La costa pacífica de los Andes del sur, uno de los ecosistemas más ricos del planeta, resultado de las surgencias marinas que lo nutren (García-Reyes et al. Reference García-Reyes, Sydeman, Schoeman, Rykaczewski, Black, Smit and Bograd2015), tiene una extensa ocupación humana que comienza durante la transición Pleistoceno-Holoceno y se diversifica hacia el Holoceno medio-tardío, producto de diversas razones como las características del paisaje, los procesos macrorregionales y las dinámicas sociohistóricas locales (Falabella y Sanhueza Reference Falabella and Sanhueza2019; Gallardo et al. Reference Gallardo, Ballester and Fuenzalida2017; Llagostera Reference Llagostera, Hidalgo, Schiappacasse, Niemeyer, Aldunate and Solimano1989; Méndez y Nuevo-Delaunay Reference Méndez, Nuevo-Delaunay, Bonomo and Archilla2021; Prieto y Sandweiss, ed. Reference Prieto and Sandweiss2020; Salazar et al. Reference Salazar, Figueroa, Andrade, Salinas, Olguín, Power, Rebolledo, Parra, Orellana and Urrea2015; Sandweiss et al. Reference Sandweiss, McInnis, Burger, Cano, Ojeda, Paredes, Sandweiss and Glascock1998). Por ello, comprender la variación de las ocupaciones costeras en esta extensa área es necesario para entender las diversas estrategias desplegadas por las comunidades en su habitar y su relación con el espacio costero (Bailey y Milner Reference Bailey and Milner2002; Erlandson y Fitzpatrick Reference Erlandson and Fitzpatrick2006; Prieto y Sandweiss Reference Prieto, Sandweiss, Prieto and Sandweiss2020).
Las características de las ocupaciones en la costa central del norte semiárido de Chile (29°-30°S, en adelante CCNSA) han sido escasamente evaluadas, a pesar de ubicarse en un espacio relevante para esta discusión. La CCNSA corresponde a una zona intermedia entre la costa arreica del Desierto de Atacama (25°S) y el centro de Chile (31°S), combinando un rico ambiente marino con bahías cerradas, recurrentes humedales y quebradas abundantes en vegetación que posibilitan un fácil acceso al interior. Estas particularidades la diferencian de las áreas vecinas, entregando un entorno relevante para entender la heterogeneidad de las adaptaciones costeras. A su vez, mientras en la costa arreica se observan adaptaciones marinas con tecnologías especializadas, tales como anzuelos de concha y navegación en aguas profundas (Olguín et al. Reference Olguín, Salazar and Jackson2014; Salazar et al. Reference Salazar, Figueroa, Andrade, Salinas, Olguín, Power, Rebolledo, Parra, Orellana and Urrea2015), en el centro de Chile las adaptaciones se centran en la recolección marítima sin incorporar dichas tecnologías marinas especializadas (Méndez y Jackson Reference Méndez and Jackson2004).
Los pocos contextos arqueológicos del Holoceno medio y tardío estudiados en la CCNSA corresponden a registros funerarios excavados entre las décadas de 1960–1980, que sugieren procesos de aumento demográfico, violencia intra e intergrupal, territorialidad y demarcación espacial (Alaniz Reference Alaniz1973; Castelleti et al. Reference Castelleti, Biskupovic, Campano, Guajardo, Delgado, Peralta and Alfaro2012; Iribarren Reference Iribarren1956; Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1964, Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966; Troncoso et al. Reference Troncoso, Moya and Basile2016). Sin embargo, el conocimiento de contextos no funerarios es limitado, con baja resolución temporal y contextual, impidiendo evaluar las orientaciones económicas y las relaciones que estas comunidades establecieron con el mar y su ambiente circundante.
En este trabajo analizamos las ocupaciones costeras de las poblaciones cazadoras-recolectoras-pescadoras del CCNSA entre 6000-2000 cal aP a partir del sitio Punta Teatinos (29°S; Figura 1). Este sitio es un extenso conchal con un área residencial y otra funeraria profusamente intervenida décadas atrás (Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966). A pesar de la importancia de Punta Teatinos para el entendimiento de las poblaciones costeras en la región, desconocemos las características de sus espacios residenciales, las prácticas sociales ahí ocurridas y la especificidad de sus estrategias de apropiación de la naturaleza. En particular, evaluamos el contexto arqueológico residencial del sitio, desarrollando una cronología basada en nuevas edades radiocarbónicas e integramos un conjunto de evidencias materiales recuperadas allí, así como el análisis isotópico y análisis arqueobotánico de tártaro dental de individuos de los contextos fúnebres. Nuestros resultados dan cuenta de una ocupación costera que aprovechó una serie de recursos y ambientes marino-terrestres, y que a lo largo del tiempo mostró transformaciones asociadas con la dinámica sociohistórica de estas comunidades.
Ambiente, paleoambiente y antecedentes arqueológicos
El norte semiárido de Chile corresponde al extremo sur del desierto de Atacama; posee un clima Mediterráneo Xérico Oceánico con veranos muy secos y lluvias concentradas en el invierno. Mientras el clima está controlado por el anticiclón del Pacífico Sur, que bloquea permanentemente los vientos del oeste, las fluctuaciones climáticas interanuales y multidecadales vienen definidas por El Niño Oscilación del Sur (ENOS), expresadas en fases cálidas oceánicas con más precipitación (El Niño) y fases secas (La Niña). La vegetación regional es de matorral arborescente esclerófilo que en la costa se interrumpe con parches de bosques y humedales que permiten la presencia de una rica avifauna (Jorge et al. Reference Jorge, Tabilo-Valdivieso and Mondaca1998). La fauna terrestre está compuesta por diversas especies de roedores, guanacos (Lama guanicoe) y cánidos como los zorros (Lycalopex spp.), mientras que la fauna marina incluye pinnípedos, peces, cetáceos y mustélidos.
