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Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
"[P]ara vivir éticamente, tenemos que pensar y actuar políticamente". "[L]o humanitario y la política deben conservar la dinámica propia de cada uno para no comprometer la neutralidad y la imparcialidad de la actión. "Pese a llevarse a cabo en circunstancias muy politizadas, la actión humanitaria no debe ser política"
page 105 note 1 Melissa Orlie, Living ethically acting politically, Cornell University Press, Ithaca,1997, p. 169, citada en David Campbell, "Why fight: Humanitarism, principles and poststructuralism", Millennium: Journal of Internacional Studies, Vol. 27, No 3, 1998, p. 519.
page 105 note 2 Cornelio Sommaruga, Presidente del C1CR, Declaratión en la Asamblea General de las Naciones Unidas, 20 de noviembre de 1992, RICR, no 115, enero-febrero de 1993, p. 53. Esta opinión fue recientemente reiterada cuando el Presidente afirmó: "el CICR ha abogadopor el establecimiento de espacios humanitarios, poniendo así de relieve la necesidad de dejar un espacio, en situaciones de conflicto, para la acción humanitaria independiente", RICR, no 140, marzo-abril de 1997, p. 189
page 105 note 3 Larry Minear and Thomas G. Weiss, Humanitarian politics, Headline Series, ForeignPolicy Association, no 304, abril de 1995, p. 17.
page 105 note 4 Por ejemplo, el presupuesto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados pasó de algo más de 500 millones de dólares estadounidenses en 1989 a más de mil millones dc dólares estadounidenses en 1993 y en los años posteriores.
page 106 note 5 Para una discusión sobre los derechos humanos algo similar a la perspectiva de esteartículo sobre el humanitarismo, véase, Daniel Warner, "An ethics of human rights: two interrelated misunderstandings", Denver Journal of Internacional Law and Policy, Vol. 24, No 2/3. primavera de 1996, pp. 395-415.
page 107 note 6 Este aspecto lo he discutido brevemente en una reseña bibliográfica en RefugeeAbstracts, Vol. 10, No 1, marzo de 1991, pp. 66-68.
page 107 note 7 Una muy interesante exposición reciente de la manifestación moderna del realismo esla que presenta Michael Joseph Smith en Realist thought from Weber to Kissinger, Louisiana State University Press, Baton Rouge, 1986.
page 107 note 8 Para un magnífico tratamiento de las ideas de San Agustín, véase William Connolly,The Augustinian imperative: A reflection on the politics of morality, Sage Publications, Newbury Park, 1993.
page 107 note 9 Muestra de ello es el título de la conferencia celebrada en Gran Bretana en abril de 1998: "Principled aid in an unprincipled world" ("Ayuda con principios en un mundo sin principios").
page 108 note 10 Véase Michael Walzer, "Political action: The problem of dirty hands", Philosophyand Public Affairs, No 2, 1973, pp. 160-180.
page 108 note 11 Adam Roberts, Humanitarian action in war. Aid, protection and impartiality in a policy vacuum, documento Adelphi No 305, 1996, p. 7.
page 108 note 12 "Internacional ethics do matter, although politics inevitably influence the contents ofhumanitarism". Véase Thomas Weiss y Larry Minear, "Do internacional ethics matter? Humanitarian politics in the Sudan", Ethics & Internacional Affairs, Vol. 5, 1991, p. 214.
page 109 note 13 Larry Minear y Thomas G. Weiss, op. cit. nota 3, p. 13.
page 109 note 14 En efecto, hay abundante literature de académicos que han releído ciertos textos paratratar de demostrar que Tucídides, Hobbes, etc. no eran tan negativos sobre lo que veían en este mundo, y que el realismo moderno era parte de la posición religiosa y política específica de Estados Unidos y estaba relacionado con sus posiciones de política exterior en el siglo XX. Un buen ejemplo de lo último senía John Vásquez, The power of power politics: A critique, Frances Pinter, Londres, 1983.
page 109 note 15 Véase Cornelia Navari, "Hobbes and the Hobbesian tradition in internacional thought",Millenium: Journal of Internacional Studies, Vol. 11, No 3, 1982, pp. 203-211, o Richard Flatham, Thomas Hobbes: Skepticism,, individuality and chastened politics, Sage Publications, Newbury Park, 1993.
page 109 note 16 Véase R. B. J. Walker, "The prince and 'the pauper' Tradition, modernity, and practicein the theory of internacional relations" en James Der Derian y Michael J. Shapiro (dirs.), Internacional/intertextual relations: Postmodern readings of world politics, D. C. Heath and Co., Lexington, MA, 1989, pp. 25-48.
page 109 note 17 Debe mencionarse en especial el Emerging Political Complexes Discussion Group en Inglaterra y el trabajo de David Campbell, op. cit., nota 1. Véase, asimismo, el excelenteartículo de Jenny Edkins, "Legality with a vengeance: Famines and humanitarian relief in 'complex emergencies', i>Millenium: Journal of Internacional Studies, Vol. 25, No 3, 1996, pp. 547-575.
page 110 note 18 Esta es una respuesta sencilla a la pregunta de Adam Roberts: "¿Ha sido el crecienteéntasis de los gobiernos en la acción humanitaria una abdicación de una seria elaboratión de politicas?" Véase Roberts, op. fit. nota 11, p. 9.
page 110 note 19 Ibid., p. 15 (Traducción no oficial CICR, N. del T.).
page 111 note 20 Jenny Edkins, op. cit. nota 17.
page 111 note 21 Se entiende aquí la responsabilidad como la capacidad o la voluntad de responder, distinción que debo a G.M Dillon.
page 111 note 22 Hay aquí una interesante convergencia entre, por un lado, los conservadores, para quienes las actividades humanitarias son de poca utilidad y por ello quieren reducir los presupuestos de las organizaciones humanitarias y de todas las organizaciones multilaterales y, por otro, los que quieren reducir las actividades humanitarias y poner en primer piano lapolítica mediante el fortalecimiento de los órganos políticos de diplomacia multilateral. Elhecho de que ambas partes quieran reducir el humanitarismo no quiere decir que deban confundirse sus objetivos últimos o sus maneras de entender la política.
page 112 note 23 Este argumento está desarrollado por Daniel Warner in An ethic of responsibility ininternacional relations, Lynne Rienner Publishers, Boulder y Londres, 1991.