La presencia de macrorrestos de plantas domésticas en el centro-occidente de Argentina alrededor de los 2000/2200 años cal aP permitió a la arqueología tradicional establecer el límite de la dispersión de la agricultura prehispánica en los valles de los Ríos Diamante y Atuel (Lagiglia Reference Lagiglia1982). La continuidad de las investigaciones fue debilitando la propuesta acerca del desarrollo de una estrategia agrícola en la región con una fuerte dependencia de recursos domesticados (Gil Reference Gil1997-1998; Gil et al. Reference Gil, Neme and Tykot2011, Reference Gil, Menéndez, Atencio, Peralta, Neme and Ugan2018). Como alternativa, se ha propuesto que la importancia de estos recursos fue variable, temporal y espacialmente (Bernal et al. Reference Bernal, Cobos, Iván Pérez, González, Gordón, Barberena and Bernal2016; Gil et al. Reference Gil, Menéndez, Atencio, Peralta, Neme and Ugan2018, Reference Gil, Villalba, Franchetti, Otaola, Abbona, Peralta and Neme2020; Gordón et al. Reference Gordón, Ivan Perez, Hajduk, Lezcano, Cobos and Bernal2017; Peralta Reference Peralta2019). El presente trabajo busca aportar al conocimiento de los procesos de estabilidad y cambio en las estrategias humanas en el límite de la dispersión agrícola prehispánica a través del análisis paleodemográfico. Se describe y discute el registro arqueológico del sitio Jaime Prats-1 (JP-1), un área formal de entierro localizada en el valle del Río Atuel que tiene una cronología cuasi-contemporánea a la de los primeros cultígenos (ca. 2000 años aP; Gil et al. Reference Gil, Giardina, Neme and Ugan2014; Lagiglia Reference Lagiglia1968, Reference Lagiglia1982). Su ubicación espacial y cronológica, así como el inusualmente elevado número de individuos que contiene, lo hacen altamente significativo en la discusión sobre la introducción, el rol y la importancia de los recursos domesticados, así como también para la comprensión de los procesos demográficos en ese contexto.
Si bien desde su descubrimiento y excavación JP-1 ha sido abordado desde distintas líneas de análisis (Gil et al. Reference Gil, Menéndez, Atencio, Peralta, Neme and Ugan2018; Lagiglia Reference Lagiglia1994; Novellino y Gil Reference Novellino and Gil2007; Novellino y Guichón Reference Novellino and Guichón1995; Novellino et al. Reference Novellino, Guichón and Lagiglia1996; Peralta Reference Peralta2019), la evidencia recuperada aún no ha sido completamente sistematizada para lograr una explicación más robusta de las estrategias de subsistencia desarrolladas en el período en el que las plantas domésticas se hacen presentes en el área. En este trabajo se recopila, organiza y actualiza la información disponible para este sitio, se caracteriza la composición y estructura de la muestra mediante medidas de cuantificación anatómica, y se exploran análisis paleodemográficos con el objetivo de discutir las características de la dinámica poblacional y su relación con las estrategias organizativas en el marco de la incorporación de cultígenos.
Paleodemografía y transición agrícola
Los modelos paleodemográficos, apoyados en evidencia etnográfica y arqueológica, señalan una alteración en la dinámica demográfica en la transición de una economía de caza-recolección a una agrícola (Binford y Chasko Reference Binford, Chasko and Zubrow1976; Bocquet-Appel Reference Bocquet-Appel, Bocquet-Appel and Bar-Yosef2008, Reference Bocquet-Appel2011; Buikstra et al. Reference Buikstra, Konigsberg and Bullington1986). La denominada Transición Demográfica Agrícola se manifiesta principalmente a través de un aumento notable de la fecundidad (Blurton Jones Reference Blurton Jones, Rasa, Vogel and Voland1989; Bocquet-Appel Reference Bocquet-Appel2011; Chamberlain Reference Chamberlain2006). Las diferencias en las tasas de fecundidad se han relacionado con variaciones en el espaciamiento entre nacimientos, que puede estar mediado por la duración de la lactancia, así como por las demandas físicas y el estado metabólico nutricional de las mujeres (Kelly Reference Kelly1995). En grupos que incorporan recursos domesticados, la disponibilidad de alimentos apropiados para el destete y de mayor valor energético para las mujeres, así como las menores demandas físicas asociadas a una vida sedentaria, habrían mejorado el estatus reproductivo femenino, impactando de manera directa en las tasas de fecundidad (Binford y Chasko Reference Binford, Chasko and Zubrow1976; Blurton Jones Reference Blurton Jones, Rasa, Vogel and Voland1989; Bocquet-Appel Reference Bocquet-Appel2011; Buikstra et al. Reference Buikstra, Konigsberg and Bullington1986; Kelly Reference Kelly1995; Lee Reference Lee1982; Sellen Reference Sellen2001; Sellen y Smay Reference Sellen and Smay2001). Arqueológicamente, este fenómeno demográfico se refleja principalmente en el incremento de las frecuencias de individuos subadultos presentes en los entierros, proceso que ha sido vinculado al aumento de las tasas de nacimiento (Johansson y Horowitz Reference Johansson and Horowitz1986).
Tradicionalmente, las distribuciones de edades de muerte de poblaciones humanas se caracterizan por presentar un típico perfil bimodal atricional (en forma de U). Desde una perspectiva teórica, estos perfiles incluyen una sobrerrepresentación de individuos inmaduros menores al año de vida y de adultos jóvenes, con respecto a la población viva de la que derivan (Margerison y Knusel Reference Margerison and Knusel2002; Paine Reference Paine2000). Este patrón responde a una mortalidad selectiva, dado que ambos sectores de la población presentan una susceptibilidad mayor a morir (Chamberlain Reference Chamberlain2006; Lam y Pearson Reference Lam and Pearson2005; Margerison y Knusel Reference Margerison and Knusel2002; Paine Reference Paine2000). En relación con los contextos de transición hacia la producción de alimentos, por otra parte, se han inferido aumentos en las tasas de fecundidad correlacionados con una mayor frecuencia de individuos entre el nacimiento y el primer año de vida en los perfiles de edades de muerte de los agricultores con respecto a los de grupos cazadores-recolectores (Cohen Reference Cohen1977; Cohen y Armelagos Reference Cohen and Armelagos1984; Johansson y Horowitz Reference Johansson and Horowitz1986).