Durante el Holoceno medio, se reconoce un proceso de marcada aridización regional entre 9000 y 5500 cal aP (Maldonado y Villagrán Reference Maldonado and Villagrán2006), así como una transgresión marina de hasta 5 m snm (Garrett et al. Reference Garrett, Melnick, Dura, Cisternas, Ely, Wesson, Jara-Muñoz and Whitehouse2020; Ota y Paskoff Reference Ota and Paskoff1993). Las condiciones paleo-oceanográficas indican una alta productividad primaria hacia 8000-6600 cal aP, temperaturas superficiales más elevadas asociadas a condiciones tipo La Niña y una reducida variabilidad de ENOS (Kim et al. Reference Kim, Schneider, Hebbeln, Muller and Wefer2002; Muñoz et al. Reference Muñoz, Rebolledo, Dezileau, Maldonado, Mayr, Cárdenas and Lange2020). Los registros indican un aumento gradual de la humedad a partir de 5700 cal aP con un punto más alto entre 4200 y 3800 cal aP (Maldonado et al. Reference Maldonado, Eugenia de Porras, Zamora, Rivadeneira, María Abarzúa, Falabella, Uribe, Sanhueza, Aldunate and Hidalgo2016). A su vez, se observa una decreciente productividad marina que ocurre bajo condiciones cálidas y húmedas con una cierta alza entre 4500-1800 cal aP (Muñoz et al. Reference Muñoz, Rebolledo, Dezileau, Maldonado, Mayr, Cárdenas and Lange2020).
Punta Teatinos se encuentra en el extremo norte de la bahía de Coquimbo, a 8 km de la desembocadura del río Elqui. Emplazado sobre una extensa terraza fluvio-marina (ca. 19 m snm) adyacente a la desembocadura de la quebrada Las Barrancas y a un importante humedal, el sitio cuenta con una posición privilegiada en un entorno rico en recursos marinos, terrestres y aviares (Squeo et al. Reference Squeo, Tracol, López, León, Gutiérrez and Cepeda2008). Punta Teatinos tiene un fácil y rápido acceso al litoral rocoso y arenoso de la bahía de Coquimbo, al humedal vecino, y a una ruta de conexión con el interior como es la mencionada quebrada (Figura 1).
El sitio Punta Teatinos es relevante en la comprensión de la historia prehispánica de la región, particularmente de sus ocupaciones costeras (Bird Reference Bird1943; Latcham Reference Latcham1969; Ludemann Reference Ludemann1930; Montané Reference Montané1961; Montt Reference Montt1880; Mostny Reference Mostny1942; Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998, Reference Quevedo2000; Quevedo et al. Reference Quevedo, Cocilovo, Costa, Varela and Valdano2000; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966). Los trabajos efectuados muestran una ocupación prehispánica que comprende: (1) cazadores-recolectores-pescadores sin cerámica de la primera mitad del Holoceno tardío (período Arcaico tardío, ca 5000-2000 cal aP); (2) cazadores recolectores con cerámica de la segunda mitad del Holoceno tardío (período Alfarero temprano ca. 2000-900 cal aP); y (3) grupos sedentarios con cerámica (períodos Alfarero medio a tardío ca. 900-500 cal aP).
Las ocupaciones más tempranas del sitio han sido las más estudiadas (Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966) e incluyen dos sectores de ocupación: un área residencial escasamente excavada, conformada por basurales conchíferos, y un área funeraria altamente intervenida, donde se han recuperado 211 enterratorios humanos (Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998).
La presencia de conchales que combinan áreas residenciales con densos espacios funerarios ocurre en múltiples sitios costeros de la CCNSA y se relaciona con cambios fechados hacia 5500-5000 cal aP (Méndez et al. Reference Méndez, Gil, Neme, Nuevo-Delaunay, Cortegoso, Huidobro, Durán and Maldonado2015). Aunque durante la fase más árida del Holoceno la disminución en las edades radiocarbónicas sugiere una menor presencia humana, hacia 5000-4500 cal aP se reconocen transformaciones asociadas a un aumento en la ocupación y explotación del territorio. Estas se expresan en crecimiento demográfico, regionalización y primeras evidencias de demarcación territorial mediante conchales monticulares, arte rupestre y piedras tacitas, generando una segregación entre tierras altas y tierras bajas en el CCNSA (Jackson Reference Jackson2002; Méndez y Jackson Reference Méndez and Jackson2004; Méndez et al. Reference Méndez, Gil, Neme, Nuevo-Delaunay, Cortegoso, Huidobro, Durán and Maldonado2015; Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018; Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998; Troncoso et al. Reference Troncoso, Moya and Basile2016).
Contemporáneamente a la aparición de estos conchales funerarios-residenciales emplazados en espacios de alta productividad (Castelleti et al. Reference Castelleti, Biskupovic, Campano, Guajardo, Delgado, Peralta and Alfaro2012; Iribarren Reference Iribarren1956; Quevedo Reference Quevedo1976; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1964), se observan ocupaciones más reducidas en zonas de menor productividad (Méndez et al. Reference Méndez, Nuevo-Delaunay, Grasset, Maldonado, Seguel, Troncoso, Talep and Villalón2021). En ambos casos, los restos materiales sugieren una explotación marina a través de prácticas de caza, recolección y pesca, lo que es coherente con las señales isotópicas y la evidencia bioantropológica (Alfonso-Durruty et al. Reference Alfonso-Durruty, Troncoso, Misart, Larach and Becker2017; Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo2000; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966). Esta última muestra también indicadores de violencia posiblemente vinculados a procesos de reclamación territorial y conflicto (Castelleti et al. Reference Castelleti, Biskupovic, Campano, Guajardo, Delgado, Peralta and Alfaro2012; Quevedo Reference Quevedo1976).
Material y método
Se excavaron 14 m2, distribuidos en seis unidades ubicadas a lo largo del sitio. A partir de las características de los contextos recuperados y los fechados obtenidos, se identificó un conjunto de unidades estratigráficas (estratos inferiores en todas las cuadrículas) asociadas a ocupaciones humanas de fines del Holoceno medio y primera mitad del Holoceno tardío.
El registro faunístico está compuesto por restos malacológicos y osteofaunísticos. Su análisis consideró su identificación taxonómica, cuantificación (número mínimo de individuos, MNI), estimación de tallas, análisis de diversidad y equidad (Aldea y Valdovinos Reference Aldea and Valdovinos2005; Claassen Reference Claassen1998; Reitz y Wing Reference Reitz and Wing2008), enfatizándose la abundancia y diversidad taxonómica y anatómica de los conjuntos (Grayson Reference Grayson1984; Lyman Reference Lyman1994). Para la industria ósea se determinó la porción anatómica y la especie utilizada para su fabricación. Además, se realizó un análisis tecnológico de las piezas y una clasificación morfofuncional de los instrumentos, abarcando el estudio de sus macro-huellas de uso (Averbouh Reference Averbouh2000; Averbouh y Provenzano Reference Averbouh and Provenzano1998-1999; Baumann Reference Baumann2014; Bravo et al. Reference Bravo, Troncoso and Santander2019; Christensen Reference Christensen2016; Maigrot Reference Maigrot2003; Sidéra Reference Sidéra1993). Para ambos conjuntos se realizaron estudios tafonómicos (Behrensmeyer Reference Behrensmeyer1978; Pacheco et al. Reference Pacheco, Altamirano and Guerra1986).
