El archipiélago patagónico septentrional (~41°30′-47°S), constituye una extensa zona geográfica de 600 km de longitud conformada por dos grandes sistemas insulares con notables discontinuidades biogeográficas (Davies et al. Reference Bethan J., Darvill, Lovell, Bendle, Dowdeswell, Fabel and García2020; Ferro y Morrone Reference Ferro and Morrone2014): el Archipiélago de Chiloé (~41°30′-43°S) y el Archipiélago de los Chonos (~43°-47°S; Figura 1). Dicho escenario registra los primeros indicios de ocupación humana desde ~6500 años cal aP, por parte de cazadores-recolectores-pescadores marinos (Legoupil Reference Legoupil2005; Ocampo y Rivas Reference Ocampo and Rivas2004; Porter Reference Porter1993; Rebolledo et al. Reference Rebolledo, Delgado, Kelly, Sierralta, Bravo, Hernández and Cortés2021; Reyes Reference Reyes2020; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010; Rivas et al. Reference Rivas, Ocampo and Aspillaga1999). Sin embargo, el Archipiélago de Chiloé describe un importante cambio en las trayectorias del poblamiento hacia el último milenio, con la aparición de tradiciones culturales portadoras de tecnología cerámica, horticultura y, probablemente, animales domésticos, como parte de un nuevo escenario social y cultural de acuerdo a lo sostenido por algunos investigadores (Aldunate Reference Aldunate, Hidalgo, Schiappacasse, Niemeyer, Aldunate and Mege1996; Cooper Reference Cooper1917, Reference Cooper and Steward1946; Menghin Reference Menghin1962) y la propia data etnohistórica (Bibar Reference Bibar1979 [1558]; Ercilla Reference Ercilla2009 [1569]; Goicueta Reference Goicueta1558). Estos cambios contrastarían con la continuidad de los sistemas de caza, recolección y pesca que perdurarán hasta momentos históricos al sur de este archipiélago (e.g., Bird Reference Bird and Steward1946; Cooper Reference Cooper1917, Reference Cooper and Steward1946).
De esta manera, la región de Chiloé y sectores aledaños continentales e insulares se convierten, en algún momento del Holoceno tardío, en un territorio fronterizo, un lugar de contacto entre sistemas culturales diferenciados, en donde se interrelacionan grupos con economías basadas en la producción de alimentos —probablemente a escala familiar y grupos de cazadores-recolectores-pescadores, que desde una perspectiva cronológica, habían dominado el ecúmene hasta el advenimiento de dichos procesos de transformación, pero que encuentran en estos territorios un límite geográfico que perdurará hasta la colonización europea con el consiguiente desmantelamiento cultural de estos grupos y/o sistemas de vida tradicionales (e.g., Reyes, Méndez y San Román Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019; Urbina et al. Reference Urbina, Reyes and Belmar2020).
El objetivo de este trabajo es evaluar cambios y continuidades en los patrones de subsistencia y en la dieta de los grupos que ocuparon el archipiélago de Chiloé a lo largo de su secuencia de ocupación, de acuerdo a los resultados del análisis de los valores de δ13C y δ15N correspondiente a restos humanos de 27 individuos procedentes de 11 sitios arqueológicos (Figura 1), junto al análisis realizado en diferentes muestras de algas y fauna arqueológica asociada, contribuyendo además con la reconstrucción de una ecología isotópica regional (e.g., Campbell et al. Reference Campbell, Santana, Munita, Mera, Massone, Andrade, Sánchez and Márquez2020; Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019). De los 27 individuos, 25 presentan edades radiocarbónicas directas entre ~4400 y 150 años cal aP. A su vez, este conjunto es comparado con los valores de δ13C y δ15N obtenidos previamente en cazadores-recolectores-pescadores del Archipiélago de los Chonos (n = 36, ~2000-300 años cal aP; Reyes Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019), y discutido además con la evidencia de consumo de algas, plantas silvestres y domesticadas en muestras de microfósiles del tártaro dental humano y en residuos de alimentos en fragmentos cerámicos procedentes del archipiélago septentrional (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021, Reference Belmar, Reyes, Tessone, Román, Morello, Alfonso-Durruty and Blom2023). Así, evaluamos las trayectorias culturales y los sistemas económicos-productivos a partir de la dieta de 63 individuos del archipiélago septentrional durante el Holoceno medio y tardío (sensu Walker et al. Reference Walker, Head, Berkelhammer, Björck, Cheng, Cwynar and Fisher2018). Se espera que la región de Chiloé y sectores aledaños sea el territorio donde se interrelacionan grupos con economías basadas en la producción de alimentos —horticultura y crianza de animales domésticos (Goicueta Reference Goicueta1558)— y grupos de cazadores-recolectores-pescadores.
Área de estudio: Clima y ecología
El Archipiélago de Chiloé cuenta con más de 30 islas, cubriendo una superficie de ~9.200 km2. La Isla Grande de Chiloé, la mayor de todas, presenta una superficie de ~8.300 km2. La fisonomía archipelágica está determinada principalmente por tectónica, cambios en niveles marinos y glaciaciones, conformando una geografía desmembrada que rompe la continuidad de la costa sudamericana (Davies et al. Reference Bethan J., Darvill, Lovell, Bendle, Dowdeswell, Fabel and García2020).
El clima, templado con tendencia oceánica de acuerdo a las variaciones del “Cinturón de Vientos del Oeste”, causa importantes regímenes de precipitación al oeste de los Andes, con promedios anuales entre 1.900 y 3.000 mm y temperaturas medias anuales cercanas a los ~10°C (Garreaud et al. Reference Garreaud, Vuille, Compagnucci and Marengo2009).
