo voluntario, que deja de ser, cada día más, una actividad emprendida por una minoría en beneficio de la mayoría, se ha ido convirtiendo en el medio natural mediante el cual la mayoría de los ciudadanos participa en la vida de la comunidad, sea integrando grupos de presión, sea influyendo directamente en las condiciones ambientales o por otros medios».

Esta definición, que figura en un informe del Gobierno británico presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (Estocolmo, junio de 1972), resume bien el sentido y la importancia del trabajo voluntario en la sociedad actual, así como la evolución del concepto de servicio voluntario.

Aunque el trabajo voluntario, principio fundamental de acción social, se basa aún principalmente en la idea de servir, en el compromiso libremente aceptado, implica una adhesión que entraña obligaciones de las cuales el voluntario no puede desentenderse.

Cuando se trata de explicar, con términos sencillos, qué es la Cruz Roja, se la define, a menudo, de tres maneras: es un emblema, un símbolo protector o descriptivo de un movimiento; es una organización mundial, integrada por 230 millones de miembros, casi todos voluntarios, agrupados en 126 Sociedades nacionales; es, también, un ideal, en que se inspira una acción tendente a hacer que ese ideal sea realidad y que se base sobre un firme fe en una solidaridad humana global y activa en la lucha contra el sufrimiento.

En todas esas definiciones hay un elemento esencialísimo: el ser humano: hombres, mujeres y niños protegidos por el emblema, que participan activamente en la acción de la organización o que creen en su ideal. Por lo tanto, es normal que entre los principios fundamentales de la Cruz Roja haya une frase en la que se declara que la Cruz Roja es una organización voluntaria y desinteresada.

«Tutti fratelli» (¡ todos hermanos !) proferían con emoción las mujeres de Castiglione cuando asistían con Henry Dunant a los heridos en la batalla de Solferino. Con ese grito del alma, testimonio de solidaridad humana ante el desamparo, y de asistencia voluntaria al hombre que sufre, nació un movimiento, llamado la Cruz Roja, que ha alcanzado un desarrollo considerable al hilo de los años.

Por más admirable que fuera la entrega de los voluntarios de Lombardía que prestaron asistencia a los soldados heridos, no podía equipararse a la magnitud de las necesidades.

Es ése uno de los grandes progesos que el pensamiento moderno ha realizado. Hoy, como escribió Louis Pasteur: no se dice a un desdichado: ¿ cuál es tu paás, cual es tu religión ?, sino: sufres, me perteneces y yo te aliviaré.

Tras las tristes experiencias de la Segunda Guerra Mundial, se consideró que era necesario condenar expresamente las otras distinciones arbitrarias, además de la nacionalidad, Así, en la Proclamación se excluyen las distinciones de nacionalidad, raza, religión, condición social o credo político. Se habrían podido prohibir también las distinciones fundadas en cualquier otro criterio análogo como se hace en los Convenios de Ginebra, pues, por supuesto, la lista no es limitativa; da los ejemplos más salientes.

¿ En qué aspectos está llamada la Cruz Roja a combatir la discriminación ? En los aspectos que la conciernen y, en primer lugar, en su acción material, es decir, cuando presta asistencia o distribuye socorros.

La Asamblea del CICR nombró, en su reunión del pasado 13 de septiembre, como miembro del Consejo Ejecutivo, al señor Rudolf Jäckli, que fue elegido, el 1 de marzo de 1979, miembro de la Asamblea.

El CICR se congratula de que su Consejo Ejecutivo pueda beneficiarse de la presencia y de la rica experiencia del señor Jäckli.

Con el señor Jäckli, son seis los miembros que integran el Consejo Ejecutivo.

Los siguientes Estados depositaron ante el Gobierno suizo los correspondientes instrumentos de ratificación de los dos Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949:

De conformidad con sus disposiciones, los Protocolos entrarán en vigor, para la República del Níger, el 8 de diciembre de 1979, para la República Federativa Socialista de Yugoslavia, el 11 de diciembre de 1979, para Túnez, el 9 de febrero de 1980, y para Suecia, el 29 de febrero de 1980, es decir, seis meses despuús del depósito de los respectivos instrumentos de ratificación.

