El tapirage
A mediados del siglo veinte, Métraux (Reference Métraux1944) recopiló una vasta información sobre diferentes grupos amazónicos que practicaban una técnica denominada tapirage. El término agrupa una serie de alteraciones biológicas que producen un cambio de color en las plumas de las aves de los géneros Amazona y Ara, obteniéndose un color amarillo con una ligera coloración rojiza cerca del raquis de la pluma (Berthier Reference Berthier2016; McMichael Reference McMichael2008; Métraux Reference Métraux1944). A partir del registro etnográfico se documentaron tres formas diferentes de tapirage, las que tienen variaciones entre los diversos grupos que la practican. En los tres casos, las plumas que crecen en la siguiente muda tendrán las características descritas para las plumas tapirage. La primera consiste en arrancar las plumas de los psitácidos para luego frotar los folículos dérmicos con la secreción o sangre de una rana o sapo, que generalmente se acompaña con achiote (Bixa orrellana; Dequidt y Guiraud Reference Dequidt and Guiraud2005:96-97; Eder Reference Eder1985 [ca. 1772]:196-197; Guiraud Reference Guiraud2010:13; La Condamine Reference La Condamine1983 [1745]:93; Rivero 1956 [1732]:9-10; Soares de Souza Reference Soares de Souza1971 [1587]:312; Wallace Reference Wallace1992 [1853]:202). La segunda forma es alimentar al ave con pescados de carne roja o con la grasa de un pescado (Im Thurn Reference Im Thurn1882; Koch-Grünberg Reference Koch-Grünberg1995 [1905]:9; Métraux Reference Métraux1928:189, Reference Métraux1944; Sánchez Labrador Reference Sánchez Labrador1910 [1770]). Al respecto, McMichael realizó una importante anotación sobre este tipo de procedimiento, indicando que el mecanismo por el que los loros obtienen el color de sus plumas es diferente al de otras especies, ya que no lo adquieren a través de los carotenoides de su dieta, sino del pigmento psitacofulvin que ellos mismos generan (McMichael Reference McMichael2008:45). Por lo tanto, el color amarillo de las plumas podría estar relacionado con una falla hepática, producto de su alimentación (McMichael Reference McMichael2008:46). La tercera variación de la técnica es el uso de tintes elaborados con ciertas especies de plantas, como B. orellana (achiote) y Logoguigo (Im Thurn Reference Im Thurn1882:28-29; Sánchez Labrador Reference Sánchez Labrador1910 [1770]:215).
Las plumas tapirage forman parte de prácticas tradicionales de diversos grupos amazónicos, pertenecientes a las familias lingüísticas tupí-guaraní (Métraux Reference Métraux1928; Soares de Souza Reference Soares de Souza1971 [1587]), arawak septentrional (Koch-Grünberg Reference Koch-Grünberg1995 [1905]; Rivero 1956 [1732]), arawak meridional (Eder Reference Eder1985 [ca. 1772]) y arawak central (Guiraud Reference Guiraud2010; Pires de Campos Reference Pires de Campos1862), entre otros. A pesar de este vasto registro etnográfico en la Amazonia, la técnica tardó en ser identificada en el registro arqueológico. Es por ello que un objetivo clave de esta investigación ha sido examinar la aplicación de plumas tapirage en textiles chimúes con arte plumario. Para los Andes centrales, Rowe (Reference Rowe1984:168) sugirió que algunas de las plumas de los textiles de la cultura Chimú fueron plumas tapirage. Este planteamiento fue seguido por Uceda y King (Reference Uceda, King and King2012) para los textiles chimúes con aplicaciones de plumas, hallados en la Huaca de la Luna. Basados en observaciones de los rasgos generales de estos elementos, los autores indicaron que la apariencia de las plumas sería el resultado característico de la técnica tapirage —esto es, el color amarillo con un área roja cerca del raquis. La presente investigación se propuso evaluar dichas interpretaciones, sobre la base de los mismos datos.
