La Revista International, en su número del pasado mes de marzo, se refirió a la acción de emergencia, emprendida por el CICR en Madagascar y en las islas Comores en favor de los habitantes de estas últimas que, establecidos anteriormente en Madagascar, deseaban ser, o acababan de ser, repatriados a su país de origen. Ya no es necesaria la intervención del CICR, desde finales de enero, en Madagascar, pero, en las islas Comores, el delegado médico y la enfermera del CICR hubieron de continuar su labor durante todo el mes de febrero.
Su tarea no era fácil, pues al llegar a las Comores los repatriados se alojaban, con distintas familias, antes de reunirse con sus parientes en la Gran Comor o en las islas Anjouan y Moheli. La acción del delegado médico consistió, al principio, en supervisar, junto con un médico local, la acogida y las oportunas medidas sanitarias a la llegada de los repatriados —principalmente en materia de vacunas— luego, en hacer una evaluación médica completa en los establecimientos de asistencia de las tres islas.