Los estimadores paleodemográficos constituyen una eficaz herramienta heurística que permite obtener información acerca de las dinámicas demográficas. En este trabajo se emplea uno de ellos con el objetivo de inferir patrones de crecimiento poblacional entre los grupos que contribuyeron en la conformación de JP-1 como área formal de entierro. Bocquet-Appel y Masset (Reference Bocquet-Appel and Masset1977, Reference Bocquet-Appel and Masset1982) fueron los primeros en proponer el Índice de Juventud (IJ), que permite estimar la proporción relativa de individuos subadultos como proxy de las tasas de fecundidad de las poblaciones implicadas. Este índice puede ser calculado de diferentes formas, con ligeras variaciones (Bocquet-Appel y Masset Reference Bocquet-Appel and Masset1977, Reference Bocquet-Appel and Masset1982; Bocquet-Appel y Dubouloz Reference Bocquet-Appel and Dubouloz2003, Reference Bocquet-Appel and Dubouloz2004; Bocquet-Appel y Naji Reference Bocquet-Appel and Naji2006; Jackes Reference Jackes, Saunders and Anne Katzemberg1992, Reference Jackes1993). En este trabajo se emplea una versión refinada del índice, desarrollada por Bocquet-Appel y Dubouloz (Reference Bocquet-Appel and Dubouloz2004) luego de una revisión exhaustiva de la literatura de sociedades preindustriales en contextos de transición entre economías de caza-recolección y producción de alimentos.
JP-1: Localización, antecedentes, contexto y patrones de entierro
El sitio JP-1 fue descubierto en el año 1988 dentro de la Estancia La Pratolina, a orillas de una barranca del Río Atuel (500 m snm), como consecuencia de la construcción de un corral ganadero (Figura 1). Inicialmente se estimó un número mínimo de 130 individuos (Lagiglia Reference Lagiglia1994; Novellino y Guichón Reference Novellino and Guichón1995). Dada la forma de recuperación de los restos, que implicó un rescate en un corto tiempo, y la falta casi total de registros de campo y laboratorio, no se han podido precisar las modalidades de entierro de los individuos ni constatar asociaciones entre los restos humanos y los elementos culturales de una misma inhumación. Lagiglia (Reference Lagiglia1994) sólo informa acerca de cuatro individuos depositados en posición primaria y destaca que el resto presentaba “el desorden característico de los osarios” (Lagiglia Reference Lagiglia1994:111). En el registro fotográfico del sitio, que consiste en una única imagen,Footnote 1 pueden distinguirse numerosas inhumaciones claramente delimitadas, y específicamente la presencia de unos pocos entierros primarios (en posición decúbito dorsal e incompletos, probablemente por situaciones de remoción para inhumar otros restos) y una mayoría de secundarios. A partir de este registro visual, se observan tres patrones de entierro secundario diferentes: (1) fardos funerarios simples que agrupan restos de un único individuo, con los huesos largos paralelos entre sí y el cráneo a un costado, posiblemente empleando un envoltorio al momento de ser depositados; (2) agrupaciones de cráneos; y (3) elementos óseos aislados. Asimismo se observa la ausencia de un patrón definido en la orientación de los entierros. En definitiva, puede definirse a JP-1 como un área formal de entierro que se relaciona de manera estrecha con la modalidad de entierro secundario (Barrientos Reference Barrientos2001; Littleton y Allen Reference Littleton and Allen2007; Pardoe Reference Pardoe1988; Schlanger Reference Schlanger, Rossignol and Wandsnider1992). De acuerdo con la caracterización realizada por Barrientos (Reference Barrientos2001) respecto de las modalidades de entierros secundarios para la región pampeana, se destacan coincidencias entre los patrones observados en JP-1 a partir de la imagen disponible y los entierros de Tipo 1 propuestos por el autor, el cual incluye inhumaciones constituidas principalmente por el cráneo y los huesos largos, con una frecuencia muy baja de otros elementos, y se asocia a la práctica de la deformación craneana intencional tabular oblicua. Aunque en JP-1 no se han identificado deformaciones de ese tipo, la disposición y frecuencia relativa de los elementos óseos, así como la cronología del sitio, se corresponden con lo expuesto por Barrientos (Reference Barrientos2001) para los entierros secundarios de Tipo 1.
A partir de 1995 se realizaron algunos análisis bioarqueológicos sobre los restos recuperados en JP-1, cuyo objetivo principal fue obtener información acerca de la dieta, el estado nutricional, la salud y la forma de subsistencia de los individuos inhumados en el sitio (Novellino Reference Novellino, Gil and Neme2002; Novellino y Guichón Reference Novellino and Guichón1995; Novellino et al. Reference Novellino, Guichón and Lagiglia1996, Reference Novellino, Gil, Neme and Durán2004). Se incluyeron estudios de desgaste dental y caries en 38 individuos para estimar la dieta y la salud bucal, y de hiperostosis porótica, cribra orbitalia e hipoplasias de esmalte para obtener una aproximación inicial acerca de la salud y nutrición tanto en las etapas de crecimiento y desarrollo como durante la adultez. Se observó un alto grado de desgaste, mayor entre los individuos masculinos que en los femeninos. Asimismo, un 38,7% de los individuos presentaron caries, con prevalencias de hasta el 17,6%, destacando que el grupo femenino presentó mayor número de caries por individuo. Finalmente, no se observaron casos de cribra orbitalia e hiperostosis porótica, ni individuos con hipoplasias de esmalte (Novellino Reference Novellino, Gil and Neme2002; Novellino y Guichón Reference Novellino and Guichón1995; Novellino et al. Reference Novellino, Guichón and Lagiglia1996, Reference Novellino, Gil, Neme and Durán2004), lo cual indicaría muy bajos niveles de impacto de los procesos de estrés socioambiental en los individuos analizados.