En líneas generales, y de acuerdo a diversos archivos ambientales, el Holoceno temprano fue un período más cálido y seco. A partir del Holoceno medio, los regímenes se tornan más húmedos y fríos (Davies et al. Reference Bethan J., Darvill, Lovell, Bendle, Dowdeswell, Fabel and García2020; Montande et al. Reference Montande, Nebout, Kissel, Haberle, Siani and Michel2013). La actual vegetación, típica de regímenes fríos y lluviosos, se clasifica principalmente en bosque siempreverde Laurifolio o Valdiviano (37°45′S-43°20′S) y bosque siempreverde con Coníferas o Nordpatagónico (43°20′S-47°30′S), este último desde el sur de Chiloé hasta el Archipiélago de los Chonos (Luebert y Pliscoff Reference Luebert and Pliscoff2006).
El ambiente litoral y marino registra gran biodiversidad de mamíferos marinos: 18 especies de cetáceos; 3 especies de cachalotes; 10 especies de delfines, marsopas y zifios; 2 especies de pinnípedos (Otaria flavescens y Arctocephalus australis; Aguayo et al. Reference Aguayo, Acevedo and Vargas2006). La avifauna está representada con cerca de 46 especies de aves (Rozzi et al. Reference Rozzi, Armesto, Correa, Torres-Mura and Salaberry1996). Los animales bentónicos de mayor interés económico corresponden a 48 especies de crustáceos, moluscos, anélidos y equinodermos con una dispersión biogeográfica amplia y desarrollo en distintos ambientes (Forcelli Reference Forcelli2000). Finalmente, destacamos 29 especies de peces (Navarro y Pequeño Reference Navarro and Pequeño1979). Respecto a las algas distribuidas en el intermareal y en la superficie oceánica existen cientos de especies de las cuales, por su valor alimenticio y comercial, las más destacadas son Macrocystis pyrifera (huiro), Lessonia nigrescens (huiro negro) y Durvillaea antarctica (cochayuyo; Santelices Reference Santelices1989).
De la diversidad de fauna terrestre e higrófila, los recursos más notorios corresponden a roedores como el coipo (Myocastor coypus), felinos como la huiña (Felis guigna), mustélidos como nutrias (Lontra provocax y Lontra felina), un cánido conocido como zorro de Chiloé (Lycalopex fulvipes) y un pequeño ciervo, el pudú (Pudu puda; González et al. Reference González, Torres-Mura, Muñoz-Pedreros, Galaz, Muñoz-Pedreros and Yañez2009).
Contextos y conjuntos arqueológicos del Archipiélago de Chiloé
El Archipiélago de Chiloé ha sido propuesto como uno de los tres núcleos posibles del origen y dispersión de la especialización litoral y marina durante el Holoceno medio por parte de grupos de cazadores-recolectores-pescadores, junto al área del estrecho de Magallanes y el canal Beagle (Ocampo y Rivas Reference Ocampo and Rivas2004; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010), con antigüedades máximas ~6500 años cal aP. Los yacimientos de este período se limitan a los sitios Puente Quilo 1, Chepu 005, San Juan 1 y Yaldad 2, en la costa norte, centro y sur de la Isla Grande de Chiloé (Legoupil Reference Legoupil2005; Ocampo y Rivas Reference Ocampo and Rivas2004; Rebolledo et al. Reference Rebolledo, Delgado, Kelly, Sierralta, Bravo, Hernández and Cortés2021; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010; Rivas et al. Reference Rivas, Ocampo and Aspillaga1999; Sierralta et al. Reference Sierralta, Rebolledo, Delgado, Cortés, Hernández and Bravo2021). La secuencia de ocupación en estos sitios se prolonga hasta el Holoceno tardío, incluyendo la presencia de tecnología cerámica prehispánica tardía en los niveles superiores (Legoupil Reference Legoupil2005; Rebolledo et al. Reference Rebolledo, Delgado, Kelly, Sierralta, Bravo, Hernández and Cortés2021; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010; Rivas et al. Reference Rivas, Ocampo and Aspillaga1999).
El registro arqueológico del Holoceno tardío presenta un aumento de la evidencia material, con mayor diversidad de depósitos; grandes conchales monticulares multi-componentes, conchales en cuevas, depósitos efímeros con materiales cerámicos, pinturas rupestres y grabados en cuevas en la costa continental adyacente, corrales de pesca y evidencia fúnebre, entre otros (e.g., Álvarez et al. Reference Álvarez, Munita, Fredes and Mera2008; Labarca et al. Reference Labarca, Calás, Letelier, Alloway and Holmberg2021; Legoupil Reference Legoupil2005; Munita et al. Reference Munita, Mera, Álvarez and Aldunate2016; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010).
Pese a que en la mayoría de los registros arqueológicos de Chiloé no hay una cuantificación de los componentes arqueofaunísticos, en la descripción de estos y de los conjuntos tecnológicos líticos se reconoce, a lo largo de toda la secuencia de ocupación, actividades de campamento en torno a prácticas de subsistencia orientadas a la caza de avifauna, mamíferos marinos, pesca y una importante recolección de mariscos complementada con la incorporación de mamíferos terrestres y recursos vegetales (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021, Reference Belmar, Reyes, Tessone, Román, Morello, Alfonso-Durruty and Blom2023; Díaz y Garretón Reference Díaz and Garretón1972-1973; Legoupil Reference Legoupil2005; Rebolledo et al. Reference Rebolledo, Delgado, Kelly, Sierralta, Bravo, Hernández and Cortés2021; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010; Rivas et al. Reference Rivas, Ocampo and Aspillaga1999).