El material lítico se analizó usando criterios tecnológicos que evaluaron las secuencias de reducción e inversión de trabajo en su elaboración, considerando variables como fragmentación, proporción de corteza, tipos de talón, características morfológicas y tecnológicas (Andrefsky Reference Andrefsky1998). Las materias primas se clasificaron por sus características macroscópicas y criterios de calidad para la talla (Aragón y Franco Reference Aragón and Franco1997).
El arte rupestre fue registrado espacialmente y procesado digitalmente con DStretch (Harman Reference Harman2008) para definir sus patrones decorativos y cronología a partir de la información regional (Troncoso Reference Troncoso2022).
Las piedras tacitas se caracterizaron basándose en su emplazamiento, número de oquedades y tipología (sensu Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018). Los residuos obtenidos de éstas se abordaron desde un enfoque de análisis múltiple (Coil et al. Reference Coil, Korstanje, Archer and Harstof2003). Las muestras se extrajeron mediante el raspado directo de las partes activas de las oquedades (Babot Reference Babot, Marconetto, Oliszewski and del Pilar Babot2007). También se analizó el tártaro dental de 50 individuos depositados en el Museo Nacional de Historia Natural de Santiago. Para la extracción y tratamiento de tártaro dental se siguieron los protocolos realizados por Boyadjian (Reference Boyadjian2007), y Hardy y colaboradores (Reference Hardy, Blankeney, Copeland, Kirkham, Wrangham and Collins2009). Se registró y caracterizó todo el conjunto de microfósiles basándose en el International Code for Phytolith Nomenclature (ICPN) para los silicofitolitos (Madella et al. Reference Madella, Alexandre and Ball2005) y el International Code for Starch Nomenclature (ICSN 2011) para los granos de almidón.
Muestras óseas de 34 individuos adultos (≥20 años) depositados en el Museo Nacional de Historia Natural y en el Museo Arqueológico de La Serena, fueron sujetas a análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno en colágeno (ẟ13Ccol y ẟ15Ncol), así como de carbono y oxígeno en bioapatita (ẟ13Cap y ẟ18O) en el Laboratorio Alaska Stable Isotope Facility (ASIF), siguiendo los protocolos establecidos (Alfonso-Durruty et al. Reference Alfonso-Durruty, Troncoso, Misart, Larach and Becker2017 adaptado de Misarti et al. Reference Misarti, Finney, Maschner and Wooller2009). La diferencia del carbono en apatita y colágeno (ẟ13Cap−col) fue calculada para caracterizar la dieta. La relación C:N se calculó y evaluó para establecer la fiabilidad de los datos (DeNiro Reference DeNiro1987; Hedges Reference Hedges2003; Koch et al. Reference Koch, Fogel, Tuross, Michener and Lajtha1994; Tuross et al. Reference Tuross, Fogel and Hare1988). Se estimó sexo y edad con métodos antroposcópicos aplicados a la pelvis y el cráneo (Brooks y Suchey Reference Brooks and Suchey1990; Buikstra y Ubelaker Reference Buikstra and Ubelaker1994; Lovejoy et al. Reference Lovejoy, Meindl, Pryzbeck and Mensforth1985; Meindl y Lovejoy Reference Meindl and Lovejoy1985; Phenice Reference Phenice1969; White et al. Reference White, Black and Folkens2012). Se realizaron comparaciones entre los sexos con el test-t de Student, con o sin igualdad de varianza, dependiendo de los resultados del análisis de varianza (test-F). El análisis estadístico fue ejecutado en Excel 2012 (Build 12527.20880), con el Real Statistics Resource Pack (Zaiontz Reference Zaiontz2010). La proporción de recursos consumidos fue estimada con modelos mixtos en “R” paquete SIMMR (0.4.5; Parnell e Inger Reference Parnell and Inger2021). El análisis inicial incluyó recursos terrestres y marinos para los cuales se contaba con data regional (obtenida en éste y otros estudios). Basado en los resultados iniciales, se ejecutó un segundo análisis que sólo incluyó recursos marinos. Finalmente, se realizaron nueve dataciones radiocarbónicas privilegiando muestras de restos vegetales carbonizados (n = 5) y fragmentos óseos de Lama guanicoe (n = 3) para evitar los problemas del efecto reservorio. Todas las edades fueron calibradas usando la curva SHCal 20 y el programa Oxcal (Bronk Ramsey Reference Bronk Ramsey2009; Hogg et al. Reference Hogg, Heaton, Hua, Palmer, Turney, Southon and Bayliss2020). También se incluyeron muestras humanas (n = 2), en cuyo caso se calculó el efecto reservorio siguiendo las propuestas de Carré y colaboradores (Reference Carré, Jackson, Maldonado, Chase and Sachs2016) para la región.
Resultados
Estratigrafía y cronología de las ocupaciones
La sucesión estratigráfica del sitio muestra, de base a techo (18 a 22 m snm), una unidad de arena, limo y gravilla de color pardo oscuro con abundantes guijarros pequeños (espesor variable y desconocido), que corresponden a los sedimentos de la terraza marina y no contienen material malacológico. Suprayace una unidad de arena gris oscura con abundante contenido orgánico y muy baja presencia de guijarros (ca. 19 m snm; espesor 20 a 70 cm), con un alto contenido de material malacológico sin estructura y en estado muy fragmentado. La excavación de esta unidad permitió definir depósitos discretos (Stein Reference Stein and Stein1992) de acumulación de basura conchífera sobre la base de los taxa presentes, su frecuencia, fragmentación y compactación. Se identificaron 19 acumulaciones conchíferas ubicadas cronológicamente por medio de ocho edades radiocarbónicas y sus relaciones estratigráficas (Tabla suplementaria 1).
A estas edades se suman las obtenidas anteriormente del área de funebria (Kuzmanic y Castillo Reference Kuzmanic and Castillo1986; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1986; n = 6), y dos fechados nuevos sobre esqueletos (Tabla suplementaria 2).