Posteriores trabajos de morfometría craneofacial y dental incorporaron parte de la muestra de JP-1 en abordajes de carácter comparativo y en escala regional (Gil et al. Reference Gil, Menéndez, Atencio, Peralta, Neme and Ugan2018). Las características de los cráneos se explicaron en parte como resultado de una dieta distintiva, en la que el consumo de proteína de origen animal sería el componente principal, mientras que la morfometría dental, por otra parte, mostró similitudes con el patrón de variación observado en grupos con subsistencias basadas en la caza-recolección (Gil et al. Reference Gil, Menéndez, Atencio, Peralta, Neme and Ugan2018).
Si bien los individuos de JP-1 fueron caracterizados tradicionalmente como cazadores-recolectores (Gil et al. Reference Gil, Menéndez, Atencio, Peralta, Neme and Ugan2018; Lagiglia Reference Lagiglia1994; Novellino y Guichón Reference Novellino and Guichón1995; Novellino et al. Reference Novellino, Guichón and Lagiglia1996), en este trabajo se propone como hipótesis que la introducción de cultígenos efectivamente impactó en su modo de vida, teniendo como correlato directo un cambio importante en el patrón demográfico, similar a lo observado en el proceso denominado Transición Demográfica Agrícola (Blurton Jones Reference Blurton Jones, Rasa, Vogel and Voland1989; Bocquet-Appel Reference Bocquet-Appel2011; Chamberlain Reference Chamberlain2006; vea abajo). Esta hipótesis adquiere sustento en los recientes trabajos basados en análisis de isótopos estables, en los que se ha identificado la presencia de maíz en las dietas de algunos individuos que ocuparon el área hacia los 2000 años aP (Gil et al. Reference Gil, Neme and Tykot2011, Reference Gil, Menéndez, Atencio, Peralta, Neme and Ugan2018; Peralta Reference Peralta2019). Para poner a prueba la hipótesis, se aborda un análisis paleodemográfico mediante la generación de un perfil de edad de muerte, la evaluación del IJ y la suma de probabilidades de fechados radiocarbónicos, con el objetivo de establecer si los patrones identificados corresponden a una población en crecimiento, estabilidad o decrecimiento. Se espera que el perfil presente altas frecuencias tanto de subadultos entre el nacimiento y el primer año de vida como de adultos jóvenes, y un IJ superior a 0,17, indicativo de una población en crecimiento demográfico (Binford y Chasko Reference Binford, Chasko and Zubrow1976; Bocquet-Appel Reference Bocquet-Appel2002; Bocquet-Appel y Dubouloz Reference Bocquet-Appel and Dubouloz2003, Reference Bocquet-Appel and Dubouloz2004; Buikstra et al. Reference Buikstra, Konigsberg and Bullington1986) que se distancia de los modelos clásicos para grupos cazadores-recolectores. En cuanto a la suma de probabilidades de fechados, se espera identificar un pico de crecimiento demográfico que se corresponde con la cronología del sitio.
Previo a la presentación de los resultados obtenidos sobre paleodemografía, se consignarán las características principales del sitio en cuanto a su cronología y a los materiales culturales asociados. El análisis de estos últimos no se abordará en profundidad dado que excede los objetivos de este trabajo, pero se provee su caracterización técnica en forma de material suplementario.
Cronología radiocarbónica y materiales culturales asociados
La cronología correspondiente al sitio JP-1 ha sido definida a través de una serie de fechados realizados a lo largo de las distintas investigaciones realizadas (Gil y Neme Reference Gil, Neme, Zárate, Gil and Neme2010; Gil et al. Reference Gil, Giardina, Neme and Ugan2014; Lagiglia Reference Lagiglia1994); dos de ellos se informan por primera vez en este trabajo (Tabla 1). La Figura 2 muestra detalles de la calibración de cada fecha, basadas en la curva SHcal13 y realizadas con dos sigmas. Se cuenta en total con siete fechas radiocarbónicas, todas sobre muestras humanas. Cinco de ellas se realizaron a través del método AMS en la Arizona Radiocarbon Facility (código AA-), mientras que las dos restantes, que corresponden a las primeras en procesarse, fueron obtenidas mediante la técnica de espectrometría de centelleo líquido, una en el Laboratorio de Tritio y Radiocarbono (Universidad Nacional de La Plata, Argentina) y otra en el Instituto de Geocronología y Geología Isotópica (CONICET-Universidad de Buenos Aires, Argentina). Las fechas radiocarbónicas varían entre 1755 y 2040 años 14C aP (Tabla 1), mientras que las medianas calibradas oscilan entre 1628 y 1964 años cal aP, con rangos máximos de 1426 y 2307 años cal aP, si se consideran dos sigmas. No se identificaron diferencias estadísticamente significativas al evaluar todo el conjunto de fechados, cuya media es de 1865 ± 20 años 14C aP (t = 5,85; χ2 = 12,6; 6 grados de libertad). Si no se consideran la fecha más antigua y la más reciente, procesadas por espectrometría de centelleo, la media calculada a partir de las restantes, obtenidas por AMS, es similar (1869 ± 20 años 14C aP), y su calibración mediante la utilización de la curva SHcal13 ofrece una mediana de 1771 años cal aP, con un rango de dos sigmas entre 1822 y 1710 años cal aP (Tabla 1; Figura 2).
Lagiglia (Reference Lagiglia1994) informa que asociados a los restos humanos se encontraron artefactos líticos y dos cuentas de adorno, aunque sin especificar la cantidad total recuperada. En las colecciones del Museo de Historia Natural de San Rafael (MHNSR) se han identificado ocho artefactos líticos que fueron analizados en este trabajo: seis instrumentos, un desecho de talla y un filo natural con rastros complementarios (Tabla suplementaria 1; Figura 3).