Los componentes tecnológicos, especialmente la factura y empleo de puntas lanceoladas de mediano y gran tamaño y sección espesa, la utilización de materias primas líticas de amplia circulación como la obsidiana riolítica procedente del volcán Chaitén (e.g., Stern Reference Stern2018), junto con un patrón de asentamiento eminentemente costero a lo largo de su secuencia temporal, incluyendo el énfasis en la explotación de recursos del medio litoral y marino, nos refieren a la similitud contextual de los grupos canoeros cazadores-recolectores-pescadores que ocuparon el archipiélago septentrional (e.g., Díaz y Garretón Reference Díaz and Garretón1972-1973; Gaete y Navarro Reference Gaete, Navarro, Civalero, Fernández and Guráieb2004; Legoupil Reference Legoupil2005; Munita et al. Reference Munita, Mera, Álvarez, Navarro, Valenzuela, González, Quiroz, Belmar and Power2021; Reyes Reference Reyes2020; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010; Sierralta et al. Reference Sierralta, Rebolledo, Delgado, Cortés, Hernández and Bravo2021).
Por otra parte, y apoyado con información etnohistórica, se ha estimado que el registro de fragmentería cerámica en los niveles superiores y terminales de los sitios arqueológicos, principalmente en conchales y sitios superficiales, correspondería a un marcador temporal y tecnológico importante de cambio cultural, en especial por su asociación con estrategias de subsistencia orientadas a prácticas hortícolas implementadas por grupos alfareros procedentes del sur de Chile, asumido para los últimos ~1000 años aP (e.g., Aldunate Reference Aldunate, Hidalgo, Schiappacasse, Niemeyer, Aldunate and Mege1996; Cooper Reference Cooper and Steward1946; Menghin Reference Menghin1962). Al respecto, las únicas tres dataciones directas (TL) de componentes cerámicos, y con asignación al período Agroalfarero tardío, no sobrepasa hasta ahora los 715 años aP (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Tessone, Román, Morello, Alfonso-Durruty and Blom2023; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020). Con todo, las ocupaciones cerámicas registradas en el Archipiélago de Chiloé se relacionarían con desarrollos alfareros identificados en sus áreas adyacentes (e.g., Adán et al. Reference Adán, Mera, Navarro, Campbell, Quiroz, Sánchez, Falabella, Aldunate, Uribe and Sanhueza2016; Aldunate Reference Aldunate, Hidalgo, Schiappacasse, Niemeyer, Aldunate and Solimano1989; Flores y Correa Reference Flores, Bárcena and Chiavazza2011; Munita et al. Reference Munita, Mera, Álvarez, Navarro, Valenzuela, González, Quiroz, Belmar and Power2021).
De acuerdo a ello, se propuso el reemplazo y/o arrinconamiento o desplazamiento geográfico de los grupos cazadores-recolectores-pescadores (e.g., Menghin Reference Menghin1962; Mostny Reference Mostny1970) o bien cierta “expansión” o “presión” de poblaciones venidas del norte de acuerdo a criterios paleopatológicos (Aspillaga et al. Reference Aspillaga, Castro, Rodríguez and Ocampo2006:85) y cambios interpretados en el registro arqueológico (e.g., mayor densidad de sitios, intensificación en la explotación de algunos recursos [Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010:1456]), respectivamente. No obstante, el registro arqueológico publicado del Archipiélago de Chiloé aún está lejos de precisar la antigüedad, incorporación y alcances de nuevas tecnologías y modos de producción que transformaron el panorama cultural observado por Goicueta (Reference Goicueta1558) en el siglo dieciséis. Dicho cuadro es aún más complejo de acuerdo a la heterogeneidad de dietas registradas en el período cerámico e histórico (últimos 2000 años aP) en el centro-sur de Chile (Campbell et al. Reference Campbell, Santana, Munita, Mera, Massone, Andrade, Sánchez and Márquez2020).
Existen, sin embargo, avances sobre indicadores de subsistencia, dieta consumida e ingesta de alimentos realizados sobre restos humanos procedentes del Archipiélago de los Chonos. Análisis de sus valores de δ13C y δ15N y el contenido de microfósiles en el tártaro dental humano precisaron la utilización y énfasis en el consumo de recursos alimenticios del medio litoral y marino (Reyes Reference Reyes2020; Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020), así como el hallazgo de evidencia concreta del consumo suplementario y/o eventual de plantas silvestres y domesticadas. Estas últimas están representadas por el poroto (Phaseolus vulgaris), desde ~1700 años cal aP y, además de éste, maíz (Zea mays) y papa (Solanum sp.) con una mayor dispersión geográfica hacia los últimos ~600-370 años cal aP, por parte de grupos cazadores-recolectores-pescadores (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021). Esta información se complementa con la evidencia en residuos cerámicos de consumo de recursos vegetales silvestres y domesticados (Zea mays) y algas en contextos cerámicos superficiales de la costa pacífica de Chiloé en los últimos ~700 años aP (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Tessone, Román, Morello, Alfonso-Durruty and Blom2023), orientando con ello sobre estrategias de aprovisionamiento, movilidad e interacción desarrolladas entre grupos canoeros y hortícolas en el archipiélago septentrional.
Material
La muestra de restos humanos procedentes del archipiélago de Chiloé se compone de 27 individuos. Las muestras procedentes del sitio Puente Quilo (n = 3), Santa Rosa (n = 1) y Puqueldón (n = 2) fueron obtenidas del Departamento de Antropología, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y proceden de inhumaciones realizadas en campamentos conchales (Rivas et al. Reference Rivas, Ocampo and Aspillaga1999; Sáez Reference Sáez2008). El material óseo de los sitios Meulín, Quinchao, Changuitad, Playas Blancas y Huar (n = 9) fue recuperado del Museo Regional de Ancud donde no se obtuvo información contextual más allá del lugar de hallazgo, correspondiendo a rescates arqueológicos procedentes de matrices conchales (Rodríguez et al. Reference Rodríguez, Aspillaga, Arensburg and Dirección Museológica Universidad Austral2010). La muestra del sitio Lenca (n = 1) también procede de una inhumación en conchal. Finalmente, se obtuvieron muestras de excavaciones arqueológicas controladas de los sitios Tauco 1 y 2 (n = 5), correspondiente a inhumaciones realizadas en campamentos conchales y entierros históricos bajo la iglesia del pueblo de San Juan (n = 6; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020). Las muestras del Archipiélago de los Chonos y sus valores de δ13C y δ15N (n = 36) fueron documentadas previamente (Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019). Provienen de contextos arqueológicos estratigráficos y de superficie: conchales a cielo abierto, cuevas y reparos rocosos, con cronologías directas entre ~2000 y 300 años cal aP (Reyes, Méndez y San Román Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019). Salvo el individuo TAU1-4, todas las muestras consideradas en este estudio pertenecen a adultos.