Las edades obtenidas de los contextos residenciales se agrupan en dos lapsos: 5800-5000 cal aP y 3500-2500 cal aP. En contraposición, las edades de los contextos funerarios muestran una mayor dispersión, desde 6000 cal aP hasta aproximadamente 2000 cal aP (Figura 2).
Los conjuntos materiales de Punta Teatinos
Material faunístico
Se recuperó un rico contexto de restos malacológicos, ictiológicos y de mamíferos y aves. Los restos malacológicos corresponden a 11.168 especímenes asignables a un número mínimo de 2.869 individuos. El principal proceso tafonómico identificado corresponde a diagénesis por posible dilución de la matriz calcárea de las valvas. La muestra presenta buena integridad pues la proporción de valvas completas y semicompletas es relativamente alta (39%). La mayor frecuencia corresponde a Trochidae (27,9% del MNI) debido a la alta cantidad de Diloma nigerrimum (MNI = 606). Le siguen Mytilidae (13,2%) y Calyptraeidae (11,4%) destacando, respectivamente, la frecuencia de Choromytilus chorus (MNI = 343) y Crepipatella dilatata (MNI = 325). Fissurellidae, Muricidae e Imparidentia presentan una o dos especies con alta frecuencia relativa (Tabla suplementaria 3). En 39 especímenes se observaron modificaciones asociables a usos, correspondientes mayormente a C. concholepas con pigmento rojo (n = 31) y una valva de C. concholepas, E. rufa y F. limbata con lascados paralelos, asociables a una preparación para uso en raspado o corte.
La estimación de la talla en 257 valvas de 13 especies (ancho promedio C. concholepas 75,6 mm, DS = 18 mm; ancho promedio E. rufa 83,2 mm, DS = 14 mm) sugiere una selección amplia de individuos dirigida a tallas medias y grandes.
Los registros de ambos momentos ocupacionales no evidencian grandes diferencias, aunque hay una disminución en Trochidae y Venerida, y un aumento en la abundancia (MNI) de Mytilidae (C. chorus) y M. donacium (Figura 3). La riqueza (Nspp = 39 y 40 en las ocupaciones 1 y 2; total 44), diversidad (H' de Shannon = 2,734 y 2,693; total 2,771) y equidad (V' de Sheldon = 0,7462 y 0,7301; total 0,7323) entre ambas ocupaciones son similares.
El conjunto ictiológico está compuesto por 645 especímenes asignables a un número mínimo de 176 individuos de 17 taxa (Tabla suplementaria 4). Presentan un bajo grado de meteorización y una completitud medio/alta indicando una buena conservación del conjunto. Las huellas de alteración humana corresponden a ocho especímenes en estado carbonizado o calcinado. No se registraron huellas de corte o evidencias de formatización. Entre los taxones representados predomina Trachurus murphyi (54,8% NISP y 57,4% MNI), seguido por Thyrsites atun (9,8% NISP y 4,5% MNI), Genypterus sp. (7,8% NISP y 5,1% MNI) e Isacia conceptionis (5,7% NISP y 5,1% MNI).
Considerando la totalidad de taxones y sus ambientes de explotación, a partir de los NISP se observa un predominio de peces de ambientes nerito-pelágicos (76%, Trachurus murphyi y Thyrsites atun). Asimismo, se identifica una explotación del ambiente intermareal/submareal rocoso (19,8%), así como de fondo arenoso (4,2%). No se observan diferencias significativas en los porcentajes de las especies explotadas entre ambas ocupaciones, salvo una leve preponderancia de Thyrsites atun, Paralichthys microps y Trachurus murphyi en la primera ocupación (Figura 4). La riqueza (Nspp = 16 y 15; total 17), diversidad (H' = 1,74 y 1,794; total 1,787) y equidad (V' = 0,6277 y 0,6626; total 0,6308) entre ambas ocupaciones son similares.
Los restos de aves y mamíferos se componen de 1.980 especímenes (Tabla suplementaria 5). Entre las primeras predomina Phalacrocoracidae, de la cual se han recuperado restos de la parrilla costal, huesos de las alas y extremidades inferiores, sugiriendo su ingreso completo al sitio. Se reconoce un bajo número de restos de Procellariiformes, Spheniscus humboldti y Passeriformes, así como pocos restos expuestos al fuego (4,9%) y con huellas de procesamiento (particularmente cortes), presentes en el 0,36% de todo el conjunto, en especial en restos de camélidos, otáridos y cormoranes. Los mamíferos marinos presentan una alta frecuencia, destacando Otariidae (incluyendo a Otaria flavescens) y Pinnipedia. Estos están representados por restos del esqueleto apendicular y axial de adultos y juveniles, destacando la alta frecuencia de especímenes de la parrilla costal. Entre los mamíferos terrestres se observa un predominio de camélidos. La morfología y dimensiones de sus falanges son afines a guanacos (Lama guanicoe) de la franja costera del semiárido (P. López, comunicación personal 2022). Aunque la frecuencia de restos es menor en la segunda ocupación (Tabla suplementaria 5), la riqueza, diversidad y equidad entre ocupaciones varía escasamente (Nspp = 14, H' = 2,438 y V' = 0,924).
Industria ósea
Se identificaron ocho artefactos, provenientes de la primera (n = 4) y segunda ocupación (n = 4). Seis fueron elaborados sobre huesos de mamíferos terrestres, probablemente camélidos, y dos, sobre mamíferos indeterminados. Se reconocieron tres fragmentos de objetos de función indeterminada; dos instrumentos completos cuyas huellas de uso (lascados asociados a estrías de deslizamiento y un facetado del ápice) se asocian a compresores para el trabajo lítico; una barba completa y dos desechos resultantes de la segmentación de soportes (Figura 5). Los compresores presentan huellas en la base, uno de aserrado y el otro de abrasión periférica. Ambos procedimientos podrían haber sido utilizados ya fuese para acortar los instrumentos o para reciclar el artefacto restante. Este conjunto se integra al corpus de instrumentos recuperados anteriormente (Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966), reflejando una orientación hacia prácticas de pesca y caza marina, recolección de moluscos, trabajo de fibras vegetales y herramientas líticas (Bravo et al. Reference Bravo, Troncoso and Santander2019).
