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Algunas notas sobre el cabildo abierto en Hispanoamérica
Published online by Cambridge University Press: 02 January 2018
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En los últimos días de julio de 1963, el que escribe estas líneas, durante una breve visita al Perú, tuvo ocasión, una vez más, de presenciar un cabildo abierto. Por cierto que el entonces recién inaugurado, ahora ya depuesto, Presidente Belaúnde Terry, se suponía iba a asistir al acto. Pero una avería en el helicóptero que le conducía le impidió llegar más allá del Cuzco. La ocasión de aquella asamblea, verdaderamente popular, era el elegir al alcalde y regidores de la pequeña villa de Chinchero, situada en plena Sierra peruana. Reuniones semejantes se estaban celebrando aquel mismo día, último domingo de julio, en los demás pueblos, cabezas de partido. Dato interesante es que las discusiones se condujeron en la lengua quechua, única que comprendían los asistentes al acto, en su totalidad indígenas.
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- Copyright © University of Miami 1969
References
1 Sobre esta interesante experiencia véase el artículo que este autor publicó: “Los Cabildos Abiertos”, Mundo hispánico (Madrid), Abril de 1964.
2 Salgado, José, El gobierno indiano (Montevideo, 1918), p. 134.Google Scholar Es necesario hacer notar aquí que en este trabajo no nos referimos al cabildo ampliado ni a las juntas de guerra. Sólo usamos ejemplos de aquellos cabildos que en las actas consultados se les llama claramente “abiertos”.
3 Alemparte, Julio, El cabildo en Chile colonial (Santiago, 1940), p. 37.Google Scholar Eduardo Hinojosa, Estudios sobre la historia del derecho español (Madrid, 1903), p. 5. Este autor, entre otros, encuentra el origen del concejo abierto en la misma época ibera. La labor benemérita de mostrar cómo el concejo abierto se continuó reuniendo en España casi ininterrumpidamente, corresponde a Joaquín Costa, Derecho consuetudinario y economía popular de España (Barcelona, 1902), II, 279.
4 Sobre este curioso episodio y la fingida renuencia de Valdivia a ser nombrado gobernador, véase: “Actas del Cabildo de Santiago”, en Colección de historiadores de Chile y documentos relativos a la historia nacional (Santiago, 1861), I, 74-80. También, Francisco Encina, Historia de Chile (Santiago, 1940), 1, 201.Google Scholar
5 Archivo Nacional del Paraguay, Sección histórica, I, 6.Google Scholar
6 Lozano, Pedro, Historia de las revoluciones de la provincia del Paraguay (Buenos Aires, 1905), II, 421.Google Scholar
7 Góngora, Mario, El estado en el derecho indiano (Santiago, 1951), p. 69.Google Scholar
8 M. Góngora, op.cit., p. 71, Éste, sin embargo, no fue un privilegio exclusivo de las Antillas. También Panamá, Quito, Lima, Santiago de Chile, y Cuzco, entre otros, lo disfrutaron, Góngora, pp. 74-75. Otras ciudades como Guatemala, Caracas, Pamplona, Potosí y Buenos Aires, pudieron elegir sus procuradores en cabildo abierto. Véase la Ordenanza n° de Cáceres en: Jústiz, Francisco Carrera, Introducción a la historia de las instituciones locales de Cuba (Habana, 1905), II, 264.Google Scholar También, John P. Moore, The Cabildo in Peru under the Hapsburgs (Durham, 1954), p. 71, nota 22.Google Scholar
9 Góngora, op. cit., p. 82.
10 Cali, Archivos del Concejo Municipal, Libro capitular, VI, fols. 96-98. La reunión citada se tuvo el 12 de noviembre de 1664.
11 Arboleda, Gustavo, Historia de Cali (Cali, 1956), 1, 235.Google Scholar
12 Santiago del Estero, Actas capitulares (1727-1758), fols. 271-272.
13 Cabildo abierto del 6 de abril de 1603. Habana, Actas capitulares, fol. 616.
14 Montevideo, Libros capitulares (1749-1760), fols. 182-184; cabildo del 3 de octubre de 1757. Buenos Aires, Libro de acuerdos del Cabildo (1631-1640), fols. 111-112.
15 Archivos Nacionales (Sucre), Acuerdos del Cabildo de Potosí (1585-1590), fol. 430-431. Los 46,000 ducados equivalían a unos 90,000 pesos de plata. O sea que, en total, Cepeda recaudó más de 250,000 pesos, equivalentes más o menos a un número igual de dólares americanos de hoy.
