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Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
El conde Maurice de Madre, francés residente en Suiza desde hacía varios años, tuvo la generosa idea de legar, a su muerte, en 1970, una importante cantidad de dinero al Comité Internacional de la Cruz Roja con el fin de ayudar a los delegados, a los médicos, a los enfermeros y a las enfermeras de las instituciones nacionales e internacionales de la Cruz Roja que, por haber participado en operaciones de socorro, estén en situación difí o se vean disminuidos en su salud.
Para administrar ese legado, se constituyó un consejo, integrado por representantes de la familia de Madre, del CICR y de la Liga. A partir de 1979, se han utilizado los ingresos para pagar subsidios a colaboradores de la Cruz Roja heridos, enfermos o inválidos por desempeñar su misión humanitaria. Los beneficiarios han sido, principalmente, una enfermera del CICR herida, el año 1948, en Jerusalén; un socorrista enfermero de ambulancia, voluntario de la Cruz Roja Libanesa, herido en Beirut, el año 1978; un socorrista de la Cruz Roja Centroafricana, herido durante los incidentes de Bangui, en 1979; un médico de la Cruz Roja Francesa que quedó inválido tras una misión en Tailandia, el año 1980.