Conjuntos líticos
Se recuperaron 519 piezas correspondientes mayoritariamente a derivados de talla asociados a distintas etapas de la cadena productiva (93,64%). El conjunto se caracteriza por una gran variedad de materias primas, de buena calidad y con un predominio de rocas silicificadas (71%). Aunque los atributos de estas materias primas sugieren que son locales, su aprovisionamiento no es inmediato al entorno del sitio. Destaca la presencia de obsidiana, recurso foráneo a la región. Materias primas de disponibilidad inmediata, como basaltos y andesitas, tienen una baja representación (16,8%; Tabla suplementaria 6).
La mayoría de las piezas líticas carecen de corteza, sugiriendo que en Punta Teatinos se desarrollaron las etapas finales de las cadenas operativas (desbaste lítico secundario y/o más avanzado). La ausencia de núcleos y la menor representación de derivados de núcleo indican que las rocas silíceas fueron transportadas a este lugar con algún grado de procesamiento (lascas espesas o bifaces), matrices sobre las cuales se efectuó astillamiento bifacial. Caso similar es el del cristal de cuarzo observado en la manufactura de instrumentos bifaciales. En basaltos predomina la manufactura de categorías informales. Andesitas y riolitas, de regular calidad de talla, se asocian únicamente al procesamiento de núcleos y talla marginal. Finalmente, el derivado de retoque de obsidiana sugiere que el proceso de talla primaria fue ejecutado en otro contexto.
El grueso de las materias primas líticas habría sido recolectado en las inmediaciones del sitio. La menor presencia de corteza en rocas silíceas indica un rango de aprovisionamiento cercano, pero algo más alejado del contexto, probablemente lechos de ríos o fuentes secundarias. Destacan en este conjunto matrices elaboradas sobre guijarros de materias primas de calidad regular para la manufactura de piezas informales.
Estas tendencias se reafirman con la alta frecuencia de talones seudofacetados, puntiformes y rebajados de dimensiones pequeñas (1,0 a 1,5 cm), aspecto que se identifica también para algunos talones planos asociados al desbaste bifacial. Los talones corticales presentan dimensiones diversas denotando variabilidad en los tamaños de los nódulos. Esto es coherente con el registro de nódulos pequeños (generalmente sílices), y otros de tamaños mucho mayores (principalmente andesitas), debido a su mayor disponibilidad inmediata al contexto.
Entre los instrumentos predominan las puntas de proyectil (n = 15), que fueron elaboradas sobre lascas y bifaces de matriz de derivados de talla, usando rocas silíceas (n = 12) y cristal de roca (n = 3). Las puntas son lanceoladas (n = 8), triangulares (n = 3) de sección biconvexa, o de forma indeterminada (n = 4). Sus bases son variadas, rectas (n = 3), cóncavas (n = 4), convexas (n = 2) y pedunculadas (n = 2). Se reconoce una hoja bifacial taltaloide asociada a un enterratorio disturbado recuperado en el extremo norte del sitio y adscribible al primer momento de ocupación (Figura 6). Su presencia es destacable en tanto estas piezas son características de la costa arreica de Atacama (e.g., Salazar et al. Reference Salazar, Figueroa, Andrade, Salinas, Olguín, Power, Rebolledo, Parra, Orellana and Urrea2015), aunque han sido reconocidas previamente en la CCNSA (e.g., Iribarren Reference Iribarren1960). Complementan este conjunto, bifaces (n = 2), raspadores (n = 1) y cuchillos (n = 6). Entre las categorías informales, hay cepillos (n = 3), un tajador, sobadores (n = 2) y un derivado con modificaciones. Además, hay seis instrumentos de molienda (manos de moler —dos esféricas y dos elipsoidales— y dos soportes de molienda). No se observan diferencias substanciales entre ambas ocupaciones.
Piedras tacitas y microfósiles
Se identificaron cuatro piedras tacitas con un total de 14 oquedades cupuliformes. Si bien las piedras tacitas se presentan en la región entre 4000 y 900 cal aP, las características descritas corresponden a atributos propios, pero no exclusivos, de los contextos de la primera mitad del Holoceno tardío (Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018).
En ellas se recuperó un conjunto compuesto mayoritariamente por silicofitolitos (n = 104), granos de almidón (n = 29) y granos de polen (n = 25; Tabla suplementaria 7). La comparación de las muestras de raspado directo de residuos con las de control (lavado) muestra la ausencia de granos de almidón en las últimas, indicando que los granos recuperados corresponden al uso de las oquedades.
En relación con los recursos reconocidos, se estableció afinidad con un posible grano de maíz (cf., Zea mays L.; Holst et al. Reference Holst, Moreno and Piperno2007), hoja de palma chilena (Jubaea chilensis; Patterer Reference Patterer2014), fruto de lucumillo (Myrcianthes coquimbensis; Chávez Reference Chávez2020) y tubérculo de Solanum sp. (papa silvestre o doméstica; Spooner et al. Reference Spooner, Jansky, Clausen, del Rosario Herrera and Ghislain2012). Se reconocen también residuos de plantas herbáceas (Panicoide y Bambusoide; Figura 7a).
Restos bioantropológicos: Isótopos estables y tártaro dental
Se recuperaron microrrestos en el tártaro dental de 47 de los 50 individuos muestreados, identificándose una variedad de microfósiles que corresponden a granos de almidón (n = 416), silicofitolitos (n = 120) y calcifitolitos (n = 49). Se reconocieron silicofitolitos afines a hoja de palma chilena (Jubaea chilensis), posible cucurbitácea (Cucurbitaceae) y plantas herbáceas (símil Poaceae y Pooideae). En los granos de almidón se encontraron restos afines a la familia del poroto (Phaseolus sp.), hoja de tabaco (Nicotiana sp.) y fruto de algarrobo (Prosopis sp.; Chávez Reference Chávez2020; Figura 7b).
Se analizaron los isótopos estables en 34 individuos adultos (≥20 años). Se excluyó el individuo 24 por presentar una razón C/N (4,18) fuera del rango aceptable (2,9-3,6). La muestra analizada está compuesta de un número similar de individuos femeninos (n = 16) y masculinos (n = 18). Los valores individuales y los resultados obtenidos indican el consumo de una dieta marina-omnívora (ẟ13Cap − ẟ13Ccol), compuesta principalmente de recursos cárneos marinos de origen intermareal (ẟ13Ccol $\bar{x} = 13, \;85$; ẟ15N $\bar{{\rm x}} = 16, \;79$), complementados con mamíferos y aves marinos (Figura 8a; Tablas suplementarias 8 y 9). La contribución de los recursos terrestres en la dieta es menor y excluye el consumo de plantas C4. Una estimación de las proporciones, en las que sólo se incluyen recursos marinos (incluyendo aves) y plantas C3, indica un alto consumo de plantas C3, mariscos y peces, complementado con aves y mamíferos marinos (Figura 8b).
