Book contents
- Frontmatter
- Dedication
- Indice de Materias
- Prefacio
- Agradecimientos
- Introducción
- I La alegoría, entre figuración nostálgica del duelo y desfiguración melancólica
- II Antecedentes: niños alegóricos en la li teratura y el cine argentinos/ latinoamericanos
- III Alegorías nacionales y relatos nostálgicos de la transmisión fili al
- Apéndice documental: Anexos
- Filmografía y Bibliografía
- Indice
- Frontmatter
- Dedication
- Indice de Materias
- Prefacio
- Agradecimientos
- Introducción
- I La alegoría, entre figuración nostálgica del duelo y desfiguración melancólica
- II Antecedentes: niños alegóricos en la li teratura y el cine argentinos/ latinoamericanos
- III Alegorías nacionales y relatos nostálgicos de la transmisión fili al
- Apéndice documental: Anexos
- Filmografía y Bibliografía
- Indice
Summary
En el último plano, penumbroso, de La historia oficial (Luis Puenzo, 1985), una niña canta balanceándose en una mecedora. Respondiendo a su oscilación, un travelling hacia la derecha registra su mirada interrogante hacia la cámara mientras empieza a cantar: “En el país de Nomeacuerdo | Doy tres pasitos…”. Luego cierra los ojos: “…y me pierdo | Un pasito para allí…”, y los abre de nuevo ligeramente, parpadeando como si luchara contra el sueño: “No recuerdo si lo di | Un pasito para allá | Ay, qué miedo que me da”. La cámara, siguiendo su travelling, la toma ahora de espaldas, sin que ningún contraplano nos enseñe el posible objeto de su mirada.
Este plano final produce cierto desplazamiento respecto al resto de la película que nos ha contado cómo Alicia, una profesora de historia, descubre que su hija, oficialmente adoptada algunos años antes por su marido simpatizante del régimen militar, es en realidad una hija de “desaparecidos” de la dictadura. La pequeña Gaby, que hasta entonces había sido el objeto de una toma de conciencia de su madre adoptiva, se convierte aquí en el sujeto de una mirada que interpela a la cámara, es decir, al espectador. La letra de la canción de Walsh, “En el país de Nomeacuerdo”, que se escucha varias veces a lo largo de la película como un leitmotiv, manifiesta el misterio del origen de Gaby y de su falta o ausencia de memoria; su parpadear puede interpretarse, entonces, como una tentativa y una dificultad de “ver claro” y no “perderse” en el olvido de su propia historia. La niña de La historia oficial tiene, así, una doble función: representa una memoria que no le pertenece y, al mismo tiempo, cuestiona tanto al cine como a su público.
La insistencia en la primera función se percibe desde la segunda secuencia de la película de Puenzo, cuando la canción “En el país de Nomeacuerdo”, entonada por Gaby en el baño de su casa, responde al himno nacional que, en la secuencia anterior (inicial), se difundía en el patio de la escuela de Alicia. Este paralelismo entre el himno oficial argentino y una canción infantil señala, de entrada, una correspondencia entre la historia pública y la íntima, reveladora de la infiltración de la primera en la segunda.
- Type
- Chapter
- Information
- El niño en el cine argentino de la postdictadura (1983–2008)Alegoría y nostalgia, pp. 1 - 20Publisher: Boydell & BrewerPrint publication year: 2014