Consideraciones metodológicas
Medidas de abundancia taxonómica y relativa
En primer lugar se implementó un protocolo de trabajo tendiente a conocer el tamaño y la composición de la muestra. Estos cálculos permiten caracterizarla cuantitativamente, pudiendo visibilizar posibles sesgos culturales y/o tafonómicos en relación con la representación diferencial de los elementos. En este caso se obtuvieron valores correspondientes al Índice de Fragmentación (IF) y las medidas de abundancia taxonómica y relativa (NISP, NME, MAU y MAU%), usualmente utilizadas para el análisis de conjuntos bioarqueológicos mezclados (Adams y Byrd Reference Adams and Byrd2014; Hoppa y Gruspier Reference Hoppa and Gruspier1996; L'Abbé Reference L'Abbé2005; Luna Reference Luna2008). Los procedimientos implementados para calcular cada una de estas medidas se detallan en el Texto suplementario 1.
Análisis paleodemográfico
Para llevar a cabo el estudio paleodemográfico se analizaron en primera instancia las características de la muestra en términos de sexo y edad de los individuos, y se estimó asimismo el número mínimo de individuos (NMI). La estimación del sexo de los adultos se llevó a cabo siguiendo los criterios recopilados en Buikstra y Mielke (Reference Buikstra, Mielke, Gilbert and Mielke1985) y Buikstra y Ubelaker (Reference Buikstra and Ubelaker1994), y los propuestos por Bruzek (Reference Bruzek2002), que consideran el relevamiento del coxal y del cráneo. Asimismo, se analizaron variables métricas dentales, de huesos largos y del calcáneo, considerando la variabilidad dimórfica de los individuos incluidos en el análisis (véa detalles de estos procedimientos en el Texto suplementario 2; Sardi y Béguelin Reference Sardi, Béguelin, Pinhasi and Stock2010). No se realizaron estimaciones del sexo en los individuos subadultos debido a la escasez de elementos diagnósticos que permitieran identificar tendencias confiables en las muestras analizadas.
La edad de muerte en los individuos adultos se estimó a partir del registro de los cambios producidos en zonas específicas de la sínfisis púbica y de la superficie auricular de los coxales (Texto suplementario 2), siguiendo las metodologías propuestas por Todd (Reference Todd1921a, Reference Todd1921b), Lovejoy y coautores (Reference Lovejoy, Meindl, Pryzbeck and Mensforth1985), Meindl y Lovejoy (Reference Meindl, Owen Lovejoy and Isçan1989) y Meindl y coautores (Reference Meindl, Owen Lovejoy and Mensforth1980). Estas estimaciones se complementaron con el método basado en la obliteración de las suturas craneanas para el sistema latero-anterior (Texto suplementario 2; Meindl y Lovejoy Reference Meindl and Owen Lovejoy1985). Por último, se recurrió también al método basado en el relevamiento de la transparencia radicular propuesto por Lamendin y coautores (Reference Lamendin, Baccino, Humbert, Tavernier, Nossintchouk and Zerilli1992). Para la estimación de la edad en subadultos se emplearon métodos usualmente utilizados en bioarqueología, que se basan en la calcificación y erupción dental (AlQahtani et al. Reference AlQahtani, Héctor and Liversidge2010; Ubelaker Reference Ubelaker1982), la longitud de huesos largos y los estadios de fusión de epífisis y apófisis (recopilados en Scheuer y Black Reference Scheuer and Black2000).
A partir de toda la información paleodemográfica obtenida se generó un perfil de edades de muerte, tomando los siguientes intervalos de edad: 0-0,9 años (neonato), 1-4,9 años (infantil), 5-9,9 años (niño), 10-14,9 años (juvenil), 15-19,9 años (adolescente), 20-34,9 años (adulto joven), 35-49,9 años (adulto medio), mayor a 50 años (adulto maduro) (Luna Reference Luna2008; Peralta Reference Peralta2019). Los datos obtenidos fueron por un lado evaluados tanto separando los individuos femeninos de los masculinos y los indeterminados, como reasignando proporcionalmente a los últimos en las diferentes categorías de sexo y edad. Para contextualizar el perfil de edades de muerte obtenido en JP-1, se compararon los resultados con dos curvas de referencia de la región, una generada sobre una población contemporánea a JP-1 procedente de la localidad Barrancas (NMI = 71; Novellino et al. Reference Novellino, Aporta, D'Addona, Estrella, Bernal, Devicenzi, Cortegoso and Durán2013) y otra más tardía, compuesta a partir de los datos de dos sitios, Barrio Ramos 1 (NMI = 6) y Cápiz Alto (NMI = 19). Estos dos últimos (en adelante BR1-CA) tienen una cronología similar entre ellos, cercana al momento de contacto hispano indígena, y se caracterizan por una dieta que incluye un alto consumo de maíz (Durán et al. Reference Durán, Paula Novellino, Alejandra Gasco, Barberena and Frigolé2018; Novellino et al. Reference Novellino, Durán and Prieto2003). El conjunto de Barrancas, en cambio, presenta una señal isotópica que indica poco consumo de maíz y ha sido atribuido a cazadores-recolectores (Novellino et al. Reference Novellino, Aporta, D'Addona, Estrella, Bernal, Devicenzi, Cortegoso and Durán2013). Los conjuntos de referencia se encuentran ubicados entre 200 y 300 km al noroeste de JP-1 (Figura 1). Mediante el test de Kolmogorov-Smirnov se evaluaron estadísticamente las diferencias en las distribuciones de edad de muerte por sexo, considerando por un lado sólo la muestra de JP-1, y por otro comparando JP-1 con respecto a cada conjunto de referencia (Gibbons Reference Gibbons1993; Zar Reference Zar2010). Empleando el mismo test se realizaron comparaciones tomando todas las categorías de edad y, por otro lado, sólo los subadultos de cada conjunto. Concomitantemente, se aplicó el Test de χ2 para evaluar las distribuciones en cada categoría de edad entre JP-1 y las otras dos muestras (Gibbons Reference Gibbons1993; Zar Reference Zar2010). Por otra parte, para inferir las tasas de fecundidad, se calculó el IJ considerando la fórmula 15P 5 = D (5-19)/D (5+). La notación demográfica 15P 5 refiere a la proporción de esqueletos desde los 5 años de edad más 15 años, es decir, entre 5 y 19 años (Bocquet-Appel Reference Bocquet-Appel2002; Bocquet-Appel y Dubouloz Reference Bocquet-Appel and Dubouloz2003, Reference Bocquet-Appel and Dubouloz2004). Todos los análisis estadísticos se realizaron empleando el software PAST 3.15 (Hammer et al. Reference Hammer, Harper and Ryan2001).