Se observan diferencias significativas entre individuos masculinos y femeninos en el ẟ13Cap (t (25) = −2,45; p = 0,01), el ẟ13Ccol (t (30) = −3,77; p = 0,00), y el ẟ15N (t (30) = −2,16; p = 0,04). Estas diferencias muestran un enriquecimiento comparativo en carbono y nitrógeno en los individuos masculinos en relación con los femeninos. Los resultados del análisis del ẟ18O son más variables en individuos masculinos (DS = 1,21; Tabla suplementaria 8) y los individuos femeninos presentan valores significativamente más enriquecidos (t (26) = 2,28; p = 0,03). Los resultados en SIMMR, que sólo incluyen recursos marinos y plantas C3, indican que el consumo de mamíferos, aves y peces marinos era similar entre los sexos. Sin embargo, los individuos femeninos consumían más plantas C3 (Figura 8c), y los individuos masculinos tenían una dieta en la que los peces marinos (Figura 8d) constituían una proporción mayor.
Arte rupestre
Se identificaron cinco bloques con pinturas rojas asociables a la tradición de cazadores recolectores definida para la región (Moya et al. Reference Moya, Troncoso, Sepúlveda, Cárcamo and Gutiérrez2016; Troncoso Reference Troncoso2022). Los bloques se dispersan a lo largo del sitio, aunque uno se ubica en la cumbre del cordón montañoso adyacente al conchal. Cada bloque presenta escasos diseños muy deteriorados, reconociéndose motivos no figurativos elaborados a partir de líneas, estrategia visual propia a esta tradición (Figura 9a). La posible presencia de un antropomorfo asociado a un cuadrúpedo (¿camélido?) indica la presencia de pinturas del segundo momento de esta tradición (posterior al 1400 cal aP; Troncoso Reference Troncoso2022; Figura 9b).
Discusión
Este trabajo discute la relación con el entorno costero de los grupos cazadores-recolectores-pescadores de la CCNSA entre 6000 y 2000 cal aP. Nuestros resultados concuerdan con estudios anteriores (Quevedo Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998) e indican una fuerte orientación costera en estas comunidades. El conjunto malacológico revela una estrategia generalista de apropiación que combina un aprovechamiento del litoral arenoso y rocoso, así como del intermareal y submareal. La presencia de especies epibiontes como Diloma nigerrimum indica el aprovechamiento de algas. El registro ictiológico muestra la explotación de diferentes ambientes próximos al borde costero con un claro foco en la obtención de Trachurus murphyi. El contexto zooarqueológico muestra una alta frecuencia de pinnípedos que entregan un rico aporte proteico, pero también de grasa, sangre y pieles (Mayorga Reference Mayorga2017). Esta relevancia de los recursos marinos es coherente con los valores isotópicos obtenidos.
La orientación costera de las comunidades de Punta Teatinos se articula con el aprovechamiento de otros espacios que incluyen el humedal vecino, evidenciado en la alta frecuencia de aves. El instrumental óseo muestra un uso secundario de fibras, posiblemente para la producción de cestería (Bravo et al. Reference Bravo, Troncoso and Santander2019), lo que se refrenda en el reconocimiento del uso parafuncional del sistema masticatorio de diferentes sujetos (Quevedo Reference Quevedo1976) y, posiblemente, la presencia de microrrestos de plantas herbáceas en las piedras tacitas asociables a la preparación de fibras vegetales. La presencia de Jubaea chilensis en tártaro dental y piedras tacitas es asociable al uso y procesamiento de las fibras, e indirectamente, indicaría el consumo de los frutos de esta planta localmente distribuida.
La escasa presencia de Lama guanicoe es destacable. Prieto y Sandweiss (Reference Prieto, Sandweiss, Prieto and Sandweiss2020), han resaltado la poca relevancia dada a este animal en las ocupaciones de la costa andina. Nuestro caso sugiere que, si bien el guanaco pareciera no ser un animal significativo en la dieta, el aprovechamiento de otros productos como sus huesos para la manufactura de instrumentos, fue clave en las estrategias de apropiación del ámbito costero pues una buena parte del instrumental de caza y pesca marítima se basó en instrumentos elaborados sobre restos óseos de guanaco (Bravo et al. Reference Bravo, Troncoso and Santander2019).
Estas evidencias reflejan una importante apropiación del espacio costero, el humedal circundante y otros sectores terrestres. El uso de recursos vegetales se reconoce en las piedras tacitas (Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1964, Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966, Reference Schiappacasse and Niemeyer1986) y el tártaro dental. Los recursos vegetales corresponden principalmente a especies no domesticadas, aunque si se destaca la presencia de Phaseolus sp. en el tártaro dental de un individuo. El registro de Zea mays posiblemente es producto de una reutilización posterior de las piedras tacitas, pues las edades absolutas conocidas para este recurso en la región remiten hacia el 900-1000 cal aP (Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018). A su vez, no hay evidencia isotópica de plantas C4 en la dieta de los individuos analizados, la cual emerge en el período Intermedio tardío (Alfonso-Durruty et al. Reference Alfonso-Durruty, Troncoso, Misart, Larach and Becker2017).
En este contexto resalta la ausencia de peces de aguas profundas. La extensión del área intervenida hace suponer que dicha ausencia no es un sesgo de la excavación, y se confirma al revisar los escasos reportes de otros contextos contemporáneos (Méndez et al. Reference Méndez, Nuevo-Delaunay, Grasset, Maldonado, Seguel, Troncoso, Talep and Villalón2021; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1964). Esto sugiere la inexistencia de navegación a mar abierto, a diferencia de lo que ocurre en la costa arreica de Atacama. La presencia de bifaces taltaloides y anzuelos de concha en la CCNSA, elementos materiales tradicionales de las ocupaciones del Holoceno medio en la costa arreica atacameña, ha dado pie a asociar las ocupaciones de ambas regiones (Alcalde y Flores Reference Alcalde and Flores2020; Iribarren Reference Iribarren1960, Reference Iribarren1964). Sin embargo, el registro arqueológico muestra claramente que los modos de vida en ambos territorios difieren en sus estrategias de ocupación costera y apropiación de la naturaleza (Olguín Reference Olguín, Salazar and Jackson2014; Salazar et al. Reference Salazar, Figueroa, Andrade, Salinas, Olguín, Power, Rebolledo, Parra, Orellana and Urrea2015).