Respecto a la ecología isotópica, las muestras de algas (n = 10) fueron recuperadas desde el intermareal del mar interior de Chiloé, mientras que las muestras de fauna (n = 34) proceden principalmente de sitios arqueológicos de Chiloé (Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020) y del Archipiélago de los Chonos (Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019), con situación estratigráfica y cronológica conocida.
Métodos
Los análisis radiocarbónicos y de isótopos estables (n = 27) fueron realizados en Beta Analytic Inc. y el Center for Applied Isotope Studies (CAIS), University of Georgia (EE.UU.). Las muestras óseas humanas inéditas presentan fechas de radiocarbono directas, salvo dos individuos del sitio San Juan 1 (Chiloé) que pertenecen al mismo contexto fechado, situándolos en la antigüedad promedio de la ocupación. Para segregar conjuntos pre y poscontacto europeo (1553 dC; Goicueta Reference Goicueta1558), todos los fechados inéditos y publicados (Reyes, Méndez y San Román Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019) se corrigieron calibrando a 2σ con Calib 7.0.4 (Stuiver et al. Reference Stuiver, Reimer and Reimer2013), expresándose en años antes del presente (cal aP). Para las muestras pertenecientes a cadenas tróficas terrestres, se aplicó la curva SHCal13 (Hogg et al. Reference Hogg, Quan Hua, Blackwell, Buck, Guilderson and Heaton2013). Para las muestras de individuos con dieta marina y mixta, se aplicó un efecto reservorio regional (ΔR) de 141 ± 43 años y 52 ± 47 años, dependiendo si proceden del Archipiélago de Chiloé o del Archipiélago de los Chonos, respectivamente y de acuerdo a los valores disponibles más cercanos (Merino-Campos et al. Reference Merino-Campos, De Pol-Holz, Southon, Latorre and Collado-Fabbri2019). Se consideró la curva Mixed Marine SoHem (Reimer et al. Reference Reimer, Bard, Bayliss, Beck, Blackwell, Bronk Ramsey and Buck2013). Así, en 60 de 63 individuos considerados en este trabajo, fue posible realizar estas calibraciones (Figura 2). La calibración se realizó considerando el porcentaje de recursos marinos en la dieta de cada uno de los individuos. Dicho cálculo se estimó a partir del δ13C de los individuos y de establecer dietas estimadas 100% terrestres y marinas (Coltrain et al. Reference Coltrain, Tackney and O'Rourke2016), las cuales se definieron sobre la ecología isotópica recopilada para el área en función de datos bibliográficos (Mayrs et al. Reference Mayrs, Försterra, Häussermann, Wunderlich, Grau, Zieringer and Altenbach2011; Muñoz et al. Reference Muñoz, Pavez, Quiñones, Oliva, Santos and Sepúlveda2013), propios ya publicados (Reyes Reference Reyes2020; Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019) e inéditos presentados en este trabajo. Respecto a esto último, se procesaron y analizaron 34 muestras zooarqueológicas del Archipiélago de Chiloé y del Archipiélago de los Chonos, de diferentes especies relevantes para la subsistencia de estos grupos: aves marinas, mamíferos rivereños, terrestres y marinos (e.g., Díaz y Garretón Reference Díaz and Garretón1972-1973; Legoupil Reference Legoupil2005; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010; Rivas et al. Reference Rivas, Ocampo and Aspillaga1999). Asimismo, fundamentado en los hallazgos del tártaro dental (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021), se analizaron muestras de algas modernas.
La metodología de extracción de colágeno consistió en limpiar el hueso mecánicamente con cepillo y lavarlo en un baño de ultrasonido. Se secó en estufa y se molió en pequeños fragmentos. El material óseo se hizo reaccionar al vacío con HCl 1N para disolver la fracción mineral ósea. El residuo se filtró, enjuagándose con agua desionizada en condiciones ligeramente ácidas (pH = 3), se calentó a 80°C durante seis horas para disolver el colágeno y dejar las sustancias húmicas en el precipitado. La solución de colágeno se filtró para aislar el colágeno puro y se secó.
La mayoría de las muestras de isótopos estables se analizaron en el CAIS. En este laboratorio las relaciones 13C/12C y 15N/14N se midieron en un espectrómetro de masas de relaciones isotópicas expresadas como δ13C y δ15N respecto al patrón internacional VPDB y AIR, respectivamente. En el mismo se utilizan dos estándares internos, espinaca (δ13C = −27,22‰ y δ15N = 0,19‰) y bovino (δ13C = −17,53‰ y δ15N = 8,14‰), previamente calibrados con estándares internacionales: NIST 8540, 8541, y 8542 para los isótopos del carbono, y NIST 8547, 8548, 8549 y 8568 para el nitrógeno —en ambos casos con un error de menos de 0,1‰.