Distribución de suma de probabilidades radiocarbónicas
Para complementar la información acerca del perfil paleodemográfico y el IJ, se incluyó la información radiocarbónica de JP-1 junto a las fechas disponibles para el monte del sur mendocino en un modelo de suma de densidad de probabilidad (SDP; Tabla suplementaria 2). La curva indicativa de la densidad de probabilidades (Summed Probability Distributions Radiocarbonic) es interpretada en términos de dinámica poblacional regional (Downey et al. Reference Downey, Bocaege, Kerig, Edinborough and Shennan2014; Kohler y Reese Reference Kohler and Reese2014). Este procedimiento se ha consolidado como una herramienta eficiente para evaluar tendencias demográficas de largo plazo (Rick Reference Rick1987; Williams Reference Williams2012). Se utilizó el paquete RCarbon (Bevan y Crema Reference Bevan and Crema2018) para el análisis de grandes bases de datos de fechas radiocarbónicas, con especial énfasis en el enfoque de “fecha como datos” iniciado por Rick (Reference Rick1987; vea también Bevan y Crema Reference Bevan and Crema2018; Crema et al. Reference Crema, Bevan and Shennan2017). Las calibraciones se basan en la curva SHCal20. La SDP puede tener sesgos si existe una fuerte variabilidad entre sitios en el tamaño de la muestra. Esto podría generar falsos picos en la SDP. Para mitigar este efecto es posible crear agrupaciones artificiales. Usando RCarbon se realizó una fusión y promedio de aquellas muestras de un mismo sitio que se superponen en un rango de 100 años (binning). Asimismo en el análisis de SDP se agregó una curva generada con un promedio móvil de 200 años para suavizar las tendencias.
Resultados
Tamaño y composición de la muestra
A partir de la implementación de los métodos de cuantificación se estimó un NISP total de 4.329 especímenes humanos. Se destaca el mayor número de especímenes correspondientes a adultos (n = 4.087) en relación con los correspondientes a los subadultos (n = 242), y también que los elementos representados por una mayor cantidad de especímenes corresponden a aquellos que se encuentran con una mayor frecuencia en el esqueleto (i.e. falanges, vértebras; Tabla suplementaria 3). En lo que respecta a los individuos adultos, los elementos más afectados por la fragmentación fueron los correspondientes a la escápula, las vértebras y el sacro, lo que podría explicarse por su mayor fragilidad derivada de la alta proporción de tejido esponjoso que contienen. Por el contrario, los huesos de la mano y del pie (carpos, tarsos, metacarpos, metatarsos y falanges) son los que presentan una mínima o nula fragmentación, en coherencia con su menor tamaño y mayor densidad mineral. La abundancia relativa en la que se presentan las diferentes unidades anatómicas de los individuos adultos se grafica en la Figura 4. El cráneo y el coxal son las más frecuentes, aunque también se encuentran presentes en un alto porcentaje (cercano al 40%) el radio, el astrágalo y el quinto metatarso. Por otra parte, las costillas y los carpos fueron las unidades anatómicas que tuvieron las frecuencias más bajas (menos del 10%).
En cuanto a los subadultos, se destaca que, en líneas generales, se encuentran menos fragmentados que los individuos adultos, y que siguen un patrón diferente: los huesos del esqueleto apendicular se encuentran más fragmentados que los del esqueleto axial. La abundancia relativa de las diferentes unidades anatómicas para subadultos se grafica en la Figura 4. Nuevamente, el cráneo y el coxal son las unidades más frecuentes, junto con el radio, que se encuentra presente con una frecuencia cercana al 20%. Las vértebras lumbares, las costillas, la escápula, la rótula, la tibia, el calcáneo y las falanges presentaron las frecuencias más bajas (entre 1 y 3%), mientras que no se identificaron el axis, los carpos, los metacarpos del 2do al 5to, el peroné, los tarsos (con excepción del astrágalo y del calcáneo) y los metatarsos del 2do al 5to.
Por otro lado, respecto del NMI, fue posible estimar que este sitio está representado por un mínimo de 142 individuos, entre los que se incluyen 44 masculinos adultos, 26 femeninos adultos, 36 adultos de sexo indeterminado y 36 individuos subadultos (Tabla 2).
Perfil paleodemográfico
En JP-1 se encuentran representadas todas las categorías de edad (Tabla 2; Figura 5), desde perinatos hasta adultos maduros. En líneas generales se destaca el perfil bimodal atricional, observado también en otras poblaciones de cazadores-recolectores (García Guraieb et al. Reference García Guraieb, Goñi and Tessone2015; Luna Reference Luna and Berón2018; Margerison y Knusel Reference Margerison and Knusel2002; Suby et al. Reference Suby, Luna, Aranda and Flensborg2017; Weber et al. Reference Weber, Link and Anne Katzenberg2002), aunque con una muy baja proporción de individuos entre el nacimiento y el primer año de vida. Entre los adultos, los porcentajes más altos se observan entre los adultos jóvenes. En la comparación por sexos, las frecuencias de individuos masculinos adultos son superiores a las de los femeninos, mientras que entre los juveniles esa tendencia se revierte. Las diferencias observadas entre sexos resultaron ser estadísticamente significativas considerando sólo los adultos (D = 1, p = 0,01). Por otra parte, los subadultos presentan mayores frecuencias en la categoría correspondiente a la infancia (1-4,9 años); la inmediatamente posterior (niñez; 5-9,9 años) muestra porcentajes más bajos, lo que comienza a revertirse durante la juventud (10-14,9 años), iniciándose en esa categoría de edad la tendencia hacia el aumento de las frecuencias de individuos, que culmina entre los adultos jóvenes. Estas tendencias se observan tanto en el perfil de edad de muerte que segrega a los individuos adultos indeterminados como en la que los reasigna proporcionalmente en las diferentes categorías de sexo y edad (Figura 5).