La articulación extra-costera se reconoce en la industria lítica, la cual incluye materias primas de acceso inmediato y materiales foráneos, posiblemente adquiridos dentro de circuitos de movilidad que cubren la cuenca inferior de este territorio, espacios donde son recurrentes las piedras tacitas y pinturas rupestres (Ampuero y Rivera Reference Ampuero and Rivera1969; Pascual et al. Reference Pascual, Escudero, Larach, Troncoso, La Mura, López, Martínez, Hernández and Dávila2019; Troncoso et al. Reference Troncoso, Moya and Basile2016).
De esta forma, Punta Teatinos da cuenta de una ocupación que integra múltiples espacios y paisajes locales dentro de una forma de vida centrada en la explotación costera. La riqueza y variabilidad de este contexto contrasta con las ocupaciones contemporáneas de la vecina localidad de El Teniente, las que no presentan la riqueza ictiológica, malacológica y vegetal acá reconocida (Méndez et al. Reference Méndez, Nuevo-Delaunay, Grasset, Maldonado, Seguel, Troncoso, Talep and Villalón2021). Esto se relaciona con un uso heterogéneo de la costa local en la que se contraponen espacios de alta productividad como Punta Teatinos con espacios de menor productividad como El Teniente (Méndez et al. Reference Méndez, Nuevo-Delaunay, Grasset, Maldonado, Seguel, Troncoso, Talep and Villalón2021). Sin duda, la combinación de un ambiente marino rico en la bahía de Coquimbo, sumado al extenso sistema de humedales que ahí se emplaza, le entrega características particulares que posibilitaron una gran densidad poblacional como lo sugieren los cementerios propios a este tiempo (Castelleti et al. Reference Castelleti, Biskupovic, Campano, Guajardo, Delgado, Peralta and Alfaro2012; Fuentes et al. Reference Fuentes, Biskupovic, Castelleti and Retamales2010; Iribarren Reference Iribarren1956, Reference Iribarren1960; Kuzmanic y Castillo Reference Kuzmanic and Castillo1986; Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1964, Reference Schiappacasse and Niemeyer1965-1966, Reference Schiappacasse and Niemeyer1986).
Los contextos estudiados en Punta Teatinos también indican la circulación de saberes, formas y tecnologías entre grupos de la CCNSA y la costa arreica de Atacama, evidenciada en los bifaces taltaloides y anzuelos de concha recuperados en la zona (Iribarren Reference Iribarren1956, Reference Iribarren1960, Reference Iribarren1964). La literatura muestra una baja cantidad de anzuelos de concha y bifaces taltaloides en la CCNSA, en oposición a su recurrencia en la costa arreica atacameña (Salazar et al. Reference Salazar, Figueroa, Andrade, Salinas, Olguín, Power, Rebolledo, Parra, Orellana and Urrea2015). Su baja frecuencia apunta a una red social antes que a una unidad cultural (Whallon Reference Whallon2006), diferencia que se ve aumentada por sus distintos modos de vida. Asimismo, la CCNSA corresponde al límite meridional de distribución de estos elementos culturales (Alcalde y Flores Reference Alcalde and Flores2020; Iribarren Reference Iribarren1960, Reference Iribarren1964), formando parte de una red social particular que se diferenciaría de lo que ocurre hacia el sur (Llagostera Reference Llagostera, Hidalgo, Schiappacasse, Niemeyer, Aldunate and Solimano1989; Méndez y Jackson Reference Méndez and Jackson2004).
Las edades radiocarbónicas obtenidas muestran un funcionamiento diferencial del área funeraria y residencial. Mientras en la primera se reconocería un uso continuo entre 6000 y 2000 cal aP, con un posible hiato entre 4200 y 3500 cal aP, en el área residencial se reconocen dos momentos de ocupación: una primera hacia 5800-5000 cal aP y otra entre 3500 y 2500 cal aP. Esto sugeriría un uso diferencial del sitio a través del tiempo, intercalándose momentos en que Punta Teatinos se ocuparía exclusivamente con fines funerarios, mientras que en otros se combinaría con su uso residencial. Es interesante que los dos momentos de ocupación residencial coinciden con incrementos en la humedad de los ambientes terrestres por sobre una amplia productividad primaria marítima (Maldonado et al. Reference Maldonado, Eugenia de Porras, Zamora, Rivadeneira, María Abarzúa, Falabella, Uribe, Sanhueza, Aldunate and Hidalgo2016), reafirmando la relevancia del humedal en la ocupación de este espacio.
Por otro lado, esta diferenciación podría asociarse a aspectos históricos de las trayectorias humanas del Holoceno tardío. Para la CCNSA, Schiappacasse y Niemeyer (Reference Schiappacasse and Niemeyer1986) sugieren la existencia de dos fases para este momento: Guanaqueros (ca. 4000 aP) y Punta Teatinos (ca. 3500 aP), a partir de un conjunto de indicadores que incluyen la desaparición durante la segunda fase de los bifaces taltaloides y anzuelo de conchas. Esto ocurriría en un contexto de reorientación económica hacia el uso de recursos terrestres, evidenciado por la popularización de los instrumentos de molienda. Sin embargo, nuestros análisis en Punta Teatinos no sugieren un cambio radical en el tiempo de las estrategias de apropiación de la naturaleza, ni en la orientación costera de estas poblaciones, aunque sí se reconocen algunas modificaciones.
La ausencia de bifaces taltaloides y anzuelos de conchas posterior al 3500 aP (Schiappacasse y Niemeyer Reference Schiappacasse and Niemeyer1986) sugeriría un cambio en las redes sociales y articulaciones extrarregionales de las comunidades costeras del CCNSA. De hecho, el primer momento de ocupación en Punta Teatinos coincide con el período Arcaico IV de la costa de Taltal (5500-4500 cal aP; Salazar et al. Reference Salazar, Figueroa, Andrade, Salinas, Olguín, Power, Rebolledo, Parra, Orellana and Urrea2015), caracterizado por una recurrencia de bifaces taltaloides, anzuelos de concha, aumento poblacional y la posible ampliación de las redes de movilidad de estas comunidades.