Para hacer comparable las distintas muestras se utilizaron factores de corrección. Primero, se consideró 2‰ para corregir el efecto Suess, permitiendo comparar muestras previas y posteriores a la revolución industrial (Coltrain et al. Reference Coltrain, Tackney and O'Rourke2016). Segundo, los valores de colágeno se transformaron a músculo a partir de los factores brindados por Fernandes (Reference Fernandes2015). Tercero, para la interpretación de los recursos consumidos se estimaron paleodietas de los restos humanos a partir de considerar 5‰ y 4‰ como valor medio de la discriminación isotópica del δ13C y δ15N, respectivamente (Newsome et al. Reference Newsome, Phillips, Culleton, Guilderson and Koch2004). Utilizamos el test Mann-Whitney para evaluar las diferencias estadísticamente significativas entre conjuntos (p ≤ 0,05).
Resultados
La muestra de restos humanos del Archipiélago de Chiloé se divide en un grupo precontacto europeo, con edades radiocarbónicas entre ~4400 y 1150 años cal aP (n = 17), y 10 individuos con cronología poscontacto, entre ~300 y 150 años cal aP (Tabla 1).
Notas: UGAMS = Center for Applied Isotope Studies, University of Georgia; BETA = Beta Analytic Inc.; s/f = sin fechado directo, sólo contextual; n/i = no informado; AEI = adulto edad indeterminada; I = indeterminado; F = femenino; M = masculino; ? = probable.
* Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019.
** Promedio de edad sobre el contexto fechado. Más información sobre locación de muestras y contextualizaciones arqueológicas en Reyes Reference Reyes2020 y Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020.
Respecto a los valores obtenidos sobre colágeno recuperado de los restos humanos del Archipiélago de Chiloé (Tabla 1), las muestras registran relaciones C/N entre 3,1 y 3,5, con una media (n = 23) de 3,3 ± 0,08. A su vez, presenta valores medios (n = 22) de %C de 43,0% ± 1,9%, con un rango de 45,1% a 37,6%; mientras que el %N es de 15,2% ± 0,9%, con un rango entre 12,8% y 16,6%. Por otro lado, las muestras de fauna registran una relación C/N con una media (n = 40) de 3,2 ± 0,047, y una media (n = 40) de %C de 41,4% ± 1,4% y de %N de 14,8% ± 0,6%, con rangos entre 44,19% y 35,38%, y 16,48% y 12,65%, respectivamente (Tabla 2). Dichos parámetros, tanto en restos humanos como en fauna, se encuentran dentro del rango normal (De Niro Reference De Niro1985), permitiendo sostener que los valores isotópicos obtenidos en restos humanos y fauna son primarios y reflejan la dieta y consumos de las distintas especies medidas.
Notas: Junto a estas referencias, en Reyes Reference Reyes2020 y Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020 se registra información sobre locación de muestras y contextualizaciones arqueológicas. Lasmuestras de algas (Chiloé) fueron obtenidas del intermareal (42°36′S-73°46′W); n/i = no informado.
* Este estudio.
** Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019.
‡ Barberena et al. Reference Barberena, Méndez, Mena and Reyes2011.
Respecto a los restos humanos, observamos que los 17 individuos de momentos precontacto presentan valores elevados de δ15N, entre 13,0‰ y 20,3‰, con una media de 18,7‰ ± 1,7‰, mientras que los valores de δ13C registran una media de −11,4‰ ± 1,4‰, en un rango entre −16,0‰ y −9,2‰. Por su parte, las diez muestras con fechas poscontacto presentan una media de δ13C −19,1‰ ± 0,7‰ y de δ15N 10,0‰ ± 1,2‰. Los dos grupos presentan valores muy distintos, producto del consumo de recursos provenientes de diferentes ambientes (Tabla 1, Figura 3). La comparación de los individuos precontacto y poscontacto presentan diferencias significativas en ambas relaciones isotópicas (Mann-Whitney δ15N p = 2.20E-05; δ13C p = 2.21E-05).
La ecología isotópica fue construida con muestras arqueológicas y modernas procedentes del archipiélago septentrional (Tabla 2). Los recursos marinos presentan mucha variabilidad, con valores bajos en δ15N para moluscos (10,3‰ ± 1,0‰) y algas (9,9‰ ± 1,0‰) y valores altos para los mamíferos marinos y Lontra felina, con medias de 22,5‰ ± 2,0‰ y 22,1‰ ± 1,2‰, respectivamente. Asociados a estos se ubican las aves y los peces marinos. Asimismo, con valores δ15N similares a los recursos marinos de bajo ranking, pero con δ13C mucho más bajos (−21,9‰ ± 2,7‰), se observan los coipos. Por último, los mamíferos terrestres, representados por huemul y pudú, presentan valores más bajos en las dos relaciones isotópicas estudiadas (Tabla 2, Figura 4).
Discusión
El Archipiélago de Chiloé
A partir de los resultados observamos que el grupo humano precontacto, desde el Holoceno medio, se comporta mayoritariamente de manera homogénea (Figura 3), con valores esperables para grupos cazadores-recolectores-pescadores con dietas dependientes del medio litoral y marino, (e.g., Barberena Reference Barberena2002; Borrero et al. Reference Borrero, Guichón, Tykot, Kelly, Prieto and Cárdenas2001; Kochi Reference Kochi2017; Panarello et al. Reference Panarello, Zangrando, Tessone, Kozameh and Testa2006; Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019). Los individuos precontacto, considerando la discriminación isotópica esperada, se ubican entre los distintos recursos marinos y los mamíferos ribereños (Figura 4). No obstante, registramos un individuo (PQ-16 con ~3700 años cal aP, sitio Puente Quilo) en el extremo norte de Chiloé, con valores asignables a un mayor consumo de recursos terrestres (Figuras 3 y 4). Creemos que estos valores reflejarían el traslado y movimiento de personas de áreas adyacentes a Chiloé. Esto a partir de la comparación con valores provenientes de individuos del archipiélago septentrional a lo largo de su secuencia de ocupación (este estudio y Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019), con valores obtenidos en áreas del centro-sur de Chile (Campbell et al. Reference Campbell, Santana, Munita, Mera, Massone, Andrade, Sánchez and Márquez2020), al extremo geográfico en el que se ubica, aledaño a Chile continental (Figura 1) y a partir de los amplios circuitos de movilidad e intercambio identificados desde el Holoceno medio, relacionados con la circulación de la obsidiana riolítica procedente del Volcán Chaitén (e.g., Reyes Reference Reyes2020; Stern Reference Stern2018; Stern et al. Reference Stern, Navarro and Muñoz2002).