Comparando JP-1 con las dos muestras de referencia (Barrancas y BR1-CA), las tres curvas mostraron distribuciones parecidas, siendo más similares las frecuencias entre JP-1 y Barrancas que con respecto a la de los conjuntos tardíos (Figura 6). Tomando en consideración todas las categorías de edad, la muestra de JP-1 no se diferenció significativamente de ninguna de las otras dos muestras (comparación con Barrancas: D = 0,33, p = 0,60; comparación con BR1-CA: D = 0,55, p = 0,08; Tabla suplementaria 4). Considerando las distribuciones por sexo en los adultos, se observaron diferencias significativas tanto con la muestra de Barrancas (D = 1, p = 0,03) como con la de BR1-CA (D = 1, p = 0,03). Por último, las diferencias entre las muestras de subadultos no son estadísticamente significativas en ninguna de las dos comparaciones (D = 0,33, p = 0,81 para ambas comparaciones; Tabla 3).
Notas: Por edad = comparaciones por categoría de edad; Subad./Ad. = comparaciones considerando sólo los subadultos/adultos; AD = comparaciones considerando todos los adultos; M = comparaciones considerando sólo los adultos masculinos; F = comparaciones considerando sólo los adultos femeninos; Todas las cat. = comparaciones considerando todas las categorías de edad. Para las comparaciones por categoría de edad se empleó el Test de χ2, mientras que para el resto de las comparaciones se utilizó el Test de Kolmogorov-Smirnov.
* p ≤ 0,05
En la comparación con la muestra contemporánea, las curvas son similares hasta la categoría de edad 10-14,9 años; en la siguiente categoría (15-19,9 años) se observan mayores frecuencias para JP-1 (11,3%) que para Barrancas (2,8%; Figura 6; Tabla 3). Esta tendencia se exacerba entre los adultos jóvenes (JP-1 = 33,1%; Barrancas = 7%) y se invierte en los adultos medios, en cuyo caso las frecuencias para Barrancas son las más altas del perfil (JP-1 = 21,8%; Barrancas = 42,3%). Finalmente, las frecuencias de adultos maduros son idénticas en ambas curvas (19,7%). En el análisis estadístico, se destacan diferencias significativas en primer lugar en la categoría que incluye a los no natos, y en segundo entre los individuos entre 15 y 50 años de edad (Tabla 3; Tabla suplementaria 4). Por otra parte, en la comparación entre JP-1 y la curva generada del análisis de los sitios BR1-CA, se observan divergencias importantes. En primer lugar, las frecuencias son muy diferentes, y más altas para BR1-CA, en la categoría 1-4,9 años (JP-1 = 6,3%; BR1-CA = 32%), lo cual se replica, aunque en menor medida, en el rango de edad de 10-14,9 años (JP-1 = 4,2%; BR1-CA = 16%). Entre los individuos de 15-19,9 años de edad, esta tendencia se revierte, ya que no se identificaron casos en BR1-CA, mientras que en JP-1 la frecuencia es de 11,3%. Los perfiles de adultos muestran nuevamente importantes diferencias, con valores más altos para JP-1 entre los adultos jóvenes (JP-1 = 33,1%; BR1-CA = 8,0%) y maduros (JP-1 = 19,7%; BR1-CA = 4,0%). Respecto de los análisis estadísticos, los resultados indican diferencias significativas en cinco de las nueve categorías de edad (Tabla 3; Tabla suplementaria 4).
En cuanto al IJ (15P 5), el cálculo para JP-1 arrojó un valor de 0,20 (26/132), mientras que para Barrancas y BR1-CA los resultados obtenidos fueron 0,18 (11/60) y 0,33 (5/15), respectivamente. Asimismo, en base a la densidad probabilística de los fechados, se observa que JP-1 se emplaza en uno de los primeros y más pronunciados incrementos de la población registrados desde la ocupación inicial (Figura 7). Se destaca que esto ocurre dentro del grupo de fechados que aparecen sin solución de continuidad, es decir que desde los 2220 años aP la densidad registrada, si bien varía, nunca cae a valores tan bajos como los identificados en momentos previos a esa fecha.
Discusión
La comprensión de los procesos humano-ambientales ocurridos en el centro occidente argentino a partir de la incorporación de cultígenos aproximadamente 2000 años aP se ha mejorado a partir de abordajes bioarqueológicos integrales. En los últimos años se impulsaron investigaciones que permitieron incrementar el potencial informativo de un amplio registro esqueletal humano que forma parte de colecciones de museos, siendo JP-1 uno de los hallazgos más preponderantes para la región. Si se comparan los datos obtenidos en esta investigación acerca del NMI con los registros de áreas aledañas (e.g. Bernal et al. Reference Bernal, Cobos, Iván Pérez, González, Gordón, Barberena and Bernal2016; Della Negra y Novellino Reference Della Negra and Novellino2005; Durán et al. Reference Durán, Paula Novellino, Alejandra Gasco, Barberena and Frigolé2018; Gil y Neme Reference Gil, Neme, Zárate, Gil and Neme2010; Gil et al. Reference Gil, Giardina, Neme and Ugan2014; Gordón et al. Reference Gordón, Béguelin, Novellino and Archuby2019; Novellino et al. Reference Novellino, Aporta, D'Addona, Estrella, Bernal, Devicenzi, Cortegoso and Durán2013; Peralta Reference Peralta2019), JP-1 se constituye como el área de entierro que contiene el mayor número de individuos en el centro occidente de Argentina. Sumado esto a su cronología y ubicación espacial, la inclusión de este sitio en las discusiones arqueológicas actuales se hace necesaria y relevante para mejorar el caudal de información sobre la dinámica social y demográfica de los grupos humanos prehispánicos que habitaron la región de estudio.
