Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
Introducción
Las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas han experimentado un desarrollo sin precedentes durante los últimos años y, en particular, en 1992. Entre 1945 y 1987, se llevaron a cabo trece operaciones de esta índole, mientras que, desde entonces, se han emprendido otras catorce. Durante 1992, se iniciaron tres nuevas operaciones: en Camboya, en la antigua Yugoslavia y en Somalia, y en 1993, otra más en Mozambique. A lo largo de 1992, se cuadruplicó el personal de la ONU que trabaja sobre el terreno, superándose las 50.000 personas, con un presupuesto total de unos 2,5 mil millones de dolares a finales de 1992.
1 Cifras procedentes de la publicatión de las Naciones Unidas, Background note United Nations Peace-keeping Operations, preparada por la Communications and Project Management Division, Departamento de la Informatión Pública, PS/DPI/15/Rev. 2, septiembre de 1992.Google Scholar
2 Obras generales sobre las Fuerzas de las Naciones Unidas: Bothe, Michael, Le droit de la guerre et les Nations Unies, Etudes et travaux de l'lnstitut Universitaire de Hautes Etudes Internationales nº 5, Ginebra, 1967, pp. 137–239;Google Scholar
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Seyersted, Finn, United Nations Forces in the Law of Peace and War, Sijthoff, Leyden, 1966.Google Scholar
3 La base jurídica de las FMP es controvertida, ya que éstas no figuran en la Carta, pero su licitud no es impugnada en la práctica, cuando son constituidas por el Consejo de Seguridad. Para más detalles al respecto, v. Sandoz, Yves, «La aplicación del derecho humanitario por las fuerzas armadas de la Organización de las Naciones Unidas», RICR, nº 29, septiembre-octubre de 1978, pp. 274—284Google Scholar; y Michael Bothe, supra, n. 2.
4 Doc. ONUS/12611, p. 2.
5 «Las tropas de las Naciones Unidas han cumplido, en gran medida, su misión únicamente con su presencia, mediante la persuasión y la conciliatión. Pero también han hecho uso de sus armas. El carácter, la importancia y la duratión de esos incidentes armados variaron», Bothe, Michael, op. cit., supra, n. 2, p. 143.Google Scholar
6 Sandoz, Yves, «La aplicación del derecho humanitario por las fuerzas armadas de la Organizatión de las Naciones Unidas», RICR, nº 29, septiembre-octubre de 1978, p. 283.Google Scholar
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8 Abril de 1993.
9 Para mayor informatión sobre esos cometidos, conséltese: Informe del Secretario General presentado en cwnplimiento de la Res. 721 (1991) del Consejo de Seguridad, S/23280, 11 de diciembre de 1991, Anexo III (para las UNPROFOR) y el Informe del Secretario General (S/23613 y Add. 1), reproducido en el Comunicado de Prensa, Naciones Unidas, SC/272, 28 de febrero de 1992 (para las APRONUC).
10 «Dadas las circunstancias, fue necesario que la Fuerza de Mantenimiento de la Paz de la ONU arrestara y detuviera a algunos de los mercenarios extranjeros que habían tomado las annas contra la ONU. Un contingente de mercenarios fue capturado durante una operacion en campaña y puesto bajo la custodia de la ONU en la base militar de Kamina, Congo central. Los detenidos fueron tratados de conformidad con las disposiciones de los Convenios de Ginebra de 1949 relativas a los prisioneros de guerra (III Convenio). Representantes del CICR supervisaron el trato que los detenidos recibían de la ONU», en Egge, Bjørn, «Coordinating UN peace-keeping operations and relief and refugees programmes», texto presentado al Nordic UN Seminar, Oslo, 29 de junio de 1988, p. 13.Google Scholar
11 Supra, n. 9.
12 En situaciones de violaciones graves de los Convenios o del presente Protocolo, las Altas Partes contratantes se comprometen a actuar, conjunta o separadamente, en cooperación con las Naciones Unidas y en conformidad con la Carta de las Naciones Unidas (art. 89, Protocolo I).
«Proteger al hombre, incluso en tiempo de conflicto armado, así como mantener la paz y la seguridad intemacionales figuran entre los objetivos de las Naciones Unidas. La Organización manifiesta esta preocupación principalmente de dos maneras: participando en el proceso de reafirmación y de desarrollo del derecho internacional humanitario; mediante sus resoluciones que enuncian la aplicabilidad del derecho humanitario y solicitan su aplicación a determinadas situaciones o categonías de personas, así como mediante informes de evaluatión de la aplicación y del respeto de ese derecho.
Las actividades de las Naciones Unidas previstas en el presente artículo pueden ser, pues, tanto llamamientos en favor del respeto del derecho como, por ejemplo, misiones de investigatión sobre el respeto de los Convenios y del Protocolo …».
Comentario del artículo 89 del Protocolo I en Commentaire des Protocoles additionnels de 1977 aux Convencions de Genève de 1949, Sandoz, Yves, Swinarski, Christophe, Zimmermann, Bruno, etc., CICR, Martinus Nijhoff Publishers, Ginebra, 1986, párrs. 3596, 3597, p. 1058.Google Scholar
13 Informe adicional del secretario general sobre los acontecimientos en Chipre, S/11353/Add. 12,31 dejuliode 1974, párr. 5.Google Scholar
14 Resolución 32/128, 16 de diciembre de 1977, Personas desaparecidas en Chipre, párr. 1.Google Scholar
15 RICR, nº 550, octubre de 1964, p. 492.Google Scholar
16 S/4590, 9 de diciembre de 1960, Anexo: Texto de la nota de protesta dirigida por el representante especial a las autoridades principales de Stanleyville, párr. (f).
17 Bothe, Michael, supra, n. 2, p. 223.Google Scholar
18 Podríamos citar dos párrafos del preámbulo de la resolución aprobada por la Asamblea General durante su 47 período de sesiones, 1992, (Res. 47/30), en la queésta se declara «convencida del valor permanente de las normas humanitarias establecidas con respecto a los conflictos armados y de la necesidad de respetar y hacer que se respeten dichas normas en todas las circunstancias (; haciendo hincapie) en la necesidad de (…) que ese derecho goce de aceptacion universal)».