Los problemas que plantean las minas antipersonal, especialmente en Camboya, Afganistán, Kuwait y Angola, por solo citar los países donde hay esparcidas cantidades considerables de ellas y, además, en regiones en que representan un peligro para la población civil, incluso mucho después de terminadas las hostilidades, nos han llevado a interesarnos más de cerca por este problema.

El derecho intemacional humanitario que rige el trato debido a los prisioneros de guerra está destinado a proteger casi todos los aspectos del bienestar humano, a fin de minimizar, en la medida de lo posible, los efectos adversos del cautiverio. Como observó el Tribunal Intemacional de Nuremberg:

«El cautiverio en la guerra no es venganza ni castigo, sino únicamente una custodia protectora, cuyo propósito es impedir que los prisioneros de guerra participen de nuevo en la guerra; es contrario a la traditión militar matar o herir a personas desvalidas».

El CICR estuvo representado en la II Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos, celebrada en Viena del 14 al 25 de junio de 1993 (véase en la sectión «Hechos y documentos», pp. 347–355 el artículo acerca de los trabajos y la Declaración final de la Conferencia, así como el discurso del presidente del CICR).

Tras más de cuarenta años al servicio del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el doctor Ahmed Abu Goura ha tornado la decisión de abandonar sus funciones oficiales. No es que vaya a cortar todo vinculo con nuestro Movimiento; como me aseguró cuando me recibió en su residencia del valle del Jordán. Su rica experiencia queda, en efecto, a disposición de sus amigos y coiaboradores de la Media Luna de Jordania y de los órganos del Movimiento. Pero considera que su edad y su salud le imponen el deber de retirarse de los cargos oficiales que ocupaba hasta ahora. Por mucho que lamentemos esta marcha, no podemos más que respetar su decisión.

Catorce Sociedades de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja de países en desarrollo se beneficiarán, en la septuagésima segunda distribución de las rentas del Fondo de la Emperatriz Shôken, de 423.000 francos suizos. Con dicha cantidad se financiarán actividades en los ámbitos de la preparación para las catástrofes, de la sanidad, de la asistencia social, del socorrismo y de los programas de la juventud.

El 30 de septiembre de 1992, en su circular nº 61, el Comité Internacional de la Cruz Roja invitó a que los comités centrales de las Sociedades Nacionales le comunicasen todos los datos útiles acerca de las enfermeras o enfermeros diplomados, auxiliares voluntarios, miembros activos o colaboradores regulares de su respectiva Sociedad Nacional de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja o de una institucioó de asistencia medica afiliada, que considerasen calificados para recibir la Medalla Florence Nightingale.

Cada año, miles de hombres, mujeres y niños son víctimas de minas antipersonal. El empleo-de estas armas, con frecuencia perniciosísimas, ha originado una tragedia más grave aun en términos humanitarios ya que, además del elevadísimo número de víctimas que causan, las minas antipersonal no solo matan sino que mutilan horrorosamente, afectan sin discriminación a todos los seres humanos del mismo modo y siembran el terror durante años e incluso decenios despueés de finalizadas las hostilidades. Por lo demás, la siembra masiva e indiscriminada de minas hace que regiones enteras sean inutilizables para la vivienda y para actividades humanas, conllevando grandes movimientos de población y la desestabilidad económica en regiones vecinas.

La segunda Conferencia Mundial de Derechos Humanos, que señala el 45º aniversario de la aprobación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, fue inaugurada el 14 de junio de 1993 por el secretario general de las Naciones Unidas, señor Butros Ghali.

Participaron en esta Conferencia, que terminó sus trabajos el 25 de junio, unas 5.000 personas, repartidas en diversas categorías: Estados, Estados miembros de las Naciones Unidas, observadores y organizaciones no gubernamentales (ONG).

Henos aquí todos reunidos, procedentes del mundo entero y —es una rara ocasión— bajo el signo de la humanidad que el hombre debe tener para con su semejante.

¿No habrá llegado el momento de indagar si todos los tratados firmados, todos los mecanismos instaurados pueden primar sobre el desencadenamiento de las pasiones, o sobre políticas deliberadas, incluso destinadas a aniquilar inocentes?

El 25 de junio de 1993, la Conferencia Mundial de Derechos Humanos aprobó solemnemente un documento titulado Declaratión y Programa de Actión de Viena.

Tras reafirmar que «el solemne compromiso de todos los Estados de cumplir sus obligaciones de promover el respeto universal, así como la observancia y protección de todos los derechos humanos y de las libertades fundamentales de todos, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, otros instrumentos relativos a los derechos humanos y el derecho international. El carácter universal de esos derechos y libertades no admite dudas» (I.1), y pone de relieve que «todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí» (1.5). Se reafirma y desarrolla, en la primera parte de este documento, una serie de principios relativos a la índole, la promoción y la protectión de los derechos humanos en general y, en particular, de los derechos fundamentales de los niños, de las mujeres y de las niñas, de las minorías, de las poblaciones indígenas y de las personas que pertenecen a grupos vulnerables.

La República de Albania se adhirió, el 16 de julio de 1993, a los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I) y no intemacionales (Protocolo II), aprobados en Ginebra el 8 de junio de 1977.

De conformidad con sus disposiciones, los Protocolos entrarán en vigor, para la República de Albania, el 16 de enero de 1994.

Con esta adhesión asciende a 126 el número de Estados Partes en el Protocolo I y a 117 el de Estados Partes en el Protocolo II.

La República de Madagascar, mediante su declaración del 27 de julio de 1993, reconoce la competencia de la Comisión Internacional de Encuesta.

De conformidad con el artículo 90, párrafo 2, apartado a), del Protocolo adicional I a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, la República de Madagascar declara que reconoce ipso facto y sin acuerdo especial, con relación a cualquier otra Alta Parte Contratante que acepte la misma obligación, la competencia de la Comisión Internacional de Encuesta para proceder a una investigación de las denuncias formuladas por otra Parte.

¿POR QUÉ EL CD-ROM DIH?

El CD-ROM es un pequeno disco de 12 centímetres de idéntica forma que el disco compacto, con la diferencia de que no reproduce el sonido, sino un texto en una pantalla de ordenador.

Con este disco es posible encontrar instantáneamente, entre decenas de miles de páginas, un tratado determinado del derecho internacional humanitario, así como todo lo referente a éste, evitando tener así que desplazarse, manejar y hojear muchas obras, a menudo dispersas.