En un acto celebrado el 8 de mayo en Ginebra, en el Aula Magna de la Universidad, se conmemoró el CL aniversario del nacimiento de Henry Dunant.

El presidente del CICR, señor Alexandre Hay, el presidente de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, señor J. A. Adefarasin, el presidente de la Cruz Roja Suiza, señor Hans Haug, pronunciaron, cada uno, destacados discursos. Las autoridades de Suiza, del cantón y de la ciudad de Ginebra estuvieron representadas en el acto por los señores P. Aubert, consejero federal, W. Donzé, presidente del Consejo de Estado de Ginebra, y C. Ketterer, alcade de Ginebra, que tambien tomaron la palabra.

La Revista International reproduce aquí algunos pasajes de esas alocuciones, que se publicarán completas en separata.

Con motivo del CL aniversario del nacimiento de Henry Dunant, primer laureado con el Premio Nóbel de la Paz en 1901, el CICR organizó, los días 27 y 28 de abril, con la colaboración de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, una Mesa Redonda sobre la paz.

Presidida por el príncipe Sadruddin Aga Khan, ex Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, reunió a representantes de las nueve instituciones que han recibido el Premio Nóbel de la Paz: el Instituto de Derecho Internacional (1904), la Oficina International de la Paz (1910), la Sociedad de los Amigos (Cuáqueros) (1943), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (1954), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (1965), la Organización Internacional del Trabajo (1969), Amnesty International (1977), la Liga de Sociedades de la Cruz Roja (1963) y el Comité Internacional de la Cruz Roja (1917, 1944 y 1963). Tres periodistas, representantes de tres grandes corrientes de pensamiento en el mundo, participaron, asimismo, en la Mesa Redonda: señores Vikenti Matveev (URSS), Pierre Salinger (EE.UU.) y Tarzie Vittachi (Sri Lanka).

Las fotografías de Henry Dunant son escasas. En un artículo publicado en 1959, el señor Bernard Gagnebin calcula que habia siete, mientras que la señora Daisy Mercanton cuenta once en 1971, y añadia un retrato pintado en esmalte por Charles Dunant. La mayor parte de esta iconografia concierne, por otra parte, a la vejez en Heiden, pues tres fotografías datan del 12 de agosto de 1895, dos de 1901 y una última de 1908. Es decir que no son muchos los retratos de los años de juventud y de prosperidad. En realidad, sin contar el retrato recientemente descubierto por el Instituto Henry-Dunant, dos fotografñas datan de la época de la fundación de la Cruz Roja, dos más de 1855 —cuando Dunant tenía 27 años— y sólo una de 1850 aproximadamente, en la que Dunant está junto a Jean-Gabriel Eynard y a su mujer.

La recapitulación de esta información es útil como introducción del documento, también de 1850, que publicamos en esta Revista.

La Revista International de la Cruz Roja se complace en presentar a sus lectores un artículo sobre el doctor Théodore Maunoir, uno de los cinco fundadores de la Cruz Roja, sobre quien se sabe y se ha escrito muy poco.

El autor de este artículo es el señor Roger Durand, presidente de la Sociedad Henry-Dunant en Ginebra, y fue publicado recientemente en « Gesnerus, revista trimestrial de la Sociedad Suiza de Historia de la Medicina y de las Ciencias Naturales », vol. 34, fasc. 1/2, págs. 139 a 155, Editions Sauerlânder, Aarau 1977. Reproducimos el artículo con el asentimiento del autor, de la redacción de la revista Gesnerus, y de Editions Sauerlânder, que agradecemos.

Acerca de la asistencia en casos de catástrofe natural, se hacen, en el Informe sobre la Reevaluación del Cometido de la Cruz Roja (Informe Tansley), varias propuestas generales, y otras de indole más específica; todas han sido objeto de un detenido examen por parte de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja, cuyas reflexiones se publican a continuatión.

La protección de las víctimas de conflictos armados es el objeto de los Convenios de Ginebra, a los que se añadieron, en 1977, importantísimas definiciones, que figuran en sus Protocolos adicionales.