Por otra parte, los individuos poscontacto presentan notorias diferencias en términos paleodietarios, con una disminución significativa en el consumo de recursos de origen marino, entre 6% y 25% de representación, los que ya no son fuente alimentaria dominante. Es así como se observa que las dietas de estos individuos los ubican entre los recursos ribereños y los terrestres, destacando un rol predominante en este caso del ambiente terrestre en la dieta de todos los individuos poscontacto del Archipiélago de Chiloé (Figuras 3 y 4).
Cambios y continuidades en la subsistencia del archipiélago septentrional
El archipiélago patagónico septentrional está conformado por dos grandes sistemas insulares con notables discontinuidades biogeográficas (e.g., Merino-Campos et al. Reference Merino-Campos, De Pol-Holz, Southon, Latorre and Collado-Fabbri2019), por lo que resulta relevante la comparación paleodietaria entre muestras de estas áreas litorales disimiles. Tenemos que los 36 individuos procedentes del Archipiélago de los Chonos (Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019), y de acuerdo a las nuevas calibraciones cronológicas realizadas (Reyes Reference Reyes2020), presentan para el grupo precontacto una media (n = 23) de δ13C −11,7‰ ± 2,2‰, y de δ15N de 16,7‰ ± 1,5‰, mientras que el grupo poscontacto registró valores medios (n = 13) de −11,3‰ ± 0,6‰ y 18,0‰ ± 0,9‰ para el δ13C y δ15N, respectivamente. Si dejamos afuera del análisis las muestras poscontacto del Archipiélago de Chiloé, se registran valores medios similares para el δ13C —diferencias de 0,2‰— y mayor variación para el δ15N —diferencias de 1,6‰ (en términos estadísticos, este último presenta diferencias significativas, p = 0,00010488). No obstante, las muestras de estos dos archipiélagos no presentan gran solapamiento temporal (Figuras 2 y 5). Las muestras de Chiloé, salvo las poscontacto, se ubican entre 4242 cal aP y 1216 cal aP, mientras que en el Archipiélago de los Chonos se distribuyen entre 1912 cal aP y 312 cal aP; sólo 700 años, entre los 1900 cal aP y los 1200 cal aP se solapan las cronologías de las muestras en ambos sistemas insulares. En este corto período —con 11 muestras para Chonos y 8 para Chiloé— las similitudes del δ13C se mantienen y las diferencias en el δ15N se profundizan, con 2,6‰ de distancia para las medias y estadísticamente significativa (p = 0,00081225). Sin embargo, al igual que lo manifestado en el Archipiélago de los Chonos, con diferencias en el δ15N entre el bloque 1000-2000 y 300-1000 años cal aP (Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019), las diferencias observadas podrían tener su explicación en el consumo de los mismos recursos marinos ya mencionados, pero con énfasis distintos; es decir, por un consumo en el Archipiélago de Chiloé de recursos marinos con niveles tróficos más altos (e.g., lobos marinos, peces, Lontra sp.; Figura 4). Asimismo, no se puede descartar que estas diferencias puedan deberse a variaciones en los valores de los recursos asociados a estas discontinuidades biogeográficas entre archipiélagos, aunque por el momento la ecología isotópica no permite profundizar estas cuestiones o por cambios en el ciclo del N del ambiente marino a través del tiempo (Saporiti et al. Reference Saporiti, Bala, Gómez-Otero, Crespo, Piana, Aguilar and Cardona2014). Es recién en los últimos ~600 años cal aP que los valores de δ15N del Archipiélago de los Chonos se igualan a la señal precontacto del grupo de Chiloé (Figura 5).
Sea cual fuese la razón, entre los ~4200 y 300 años cal aP en el archipiélago septentrional las dietas de los cazadores-recolectores-pescadores se fundamentaron en el consumo predominante de recursos marinos y fluviales, lo cual permite plantear una continuidad en las estrategias de subsistencia en este ambiente desde el Holoceno medio (Figuras 4 y 5). Estas dietas en el archipiélago septentrional son similares a las registradas en el resto de los grupos canoeros patagónicos, hasta Isla de los Estados y Cabo de Hornos (Borrero et al. Reference Borrero, Guichón, Tykot, Kelly, Prieto and Cárdenas2001; Kochi Reference Kochi2017; Panarello et al. Reference Panarello, Zangrando, Tessone, Kozameh and Testa2006; Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019).