16 Por ejemplo, el caso de Caracas, en 1596, en que después de un ataque del pirata Francis Drake, la ciudad había quedado empobrecida. LLegaron unas bulas del Rey, pidiendo dinero. Los vecinos se reunieron en cabildo abierto, y oída la lectura de las cartas del Rey, “las obedecieron”, esto es, las reverenciaron, pero se excusaron de contribuir, diciendo que por aquel entonces se hallaban en suma pobreza. Archivos del Concejo Municipal (Caracas), Libro de cabildos, II, fols. 220-225.
17 Montevideo, Libros capitulares (1749-1760), fol. 184.
18 Un estudio más detallado sobre estos casos puede verse en: Tapia, Francisco Xavier, Cabildo abierto colonial (Madrid, 1966), pp. 15-29; 71-81.Google Scholar
19 Cédula del Rey Felipe II, dada en Valladolid el 18 de julio de 1560; Véase, Joaquín Pardo, Efemérides de la Antigua Guatemala (Guatemala, 1944), p. 115.Google Scholar
20 por ejemplo, entre otros, el cabildo abierto en que se eligió a Suárez Rendón como Capitán General de Nueva Granada: Tunja, , Libro de Cabildos (Bogotá, 1941), p. 176.Google Scholar
21 “Los vecinos”, Santiago del Estero, Actas del Cabildo (1758-1773), fol. 158. “Los vecinos y moradores”, La Serena (Chile), Actas del Cabildo, III, fol. 20. “Vecinos encomenderos”, Lima, Libro de cabildos (Lima, 1936), III, 738. “Todos los estantes y habitantes”, San Miguel de Tucumán, Actas capitulares (Tucumán, 1946), p. 419. “Gran copia de gentes”, Charcas, Correspondecia de presidentes y oidores (Madrid, 1932), III, 85. “Todos los que se entendió eran interesados”, Caracas, Libros de cabildos, I, fol. 434.
22 Santiago de Chile, “Actas del Cabildo” en Colección de historiadores … I, 88. También Acuerdos del Cabildo de Potosí (1500-1602), fol. 19v.
23 Santiago del Estero, Actas del Cabildo (1727-1758), fols. 187-188.
24 Buenos Aires, Libros de acuerdos del Cabildo (1615-1621), fol. 74v.
25 Cabildo abierto del martes 8 de julio de 1549: Lima, Libro de cabildos, IV, 130-131. Cabildo abierto del sábado 8 de diciembre de 1554: Santiago de Chile, “Actas del Cabildo,” Colección de historiadores …, 1,452—453.
26 Lima, , Libro primero de cabildos (Paris, 1900), p.2.Google Scholar Este cabildo abierto, tenido en Jauja, Perú, a finales de diciembre de 1534, fue convocado por el conquistador Francisco de Pizarro, y exigió la asistencia de todos los vecinos, bajo multa de 100 pesos de oro, en caso de no hacerlo. Este detalle de la multa, en caso de no asistir, no se vuelve a encontrar ya más.
27 Era la manera ordinaria, por medio del pregonero: Quito, , Libro de cabildos (Quito, 1934), I, 384.Google Scholar Domingo Amunátegui, El Cabildo de la Serena (Santiago, 1928), pp. 40-41, nos dice cómo allí se solía usar la campana de la Iglesia.
28 Un recorrido por los archivos municipales y nacionales de catorce países hispanoamericanos, en busca de actas de cabildos abiertos, ha forjado en la mente de este autor la sospecha de que muchas actas se extraviaron. No rara vez el acta de un cabildo cerrado (esto es, la reunión ordinaria del cabildo municipal), alude a lo acordado en“el cabildo abierto” de esta o aquella fecha; con frecuencia, no se encuentra el acta del mencionado cabildo abierto …
29 El valor de este argumento está en si se presentaron o no, con frecuencia, en Zacatecas, “asuntos difíciles”. Las Actas del Cabildo de esa ciudad, desaparecieron en un incendio, y así sólo tenemos la obra de Ribera, publicada por primera vez en el siglo XVII: José Fernández, Ribera, Compendio de las cosas más notables contenidas en los libros del cabildo de esta ciudad (México, 1945).Google Scholar
30 Santiago del Estero, Actas capitulares (1758-1773), fol. 158v.
31 Modesto Chávez, op. cit., p. 64.
32 Bogotá, Cabildos de Santa Fe (Bogotá, 1957), pp. 283-290. También, Guillermo Hernández del Alba (edit.), Cómo nació la República de Colombia (Bogotá, I960), pp. 4; 54-60.
33 Alvarado, Ernesto, “Independencia de Centro América”, en El movimiento emancipador de Hispanoamérica (Caracas, 1961), II, 321.Google Scholar
34 Documentos tucumanos (Tucumán, 1939), I, 89; 160-163; 327-384; II, 336-337. Reyna, Alberto, Claros orígenes de la independencia argentina (Buenos Aires, 1959), pp. 13-46.Google Scholar
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