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Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
En el derecho internacional público se prohíbe la tortura. También se prohíbe explícitamente en la legislación de buen niimero de países. No obstante, es poco decir que continúa ensañándose actualmente, en formas violentas o según métodos cada vez más insidiosos, afectando con cada vez mayor frecuencia a los niños. De tal modo que, en 1976, ante la amplitud y la gravedad delproblema, el CICR consideró necesario hacer oír su voz y explicar la acción que realiza contra la tortura. Y nunca, tal vez, desde finales del decenio de 1970, las organizaciones internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, han sido tan numerosas y tan activas para luchar contra la tortura.
Por lo tanto, cuando la comunidad internacional acaba de celebrar el 40° aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y cuando está en vísperas de conmemorar el bicentenario de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, nos ha parecido oportuno hacer el inventario de los medios empleados, tanto jurídicos como prácticos, para luchar contra la tortura, así como de las iniciativas lanzadas, estos últimos años, tanto por organizaciones públicas y privadas como en el interior del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
1 «En general (…), el CICR deplora y condena sin equívoco y sin reserva toda tortura, sea cual sea la forma, sea cual sea el pretexto; alienta todos los esfuerzos de codificación internacional o interna cuyo efecto sea el aumento de las garantías para el hombre contra la práctica de la tortura. Sobre todo, apela a la conciencia de cada uno para que cese la más despreciable y la más envilecedora de las prácticas inventadas por el hombre». Así se expresaba en 1976 el CICR, particularmente preocupado por el uso repetido, incluso sistematico de la tortura. «El Comite Internacional de la Cruz Roja y la tortura», Revista Internacional de la Cruz Roja, n° 12, diciembre de 1976, p. 616.Google Scholar