En ambos archipiélagos, observamos dos individuos con una dieta con un mayor componente terrestre: en el Archipiélago de Chiloé, la muestra Puente Quilo 16 (PQ-16), y Nahuelquin 1 (NAH-1) en el Archipiélago de los Chonos (Reyes, Tessone, et al. Reference Reyes, Tessone, Román and Méndez2019), con cronologías de ~3700 y 400 años cal aP, respectivamente (Figura 5). Las dietas de estos individuos se acercan a los recursos fluvio-terrestres de la región y reflejaría tanto la interacción de grupos con patrones de subsistencia diversos como el traslado ocasional al archipiélago septentrional de individuos procedentes de otras áreas geográficas, con otra diversidad de recursos (i.e., área sur de Chile; Campbell et al. Reference Campbell, Santana, Munita, Mera, Massone, Andrade, Sánchez and Márquez2020). Esto, como ya señalamos, podría ser producto, en el caso de PQ-16, de los amplios rangos de movilidad e intercambio definidos desde el Holoceno medio por estos grupos canoeros de acuerdo a la extensa distribución de materias primas líticas (e.g., Méndez et al. Reference Méndez, Charles Stern, Nuevo-Delaunay, Reyes, Gutiérrez and Mena2018; Reyes Reference Reyes2020; Stern Reference Stern2018) o bien, en el caso de NAH-1, por los profundos cambios culturales ocurridos luego del contacto europeo (Reyes, Méndez y San Román Reference Reyes, Méndez and Román2019; Urbina et al. Reference Urbina, Reyes and Belmar2020). Igualmente existen otros bioindicadores (e.g., microfósiles en tártaro dental) que respaldarían estas interacciones previo al contacto europeo entre grupos hortícolas y cazadores-recolectores-pescadores y que corresponden a la evidencia de consumo ocasional y/o esporádico de vegetales domesticados por parte de grupos canoeros en el Archipiélago de los Chonos desde los ~1700 años cal aP en adelante (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021). En la Isla de Chiloé en tanto, se registra hacia los ~700 años aP evidencia de consumo de maíz (Zea mays) en residuos cerámicos en contextos cerámicos tardíos superficiales (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Tessone, Román, Morello, Alfonso-Durruty and Blom2023).
A mediados de siglo dieciséis se produce el primer contacto de las poblaciones del archipiélago septentrional con europeos (e.g., Goicueta Reference Goicueta1558; Urbina et al. Reference Urbina, Reyes and Belmar2020). La información isotópica nos plantea una situación diferencial entre Chiloé y los Chonos. En este último, y de acuerdo a las nuevas recalibraciones radiocarbónicas realizadas, las dietas reflejan una continuidad de las estrategias de subsistencia después del contacto europeo, salvo NAH-1, con valores asociados a ámbitos terrestres (Figuras 4 y 5). Por el contrario, en Chiloé registramos una gran transformación de las dietas para los 10 individuos poscontacto analizados, completamente distinta a lo registrado para el Holoceno medio y tardío. Estos valores reflejan una dieta con un consumo predominante del ambiente terrestre con porcentajes de recursos marinos muy bajos (Tabla 1, Figuras 4 y 5). Por su parte, el vacío de información existente entre los ~1300 a 300 años cal aP (Figura 2) para el Archipiélago de Chiloé impide establecer si este cambio en la subsistencia se asociaría directamente con el desmantelamiento cultural provocado por el contacto europeo (Reyes, Méndez y San Román Reference Reyes, Méndez and Román2019; Urbina et al. Reference Urbina, Reyes and Belmar2020), o si el mismo es parte de una transformación previa en los patrones de subsistencia asociada a tradiciones culturales portadoras de cerámica y horticultura procedentes del área centro-sur de Chile (e.g., Adán et al. Reference Adán, Mera, Navarro, Campbell, Quiroz, Sánchez, Falabella, Aldunate, Uribe and Sanhueza2016; Campbell et al. Reference Campbell, Santana, Munita, Mera, Massone, Andrade, Sánchez and Márquez2020; Rivas y Ocampo Reference Rivas, Ocampo and Dirección Museológica Universidad Austral de Chile2010) y cuya evidencia, incipiente, registramos en el archipiélago septentrional por la presencia de un individuo alóctono en Chiloé (como PQ-16), originario probablemente de esta área, por el registro de consumo de maíz en fragmentos cerámicos tardíos hacia los ~700 años aP, y por el consumo ocasional de vegetales cultivados documentado a partir de los ~1700 años cal aP en el Archipiélago de los Chonos (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021, Reference Belmar, Reyes, Tessone, Román, Morello, Alfonso-Durruty and Blom2023).
De esta manera, respecto a la evidencia de interacciones con otras trayectorias culturales, podemos comentar que en el archipiélago patagónico septentrional se inicia la ocupación humana hacia los ~6500 años cal aP por parte de grupos cazadores-recolectores-pescadores, produciéndose las primeras interacciones de largo alcance con la costa sur continental de Chile hacia el sexto milenio aP, mediante extensos circuitos de movilidad y/o intercambio de acuerdo a la circulación y distribución de la obsidiana riolítica procedente del Volcán Chaitén y la difusión tecno-tipológica de cabezales líticos lanceolados (e.g., Méndez et al. Reference Méndez, Charles Stern, Nuevo-Delaunay, Reyes, Gutiérrez and Mena2018; Reyes Reference Reyes2020; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020; Stern Reference Stern2018; Stern et al. Reference Stern, Navarro and Muñoz2002). Estos contactos, aparentemente aislados y distanciados cronológica y espacialmente, se mantendrían en el tiempo. La dieta mayoritariamente terrestre de un único individuo en el norte de la Isla de Chiloé, en un contexto arqueológico formado por grupos canoeros hacia los ~3700 años cal aP, da cuenta de la baja intensidad de estas interacciones con otras áreas adyacentes. Dos mil años después, registramos la primera evidencia de consumo de plantas domesticadas (poroto) en individuos procedentes de un solo sitio en el Archipiélago de los Chonos (~1700 años cal aP), y mil años después el consumo del mismo cultivo, además de papa y maíz, extendido a tres sitios diferentes en el Archipiélago de las Guaitecas y el Archipiélago de los Chonos (~600-370 años cal aP; Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021). No obstante, de acuerdo a la dieta predominantemente marina de los mismos individuos desde donde se obtuvieron las muestras, se trataría de consumos ocasionales y/o esporádicos que no representan cambios en los modos de subsistencia, planteándonos nuevamente la existencia de interacciones de baja intensidad con grupos hortícolas. Por otro lado, la ausencia de muestras y sus bioindicadores (e.g., isótopos, tártaro dental) previas al contacto europeo en Chiloé, tampoco permite contrastar si el panorama cultural observado en el siglo dieciséis (Bibar Reference Bibar1979 [1558]; Ercilla Reference Ercilla2009 [1569]; Goicueta Reference Goicueta1558) tiene su reflejo en la subsistencia y dieta consumida por los grupos locales o si ésta comenzó a variar y diversificarse siglos antes (dieta marina con vegetales cultivados) en el extremo norte de este archipiélago. Hasta ahora, la evidencia del consumo de vegetales domesticados, por medio del análisis de los microfósiles del tártaro dental de muestras de Chiloé proviene de muestras poscontacto (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Albornoz, Tessone, Román, Morello and Urbina2021). Finalmente, la cronología del registro cerámico en la Isla de Chiloé sugiere que los cambios culturales asociados a grupos con prácticas hortícolas, son tardíos (Belmar et al. Reference Belmar, Reyes, Tessone, Román, Morello, Alfonso-Durruty and Blom2023; Reyes et al. Reference Reyes, Belmar, Román, Morello and Urbina2020), no permitiendo profundizar en los posibles contactos interétnicos de momentos previos.