Este trabajo se propuso evaluar si, como consecuencia de la incorporación de los cultígenos, las poblaciones desarrollaron un proceso de crecimiento demográfico, teniendo en cuenta las implicancias del modelo de la Transición Demográfica Agrícola. Se consideró para ello una serie de expectativas propuestas en relación con el perfil de edad de muerte, el IJ y la suma de probabilidades de fechados radiocarbónicos. Contrariamente a lo esperado, tanto en JP-1 como en las otras dos muestras de referencia, se observaron frecuencias bajas de individuos entre el nacimiento y el primer año de vida, junto con frecuencias similares entre los subadultos para JP-1 y Barrancas, y muy diferentes respecto de BR1-CA. Asimismo, se identifica una gran variabilidad en las frecuencias obtenidas para las tres categorías de individuos adultos. Por otra parte, los resultados del IJ indican que la población se encontraba en aumento en los tres conjuntos. La suma de probabilidades de fechados radiocarbónicos refuerza esta tendencia en JP-1. Se destaca asimismo que el valor del IJ correspondiente a JP-1 (0,20) es levemente superior al de Barrancas (0,18), que se ubica cerca del límite inferior a partir del cual es posible inferir un proceso de aumento demográfico, y considerablemente menor al de BR1-CA (0,33), que indica un fuerte incremento de la población.
La subrepresentación de individuos menores al año de vida podría responder parcialmente a sesgos por procesos pre y post depositacionales (Haglund y Sorg Reference Haglund and Sorg2002; Hervé et al. Reference Hervé, Masset and Baud1997). Los esqueletos de JP-1 fueron excavados en la década del 1980, con criterios técnicos que priorizaban la recuperación de los elementos óseos de mayor tamaño y fácil reconocimiento, como el cráneo y los huesos largos, lo que podría ir en detrimento de la identificación de los elementos pertenecientes a infantiles. Asimismo, durante los trabajos de campo no se contó con la colaboración de especialistas en el análisis de restos humanos, lo que constituye otro posible factor que haya contribuido a este escenario. En este contexto, es importante aclarar que las asignaciones de especímenes óseos al único individuo menor al año de vida pudieron realizarse en el laboratorio a partir del análisis de unos pocos huesos de pequeño tamaño y de difícil identificación anatómica, como el pars basilaris o los iliones. No se descarta, de todas formas, que las bajas frecuencias en esta categoría de edad respondan también a algún tipo de actividad vinculada a las prácticas mortuorias, por la cual podría haberse elegido evitar la inhumación de niños de esa edad en el sitio. Al observar las tendencias derivadas de las medidas de cuantificación y abundancia anatómica, se destaca que los individuos subadultos en general presentan un patrón que no dependería exclusivamente de la preservación intrínseca de los restos. En este sentido, se esperaría que los huesos menos densos, como los cuerpos vertebrales, estuvieran más fragmentados que los largos y que estos últimos estuvieran presentes en frecuencias similares entre sí. En JP-1 se observa un patrón diferente, en el que los cuerpos vertebrales se encuentran menos fragmentados que el húmero y el fémur. Asimismo, no todos los huesos largos están presentes en la misma frecuencia, ya que el radio, el cúbito y el fémur fueron identificados en proporciones más altas que el húmero y la tibia, mientras que el peroné está completamente ausente. También se destaca la ausencia de elementos anatómicos pequeños como carpos, tarsos, metacarpos, metatarsos y axis. El patrón resultante no pareciera ser el resultado de una selección intencional asociada a un patrón específico de depositación de los cuerpos, sino que podría explicarse por una selección derivada del trabajo de campo y laboratorio que limitó la recuperación de elementos de individuos subadultos. Por otra parte, las diferencias observadas en las categorías de edad dentro de los subadultos al comparar la muestra de JP-1 con las otras dos analizadas en este trabajo también podrían explicarse por problemas de muestreo y por el pequeño tamaño de los conjuntos osteológicos, lo que suele contribuir a sobrerrepresentar algunas categorías de edad.
En relación con los adultos jóvenes, se ha sugerido que las altas frecuencias dentro de un perfil con características generales atricionales podrían responder en parte al acontecimiento de uno o varios eventos catastróficos puntuales derivados de procesos de competencia entre individuos, eventos de violencia por escasez de recursos o accidentes vinculados a las partidas de caza (García Guraieb Reference García Guraieb2010; Keckler Reference Keckler and Paine1997; Lovejoy et al. Reference Lovejoy, Meindl, Pryzbeck, Barton, Heiple and Kotting1977; Luna Reference Luna2008; Mensforth Reference Mensforth1990). En un contexto de crecimiento poblacional, saturación del espacio y mayor competencia por los recursos disponibles, los eventos de violencia pueden haberse visto incrementados, aumentando a su vez el riesgo de muerte entre los adultos jóvenes. Por otra parte, la baja proporción de adultos medios y la relativamente alta frecuencia de adultos maduros en JP-1 podría estar indicando que un alto porcentaje de individuos habrían llegado a la adultez madura, como consecuencia de una disminución de la mortalidad en edades previas y del aumento en la expectativa de vida, generalmente caracterizada como baja entre los grupos cazadores-recolectores (Chamberlain Reference Chamberlain2006). En contextos en los cuales se cuenta con una disponibilidad inicial de cultígenos, suelen producirse cambios en las actividades de procesamiento que mejoraron las pautas de alimentación de personas de mayor edad, con una salud bucal deteriorada e imposibilitadas de consumir alimentos duros y difíciles de masticar, pero sí harinas y comidas hervidas.