El instrumento de ratificación de la República Federativa Socialista de Yugoslavia contiene la siguiente declaración:

«La República Federativa Socialista de Yugoslavia declara que las disposiciones concernientes a la ocupación en el Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I) se aplicarán habida cuenta del artículo 238 de la Constitución de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, en el que se estipula que nadie tendrá derecho a reconocer o firmar un acta de capitulación, ni a aceptar o reconocer la ocupación de la República Socialista de Yugoslavia o de cualesquiera de sus partes constitutivas».

El 23 de mayo de 1979, la República de Botswana depositó ante el Gobierno suizo los correspondientes instrumentos de adhesión a los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949.

Así, los Protocolos entrarán en vigor, para la República de Botswana, el 23 de noviembre de 1979, es decir, seis meses después del depósito de los instrumentos de adhesión.

El 1 de junio de 1979, la República de Chipre depositó ante el Gobierno suizo el correspondiente instrumento de ratificación del Protocolo I.

De conformidad con las disposiciones de ese Protocolo, el mismo entrará en vigor, para la República de Chipre, el 1 de diciembre de 1979, es decir, seis meses despúes del depósito del instrumento de ratificación.

Como puede leerse en la Revista Internacional de noviembrediciembre de 1978, el CICR emprendió, en octubre de 1978, una campana de información en África austral. Esa experiencia piloto, que continúa en la actualidad, se realiza a partir de dos bases fijas, Lusaka y Salisbury. Su objetivo es dar a conocer y comprender, a la escala más amplia posible, el emblema de la Cruz Roja sobre fondo bianco y su significación, para, en especial, crear las condiciones capaces de aumentar la seguridad del personal de la Cruz Roja en las regiones en que las operaciones militares hacen que corra grandes riesgos.

Para ello, la División de Prensa e Información del CICR en Ginebra y sus delegados sobre el terreno ponen por obra diversos medios de información y de promoción: impresos (dibujos animados, boletín «Red Cross in Action», artículos y anuncios en la prensa); programas audiovisuales (emisiones semanales de radio, películas, conferencias, exposiciones, carteles); artículos promocionales (tazas, T-shirts, cuadernos, lápices, pegatinas).

La XI Conferencia Interamericana de la Cruz Roja se celebró, del 3 al 8 de junio de 1979, en Río de Janeiro. Fue organizada por la Cruz Roja Brasileñia con la colaboración de la Liga. Participaron representantes de veinticuatro Sociedades nacionales de la Cruz Roja de las Américas: en general, el respectivo presidente o miembros del correspondiente Comité Central.

El C1CR y la Liga también enviaron delegaciones dirigidas, respectivamente, por el señor A. Hay, presidente del CICR, y por los señores A. Adefarasin y H. Beer, presidente y secretario general de la Liga.

Los trabajos de la Conferencia se agruparon en diferentes capítulos: Asuntos Generales, Relaciones Públicas, Información y Colecta de Fondos, Salud y Asuntos Sociales, Juventud, Socorros.

La XI Conferencia de las Sociedades árabes de la Media Luna Roja y de la Cruz Roja tuvo lugar, del 2 al 6 de julio pasado, en Mogadiscio. La Media Luna Roja Somalí era huésped de la Conferencia a la cual, con la Secretaría General de las Cruces y Medias Lunas Rojas árabes, dirigida por el señor A. M. Ashi, secretario general, asistieron representantes de las Sociedades nacionales árabes de África del Norte y del Cercano Oriente.

Dirigió la Delegación de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja el señor H. Beer, secretario general, y la del CICR el señor J. Moreillon, director del Departamento de Doctrina y Derecho. El señor P. Gaillard representó al Instituto Henry-Dunant.

Tras el discurso de apertura, pronunciado por el señor A. M. Ashi, se escuchó con mucha atención el informe sobre las actividades del CICR.

En su número de agosto-septiembre de 1977, la Revista International de la Cruz Roja publicó el texto de los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra de 1949.

Poco después, el mismo año, el texto publicado por la Revista se editó en volúmenes por separado.

Hay, en esas ediciones, cierto número de errores de imprenta cuya lista se transcribe a continuación. Queremos puntualizar que la misma sólo concierne a las ediciones del CICR.