Por otra parte, los restos humanos precontacto de canoeros recuperados en el Archipiélago de Chiloé (salvo el individuo PQ-16) y el Archipiélago de los Chonos, a lo largo de su secuencia de ocupación (desde ~4400 años cal aP), refieren a dietas principalmente marinas, aunque con variaciones cronológicas y espaciales respecto a la intensidad de consumo de algunos recursos y/o factores biogeográficos que incidirían en las características de las cadenas tróficas consumidas. Con todo, corresponden a dietas características que se diferencian de la diversidad de dietas registradas para el área centro-sur de Chile, salvo por algunos individuos de contextos insulares (Campbell et al. Reference Campbell, Santana, Munita, Mera, Massone, Andrade, Sánchez and Márquez2020). La distinción mayor en el archipiélago patagónico septentrional se da en momentos poscontacto, cuando en el Archipiélago de los Chonos se observa la mantención de los patrones de subsistencia marina, mientras que en el Archipiélago de Chiloé el cambio en los modos de subsistencia es abrupto, pasando a dietas mayoritariamente terrestres.
Es así como observamos que a lo largo de la geografía del archipiélago patagónico septentrional los grupos canoeros, a través de su secuencia de ocupación y hasta el arribo europeo, mantuvieron los patrones de subsistencia fundamentados en una adaptación marina especializada cazadora-recolectora-pescadora, con contactos esporádicos, dispersos temporal y espacialmente, con áreas del sur de Chile con patrones de subsistencia de caza, recolección y/o prácticas hortícolas. La intensidad de dichas interacciones con grupos horticultores en los últimos siglos, más allá del registro etnohistórico y una magra identificación cronológica de contextos cerámicos, aún no es posible de precisar. De acuerdo a la evidencia de dieta ingerida, se vislumbran interacciones y contactos culturales sin repercusiones posteriores y sin cambios substanciales en los recursos locales consumidos por los grupos canoeros. Al respecto, el consumo de maíz detectado en Chiloé y en el Archipiélago de los Chonos no tuvo un rol importante en la dieta, de manera similar a lo registrado en las diferentes tradiciones culturales del sur de Chile (Campbell et al. Reference Campbell, Santana, Munita, Mera, Massone, Andrade, Sánchez and Márquez2020). La obtención de muestras óseas del último milenio en el Archipiélago de Chiloé sin duda ayudará a precisar si cultígenos y recursos terrestres fueron incorporados paulatinamente o si, por el contrario, fue un proceso acelerado previa llegada de los europeos al área.
Conclusiones
Al evaluar los cambios y/o continuidades en los patrones de subsistencia de los grupos humanos en el archipiélago patagónico septentrional, destacamos la relevancia de esta área insular, en donde se articulan una serie de problemáticas referidas a procesos de interacción entre sociedades cazadoras-recolectoras-pescadoras y grupos hortícolas y/o agro-alfareros en ambientes insulares. En este sentido, es relevante plantear que las trayectorias culturales descritas históricamente en el Archipiélago de Chiloé, y consecuentemente sus interpretaciones culturales derivadas, como el remplazo de poblaciones y/o el arrinconamiento o desplazamiento geográfico de grupos, sería un proceso aún poco trazable en el registro arqueológico. Los grupos canoeros pudieron asimilar y/o adquirir nuevas tecnologías y modos de producción que transformaron el panorama cultural observado por los cronistas en la costa norte de la Isla Grande de Chiloé. Este proceso, a la luz de la evidencia dietaria registrada en 63 individuos, pareciera haber ocurrido tardíamente, luego de contactos esporádicos y muy distanciados en el tiempo con el área sur de Chile continental, los que se limitan, hasta ahora, al desplazamiento de algunos individuos y al consumo y/o circulación de vegetales cultivados en locaciones puntuales y sin repercusiones posteriores en los modos de subsistencia de estos grupos.
Agradecimientos
Financiamiento ANID-FONDECYT 1170726 y 1210045. ANID-Regional R20F0002. Todas las figuras son cortesía de los autores. A la Directora Annemarijke van Meurs y Encargada de Colecciones Jannette González del Museo Regional de Ancud. A Ricardo Álvarez por su colaboración con la recolección de algas. A Constanza Roa y Catalina Triviño por facilitar los materiales del sitio Lenca.
Declaración de disponibilidad de datos
Los materiales arqueológicos se encuentran disponibles en el Museo Regional de Ancud (Chiloé), en el Departamento de Arqueología en CIEP (Coyhaique) y en CEHA de la Universidad de Magallanes (Punta Arenas).
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no hay ningún conflicto de intereses.