La América Latina no sólo ha sido un laboratorio bullente en que se han producido los más complejos procesos de la sociedad humana en forma perceptible, sino que ha sido asimismo un “Continente con contenido” — como se ha dicho felizmente — en que la teoría sociológica se ha formulado, en un primer momento, en forma espontánea y tácita. En ella el estrato más profundo del alma se ha manifestado no por la razón abstracta sino a través de intuiciones, de sentimientos y de enunciación de realidades e ideales, expresados verbigracia en la novela sociológica o en el doctrinal político. A virtud de un dilatado proceso secular nuestra América ha llegado a su madurez, y el ingente drama que ha vivido y vivenciado ha contribuido a desarrollar su genio creador. El dolor es espuela de la razón.

British curiosity about Spanish possessions in the New World was manifested as early as 1516, when a certain Thomas Pert, in the company of Sebastian Cabot, is said to have penetrated the South American seas, and to have made a half-hearted attempt at a landing at the island of Hispaniola.

There were instances of English sailors in the service of Spain who accompanied some of the very earliest South American expeditions. One is said to have been with Pizarro, and three—John Rutter of London, Nicholas Coleman of Hampton, and Richard Limon of Plymouth—were members of Pedro Mendoza's crew in 1534, when he sailed to the mouth of the Río de la Plata.

This is an era of explorations into space. Of Sputniks and Explorers. Of photographic cameras behind the Moon.

Other explorers of space, perhaps more dauntless though less spectacular, have developed the theory of perpetual creation of matter, through the continuous emergence of hydrogen atoms out of nothing, and have described the flight of the galaxies, horrified of each other, away into space.

Several other spaces are being explored. One of them, of more immediate concern, is the economy — the real nature of the economy in a contemporary society. The nature of the economy is usually covered, like the ground in autumn by dead leaves, by the dead words that were fresh and adequate at a previous season.

En el difundido Journal of Inter-American Studies de la Universidad de Florida aparece un interesante estudio sobre las principales tendencias en la política latinoamericana que nos servirá de pauta para un análisis de sus conceptos enfocándolos sobre la realidad nicaragüense.

Es sugestivo el hecho apuntado por el comentarista de Journal de que coincida el renacimiento de un sentimiento de hostilidad hacia Estados Unidos de parte de Hispanoamérica, con la desaparición — en la misma Hispanoamérica — del temor a una agresión física de Estados Unidos. Ello indica que esa hostilidad conjuga dos corrientes que constantemente se están uniendo: la de un creciente nacionalismo, exacerbado con frecuencia por intereses demagógicos o por consignas internacionales, y la de una conciencia democrática cada día más clara en “las grandes minorías de nuestra América que exige a los Estados Unidos una actitud más sincera, o mejor dicho, una relación lógica entre su política y su doctrina.

… Una corneta que insistentemente Ilamaba desde la puerta de la casa interrumpió las reflexiones de Pablo. Eran los días en que los primeros automóviles llegados a Caracas atronaban las calles con sus bulliciosos motores, pero más aun con sus cornetas, y aquella clarinada Significaba que habían llegado por Pablo unos amigos con quienes iba a una fiesta campestre.

¿Fiesta campestre? Tal era la apariencia ostensible, pero como un secreto a voces se decía que era en realidad una reunión política donde harían contacto numerosos grupos hostiles al Gobierno. Esto no entusiasmaba a Pablo, enervado además por su obsesionante conflicto, que todo incidente político exacerbaba; pero, sobre todo, lo alarmaba que aquella reunión se verificara en una propiedad del general Avendaño, a quien todos conocían como uno de los más despreciables aventureros de varios regímenes políticos, aunque ahora en desgracia con el Gobierno.

No hemos de remontarnos a los orígenes del socialismo ni vamos a hacer un examen circunstanciado de la acción de aquellos hombres que, comenzando por Platón, concibió la primera fórmula sistematizada de las teorías del socialismo, Moro, Campanella, Woolesley, Guerde, Lafargue, Owen, Ruskin, Morely, Mably, Saint-Simon, Blanqui, Cabet, Fourier, Babent, Lichtenberger, Blanc y otros pensadores, que tras pacientes estudios y bajo el impulso de nobilísimas aspiraciones, per siguieron la implantación de un sistema de organización social en beneficio de la Humanidad. Comprendemos que nuestros lectores no los ignoran y porque no es permisible hacer hincapié en ellos, en un ensayo breve, mediante el cual y con cita de autoridades en la materia, quebremos demostrar que el socialismo tan en boga hace algunos años, hoy tiende a disolverse como la nieve de nuestras altas montañas ante la acción solar.

Es un hecho conocido que durante el siglo XIX la revolución armada llegó a ser, se podría decir, una tradición dentro de la política latinoamericana. Pero en la mayoría de los casos estos golpes generalmente no muy sangrientos, en caso de tener éxito no han significado sino un mero cambio de carácter personal en cuanto a los puestos políticos principales. Pero para efectuar semejantes cambios más o menos rutinarios — realizados en países más tranquilos a través de votaciones parlamentarias o consultas dentro del mismo círculo de gobierno — exige la misma técnica revolucionaria. Esto quiere decir que existen entidades militares cuyos oficiales pueden tener suficiente interés personal en un cambio político para tomar la iniciativa. Lógicamente es un hecho que generales y coroneles siempre han ocupado un porcentaje significativamente importante de los puestos más elevados como el de Presidente o el de Ministro dentro de la vida política de las naciones latinoamericanas.

When students in Latin America break into international headlines, it is usually as the result of some mass demonstration or riot. The image the public forms is that of hordes of wild-eyed and threadbare fanatics who alternate fitful class attendance with assaults on the palaces of dictators, insults to visiting dignitaries, and the practice of arson on municipal transport. Even in Latin America the press is likely to give student activities only passing notice except in periods of unusual agitation. The student is painted alternately as hero, criminal, petulant malcontent, or the docile tool of subversives—often depending entirely on the political viewpoint of the newspaper concerned.

Como regla general los escritores argentinos hablaban en la lengua del pueblo y escribían en la lengua de los españoles de la Península. Esta inconsecuencia lingüística (efecto marcado de toda Hispanoamérica), es algo que ha desaparecido casi por completo de la literatura moderna argentina; escrita hoy en la lengua del pueblo, mezcla de dialectos unificados por la base común que les ofrece el español. Esta lengua sufrió no sólo la influencia indígena, sino también el poderoso influjo del negro, hasta que desapareció de ambas márgenes del Plata. Pero además de esas dos influencias, hay que señalar la contribución de los emigrantes de diversas nacionalidades que, además de mezclar sus razas, entremezclaron sus dialectos con la lengua del país.