Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
Hoy resulta poco decir que «el estado del planeta» es sumamente inquietante. «Vivimos en un período de transitión histórica, caracterizado por una crisis de conciencia literalmente explosiva del conflicto entre las actividades humanas y los imperativos del medio ambiente», declaró recientemente la señora Gro Harlem Brundtland, primera ministra de Noruega, que preside la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Se comienza a librar una batalla decisiva, porque el planeta está efectivamente amenazado.
El accidente de Chernobil, la muerte de los bosques y la contaminatión de las aguas, el recalentamiento de la atmósfera y la amenaza que se cierne sobre la capa de ozono, así como la destrucción de nuestro patrimonio genético son otros tantos fenómenos que ilustran la necesidad de inspirar, apoyar y, llegado el caso, dirigir una acción tendente a proteger el medio ambiente a nivel local, zonal y mundial.