En el período de sesiones de la Conferencia de Examen de la Convención de 1980 de las Naciones Unidas sobre Ciertas Armas Convencionales (CEAC), celebrado recientemente en Viena, se ha aprobado un nuevo instrumento de derecho humanitario que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) acoge con satisfacción. Este convenio, jurídicamente vinculante, prohíbe el uso intencional de armas láser para enceguecer a soldados o civiles. Es sólo la segunda vez en la historia en que se prohíbe un método de guerra particularmente cruel antes de que se haya usado. Sin embargo, la Conferencia de Examen, que se suspendió el 13 de octubre después de tres semanas de negociaciones, no pudo llevar a cabo su principal objetivo de negociar nuevas restricciones en el uso de minas terrestres, que actualmente matan y mutilan a unas 2.000 personas por mes.