Durante enero y febrero, el CICR disminuyó, como estaba previsto, sus actividades de socorro en Etiopía, habida cuenta, por un lado, de la mejora de la situatión alimentaria de la población de las provincias septentrionales del país afectadas por los conflictos y la sequía y, por otro, de la mayor presencia de otras entidades voluntarias en dichas zonas. Por consiguiente, aun conservando estructuras que le permiten realizar rápidamente un programa de asistencia de gran envergadura, en caso de que surjan necesidades en una región, el CICR redujo sus distribuciones generales, que pasaron de unas 10.700 toneladas para cerca de 830.000 beneficiarios, en diciembre de 1985, a 5.000 toneladas para 424.300 beneficiarios en enero de 1986, y a 2.800 toneladas para 181.000 beneficiarios en febrero, en las provincias de Eritrea, Tigré, Wollo, Gondar y Harrarghe. Los tres últimos centros de alimentatión terapéutica cerraron sus puertas los días 16 de enero (Wukro), 16 y 27 de febrero (Idaga Hamus y Adwa). No obstante, los equipos médicos del CICR continuaron vigilando el estado de salud de la población de las provincias asistidas, concentrando su actión en los grupos de personas desplazadas en Eritrea (eje Keren/Barentu), en Tigré (eje Axum/Adwa, región de Mehony), en Wollo (región de Sekota) y en Harrarghe (Wobera Woreda; Habro Woreda), regiones donde se plantean graves problemas de seguridad.