El valor del IJ y la suma de probabilidades de fechados radiocarbónicos indican la existencia de un crecimiento poblacional independientemente del tipo de subsistencia asignado. Tradicionalmente se asume que la incorporación de recursos domésticos implicó grandes transformaciones en la dinámica social humana (Cohen Reference Cohen1977; Colledge y Conolly Reference Colledge and Conolly2007; Redman Reference Redman1990; Vigne Reference Vigne2015). La domesticación impactó no sólo en la subsistencia, la dieta y la movilidad, sino también en la demografía, la organización tecnológica y la salud de los individuos, polarizándose la caza-recolección y la agricultura como dos modos de vida contrastantes (Cohen Reference Cohen1977; Gepts et al. Reference Gepts, Famula, Bettinger, Brush, Damania, McGuire and Qualset2012; Hayden Reference Hayden1981; Winterhalder y Kennett Reference Winterhalder and Kennett2006). En las últimas décadas, la dicotomía entre sociedades de cazadores-recolectores y de agricultores fue diluyéndose, entendiéndose la misma como extremos de un rango de posibles estrategias adaptativas. Algunos autores consideran estas estrategias “intermedias” como de productores de pequeña escala (low-level food production, sensu Smith Reference Smith2001). Estos son grupos con un fuerte componente de caza y recolección que incorporan en grado variable cultígenos y eventualmente animales domésticos (Smith Reference Smith2001; Winterhalder y Kennett Reference Winterhalder and Kennett2006). Para estos contextos no se han desarrollado modelos que permitan establecer cuál es el patrón demográfico esperable. Sin embargo, las características demográficas de JP-1 podrían funcionar como parámetros en aquellas situaciones en las que los grupos humanos conjugan ambos tipos de estrategias. La información previa de JP-1 sustenta la idea de una estrategia organizativa basada en la caza-recolección típica. Sin embargo, tanto JP-1 como Barrancas podrían ser ejemplos de poblaciones que se encuentran en aumento, en las que coexisten elementos de la organización cazadora-recolectora con aquellos vinculados a la de producción de alimentos. Debido a la contemporaneidad de JP-1 con la presencia de cultígenos en el valle del Atuel, una posible explicación para el crecimiento poblacional observado radica en la disponibilidad de nuevos recursos que, aunque consumidos ocasionalmente, pudieron incrementar el estatus reproductivo de las mujeres y las tasas de fecundidad (Bocquet-Appel Reference Bocquet-Appel2011; Kelly Reference Kelly1995; Sellen Reference Sellen2001; Sellen y Smay Reference Sellen2001). Bajo estas consideraciones, se destaca que si bien las tendencias paleodemográficas en JP-1 indican crecimiento poblacional, es un aumento moderado y notoriamente menor al de agricultores. Los resultados comparativos son aproximaciones preliminares y deben tomarse con cautela dadas las diferencias en los tamaños de las muestras. Apuntamos a robustecer esta discusión en futuros trabajos a través de la incorporación de nuevas muestras que se encuentren disponibles y de la profundización en la integración con otras líneas de evidencia.
Conclusiones
JP-1 es el sitio con más inhumaciones en la región y uno de los más grandes de Pampa-Patagonia, por lo que aporta una gran cantidad de información en un contexto en el que se discute la interacción entre la caza-recolección y la agricultura. El análisis paleodemográfico permitió apoyar la hipótesis de que estas poblaciones estaban inmersas en un proceso de cambio demográfico tendiente al aumento poblacional, lo cual, en concordancia con la información isotópica y arqueológica previamente disponible, abona la idea de un patrón de incorporación, producción y consumo incipiente e intermitente de especies domesticadas. Esta interpretación, que sugiere un modo de vida en el que interactúan la caza-recolección y la producción de alimentos, se refuerza en la comparación paleodemográfica, al comprobarse la posición intermedia de JP-1 con respecto a la muestra de referencia de cazadores-recolectores y la de agricultores. La información obtenida, sumada a la ya sistematizada para este y otros sitios, representa un nuevo avance en los estudios bioarqueológicos regionales, que requerirán la complementación e integración con líneas de evidencia que se encuentran inicialmente exploradas, como salud bucal, biodistancias, patrones de uso del cuerpo y comportamiento mortuorio, entre otras.
Agradecimientos
Este trabajo ha sido posible gracias al apoyo institucional del Instituto de Evolución, Ecología Histórica y Ambiente (IDEVEA), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de la Universidad Tecnológica Nacional-Facultad Regional San Rafael y del Museo de Historia Natural de San Rafael (MHNSR). La investigación forma parte de los proyectos PICT 2016-2667 y PIP-2015-2017-0342. Agradecemos a Miriam Ayala (MHNSR) por su permanente asistencia en la preparación de las muestras. Excepto donde se indique, todas las figuras son gentileza de los autores.
Declaración de disponibilidad de datos
Los datos físicos y digitales sobre los cuales se basa la investigación se encuentran disponibles en el Museo de Historia Natural de San Rafael y en el Instituto de Evolución, Ecología Histórica y Ambiente. Para consultarlos, pueden contactarse con cualquiera de los autores.
Conflicto de intereses
Los autores declaran que no hay ningún conflicto de intereses.
Material suplementario
Para acceder al material suplementario que acompaña este artículo, visitar https://doi.org/10.1017/laq.2022.25.
Texto suplementario 1. Medidas de abundancia taxonómica y relativa.
Texto suplementario 2. Estimación del sexo, de la edad de muerte y del número mínimo de individuos (NMI).
Tabla suplementaria 1. Descripción de los artefactos líticos hallados en JP-1.
Tabla suplementaria 2. Fechados radiocarbónicos para el monte del sur de Mendoza.
Tabla suplementaria 3. Medidas de abundancia taxonómica y relativa. Vt = vértebra.
Tabla suplementaria 4. Resultados estadísticos de las comparaciones entre JP-1 y Barrancas/BR1-CA.