No se ha reglamentado, hasta el presente, la protección de las víctimas de catástrofes, naturales u otras, en textos internacionales que obliguen a los Gobiernos. Es cierto que se han hecho, con resultados diversos, numerosos intentos para organizar y coordinar los socorros en caso de desastre, pero sólo a la legislatión nacional incumbe la situation de los individuos confrontados con su desgracia.

Tenemos el honor de comunicarles, a continuación, el texto del llamamiento que el Comité International de la Cruz Roja dirigió, el 23 de mayo de 1978, a los Gobiernos participates en la actual reunión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, dedicada al desarme.

« Con motivo de la reunión extraordinaria que la Asamblea General de las Nacioznes Unidas dedicará al desarme, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) desea que su voz se oiga acerca de esta importantisima cuestión.

La Comisión Permanente de la Cruz Roja Internacional, presidida por Sir Evelyn Shuckburgh, se reunió, el 5 de mayo de 1978 en Ginebra, para cumplimentar el encargo que le hizo, en octubre de 1977, la XXIII Conferencia Internacionai de la Cruz Roja por lo que respecta al lugar en que se celebrará la próxima Conferencia Internacional.

La Comisión Permanente optó por el ofrecimiento de la Cruz Roja de Filipinas; así pues, la Conferencia se reunirá en Manila, ciudad que, como es sabido, tiene la adecuada infraestructura técnica.

La Comisión Permanente tanto más se inclinó por ese ofrecimiento cuanto que la Conferencia todavía no se ha celebrado, desde 1934, en esa parte del mundo.

En el lapso de dos meses, perdió el CICR a cuatro de sus colaboradores, muertos cuando cumplían su misión humanitaria. Tres eran suizos, uno africano; todos ellos animados por ese espíritu de entrega y de sacrificio con el que algunos se sienten movidos a prestar ayuda y asistencia a sus prójimos desamparados. Muy penetrados de las responsabilidades que habían asumido, desafiaban, así, los peligros y se encontraron con la muerte, dando maravilloso testimonio de fraternidad humana.

Louis Gaulis, nacido en 1932, casado y padre de dos niños, poeta y dramaturgo conocido, murió, el 29 de marzo en el Líbano, víctima de un accidente. Había efectuado varias misiones para el CICR: en Bangladesh el año 1972, después en Viet Nam y en Chipre; estaba en el Líbano desde enero pasado.

El Reino de Tonga, en carta dirigida al presidente de la Confederación, recibida el 13 de abril de 1978, declara que ese Estado se considera obligado por los cuatro Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para la protección de las víctimas de la guerra, en virtud de su ratificación anterior por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Por esta declaración, el Reino de Tonga es Parte en dichos Convenios a partir del 4 de junio de 1970, fecha de su independencia.

El CICR se despidió, a finales de marzo, durante un acto celebrado en la intimidad, del señor Claude Pilloud, quien, tras haber realizado una fecunda labor de casi cuarenta años y llegado al límite de edad, ha cesado como colaborador al servicio del CICR. El señor A. Hay, presidente del CICR, le expresó la gratitud de la Institución por los eminentes servicios prestados a toda la Cruz Roja.

El señor Pilloud inició su carrera en el CICR el 1 de octubre de 1939, cuando comenzaba la segunda guerra mundial, como miembro de la Secretaría Central. Dirigió, después, el Servicio de Delegaciones y efectuó numerosas misiones en diversos países (¡ 137, nada menos !).

Los delegados del CICR en Tailandia prosiguieron, los meses de marzo y abril, sus visitas a 102 puestos de policía fronterizos, en el norte, noreste, sur y sureste de Tailandia; estuvieron, asimismo, en 6 campamentos de tránsito. Vieron, en total, a 5.086 personas detenidas, 4.888 de las cuales por entrar ilegalmente en Tailandia. En mayo, esas visitas continuaron en 18 puestos de policía y 4 campamentos de tránsito, donde había, entre otros detenidos, 387 personas por entrar ilegalmente en el país. Los delegados visitaron, además, 3 centros de detención en Bangkok, donde había 31 detenidos.

Esas visitas tienen por objeto distribuir socorros a los detenidos recién llegados a tierra tailandesa y carentes de recursos. El CICR les presta asistencia material básica (artículos de aseo, ropa, etc.). El valor de los socorros distribuidos en marzo y abril ascendía a más de 6.000 francos suizos.