También, se reconocen dos modificaciones en la conformación del espacio. Pino y otros (Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018), en acuerdo con Schiappacasse y Niemeyer (Reference Schiappacasse and Niemeyer1986), proponen que las piedras tacitas aparecen en la región hacia 4000 cal aP, asociándose al segundo momento de ocupación del sitio. Esto sugeriría un incremento de la recolección de recursos vegetales, sin implicar un cambio en la orientación costera de estas poblaciones. Aunque Schiappacasse y Niemeyer (Reference Schiappacasse and Niemeyer1986) sugirieron que la aparición de piedras tacitas se asociaría a una reorientación económica de estas comunidades hacia recursos del interior durante la primera mitad del Holoceno tardío, este proceso sería de mayor extensión temporal y se intensificaría entre 2000 y 1000 cal aP (Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018).
Sin embargo, la aparición de las piedras tacitas se asocia a la construcción de paisajes históricos (Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018). Asimismo, las pinturas rupestres se vincularían al segundo momento de ocupación de Punta Teatinos (Troncoso Reference Troncoso2022). Piedras tacitas y arte rupestre implican una transformación en la conformación espacial del sitio, asociándose a un proceso de demarcación de los espacios residenciales de los grupos cazadores recolectores, que se observa recurrentemente en la CCNSA (Troncoso Reference Troncoso2022; Troncoso et al. Reference Troncoso, Moya and Basile2016). Este proceso ocurriría dentro de las dinámicas de territorialización y construcción de redes diferenciales entre las tierras altas y bajas de la zona en un contexto de aumento demográfico (Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018; Troncoso et al. Reference Troncoso, Moya and Basile2016). A su vez, articularía con las evidencias de violencia reconocidas, así como con la reducción en las redes sociales extrarregionales de estos grupos, evidenciadas en la desaparición de los bifaces taltaloides y anzuelos de concha.
A nivel funerario destacan las diferencias que se despliegan a distintos niveles. Quevedo (Reference Quevedo1976, Reference Quevedo1998) propuso una diferenciación entre sexos a partir de la distribución de patologías óseas. Esta diferenciación se expresa también en la dieta (isótopos estables), pero no es visible en los residuos presentes en el tártaro dental. Desafortunadamente, la baja cantidad de dataciones radiocarbónicas disponibles del sector funerario no nos permite conocer si esta variabilidad sexual es homogénea a lo largo del tiempo de ocupación del cementerio o bien se asocia a un momento ocupacional específico. Futuras investigaciones deberán evaluar este aspecto con una mayor resolución cronológica y dentro del contexto de transformaciones que ocurren en este momento.
Conclusiones
Los resultados obtenidos permiten reconocer dos ejes de variación relevante para la CCNSA que singularizan el transecto cronológico abordado: uno espacial y uno temporal.
Espacialmente, reconocemos diferencias entre los desarrollos de la costa arreica y la CCNSA en las lógicas de ocupación costera y apropiación de la naturaleza (Salazar et al. Reference Salazar, Figueroa, Andrade, Salinas, Olguín, Power, Rebolledo, Parra, Orellana and Urrea2015). Las evidencias demuestran que los modos de vida arcaicos de la CCNSA no son “marítimos”, sino “costeros” (Erlandson y Fitzpatrick Reference Erlandson and Fitzpatrick2006). La presencia de anzuelos de concha y bifaces taltaloides en el área indica una amplia red de interacción durante la transición Holoceno medio-Holoceno tardío que no conlleva una homogeneidad en las formas de vida, ni una incorporación de la navegación para la explotación de fauna marina en la costa del CCNSA.
En el eje temporal se reconoce una modificación en la conformación del paisaje particular en la zona, así como en las redes de relaciones extrarregionales, sin que se acople a un cambio radical en el sistema económico (Pino et al. Reference Pino, Troncoso, Belmar and Pascual2018; Troncoso et al. Reference Troncoso, Moya and Basile2016).
Ambas dimensiones permiten reconocer la heterogeneidad y particularidad temporal que adquieren las relaciones entre las comunidades costeras con su entorno inmediato, conformando la CCNSA una zona con dinámica propia que difiere de lo que ocurre tanto al norte como al sur de este territorio. Esta situación es afín a las propuestas de Barberena y colegas (Reference Barberena, Méndez and Eugenia de Porras2017), que reconocen una serie de procesos locales de transformación social en los Andes del sur en coherencia con el advenimiento de nuevas condiciones ambientales para el Holoceno tardío; transformaciones con distintos matices producto de las trayectorias históricas de cada grupo. A la par, ella muestra cómo a lo largo de la costa de los Andes del sur se despliega una serie de particularidades asociadas a la historicidad de las relaciones entre los habitares de estos grupos, las características geográficas y ambientales de sus entornos, y las redes de interacción social intra e interregional desarrolladas por estas poblaciones.
Agradecimientos
Al Museo Nacional de Historia Natural de Santiago y al Museo Arqueológico de La Serena, Chile. A los/as evaluadores/as del manuscrito que permitieron mejorar este trabajo con sus comentarios.
Declaración de financiamiento
Trabajo financiado por los proyectos Fondecyt 1200276, y UPWELL–NCN19_153.
Declaración de disponibilidad de datos
Los materiales excavados y los datos digitales usados en este trabajo están disponibles en el Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, Santiago, y a través de solicitud a los/as autores/as.
Conflicto de interés
Lo/as autore/as declaran que no hay ningún conflicto de interés.
Material suplementario
Para acceder al material suplementario que acompaña este artículo, visitar https://doi.org/10.1017/laq.2023.45.
Tabla suplementaria 1. Asignación de unidades de excavación y unidades estratigráficas a ocupación humana del período Arcaico.
Tabla suplementaria 2. Dataciones radiocarbónicas del período arcaico obtenidas en el sitio Punta Teatinos.
Tabla suplementaria 3. Cuantificación restos malacológicos por cada momento de ocupación.
Tabla suplementaria 4. Cuantificación material ictiológico por cada momento de ocupación.
Tabla suplementaria 5: Cuantificación material zooarqueológico por cada momento de ocupación.
Tabla suplementaria 6. Cuantificación material lítico por cada momento de ocupación.
Tabla suplementaria 7. Proveniencia y tipo de muestras arqueobotánicas extraídas desde piedras tacitas.
Tabla suplementaria 8. Resultados de estimación del sexo y análisis isotópicos.
Tabla suplementaria 9. Estadística descriptiva de los resultados de isótopos estables en la muestra total y por categoría sexual.