Los procesos químicos y biológicos en el tapirage
El cambio de color en la pluma tapirage se produce debido al desequilibrio entre las causas estructurales y pigmentarias de coloración (Teixeira Reference Teixeira1992:114). El mecanismo inicial para la coloración en las aves de los géneros Ara y Amazona es brindado por los pigmentos de psitacofulvinas y melaninas. La técnica del tapirage elimina la melanina y da lugar al color amarillo (McMichael Reference McMichael2008:46). Los estudios de Berthier (Reference Berthier2016), McMichael (Reference McMichael2008) y Teixeira (Reference Teixeira1992) argumentan que algunos grupos amazónicos —como los tupinamba de la bahía (Soares de Souza Reference Soares de Souza1971 [1587]), los achagua (Rivero 1956 [1732]), baure (Eder Reference Eder1985 [ca. 1772]), tukano (Wallace Reference Wallace1992 [1853]), paresí (Pires de Campos Reference Pires de Campos1862), makusí (Im Thurn Reference Im Thurn1882), bororó (Steinen Reference Steinen1894), siusí tapuyo (Koch-Grünberg Reference Koch-Grünberg1995 [1905]) mundurukú, wapisana (Métraux Reference Métraux1944), entre otros— reprogramaron los folículos de plumas de loros vivos para producir plumas amarillas con una coloración rojiza, en reemplazo de sus plumas de colores verdes, azules y rojas. El pigmento psitacofulvin —propio de los psitácidos— le da la coloración roja brillante y naranja a especies de los géneros Ara y Amazona. Las moléculas de este pigmento son hidrófobas, se sintetizan endógenamente, y se disuelven en el citoplasma queratinante de las células (Hudon Reference Hudon, Brunn and Burns2005:137). McMichael (Reference McMichael2008:46) sugiere que la pérdida de melanina en las plumas de los psitácidos hace cambiar los pigmentos psitacofulvinas de amarillo a rojo. El mecanismo que sintetiza y deposita la melanina en el folículo se inhibe, mientras que el que sintetiza y deposita psitacofulvinas sigue funcionando. Berthier (Reference Berthier2016) estudió tocados de plumas que presentan técnica tapirage del grupo amazónico enawenê-nawê del Brasil. Observó estas plumas con un microscopio de barrido electrónico (SEM) e indicó que, efectivamente, aquellas que fueron sometidas a la técnica del tapirage presentaban modificaciones estructurales inducidas. La diferencia más resaltante era que las células de las barbas carecían de melanosoma y que las estructuras de queratina habían perdido su forma ovalada para plegarse y tener una forma más arrugada.Footnote 1
Estos antecedentes orientaron nuestros estudios arqueométricos sobre piezas textiles arqueológicas con aplicaciones de plumas, para ampliar la discusión sobre la técnica de tapirage. Los resultados de estos análisis permitieron reforzar las relaciones entre las comunidades de la costa norte peruana y la Amazonia durante el período Intermedio Tardío (1000-1476 dC).
Intercambio entre costa y Amazonia: La ruta del tapirage
La evidencia arqueológica demuestra que hubo intercambio continuo entre la Amazonia y las costas y valles bajos de los ríos Piura y Chira, en el extremo norte peruano, donde se ha registrado cerámica Sicán medio y cerámica ceremonial Chimú (Hocquenghem Reference Hocquenghem1991, Reference Hocquenghem1998). Los estudios antropológicos de Harner (Reference Harner1994) —sobre los grupos jíbaros actuales— evidencian que los aguarunas, shuars y achuars mantienen relaciones de intercambio complejas y de larga data. Los datos obtenidos de excavaciones arqueológicas en el centro del Valle del Upano evidenciaron que parte del área habitada actualmente por los shuar fue ocupada desde los 600 aC aproximadamente por poblaciones alfareras y posiblemente hortícolas (Rostain Reference Rostain1999). Sin embargo, la diferencia entre la cerámica arqueológica y la de los shuar no permite establecer una conexión de continuidad cultural (Harner Reference Harner1994).
El comercio en grupos amazónicos como los shuar se realiza a través de socios comerciales a los que llaman amikri, con los que establecen relaciones de hermandad. Existen, además, cadenas de comerciantes nativos que unen a los shuar con otros grupos, como los canelos al norte y los jíbaros achuar al este y sureste (Harner Reference Harner1994). Harner (Reference Harner1994:153) señala que la red de socios comerciales indígenas aparentemente se extiende desde “el pie de los Andes al oeste hasta cerca de Iquitos; el Amazonas en el este, y desde el río Napo en el norte al río Marañón en el sur”. Es decir, se trata de una cadena de intercambio transversal. Es posible que estos intercambios se iniciaran en zonas ubicadas más al norte, como la provincia de Pasto (actual provincia de Carchi, Ecuador), donde mercaderes especializados, como los míndalaes, se interrelacionaban con diversos grupos como parte de una red de comercio (Salomon Reference Salomon1987). La información arqueológica y etnográfica es fundamental para entender la introducción de plumas tapirage en la costa norte peruana, particularmente en el contexto de la ocupación Chimú en el sitio Huacas de Moche, de donde provienen las muestras estudiadas.
Los textiles con plumas tapirage de Huaca de la Luna
El complejo arqueológico Huacas de Moche —también conocido como Huacas del Sol y de la Luna— se ubica al pie del cerro Blanco, en el Valle de Moche, en la costa norte del actual Perú. El sitio fue uno de los asentamientos urbanos más importantes durante el período Intermedio temprano (100 aC a 700 dC), y centro emblemático de la cultura mochica. Hoy día, el sitio arqueológico está dominado por dos edificios de adobe de dimensiones monumentales, conocidos como Huaca de la Luna —templo icónico mochica— y Huaca del Sol —construida posteriormente con fines administrativos. Entre estos edificios existe una gran explanada, bajo cuya superficie se halla el núcleo urbano de la ciudad —es decir, las residencias, mercados, plazas, talleres de producción y otros restos que, gracias a años de sucesivas excavaciones arqueológicas, revelan la larga y densa ocupación de esta ciudad prehispánica (Uceda et al. Reference Uceda, Morales and Rengifo2016a, Reference Uceda, Morales and Rengifo2016b, Reference Uceda, Morales and Rengifo2018a, Reference Uceda, Morales and Rengifo2018b).
El período de nuestro estudio corresponde a la ocupación del sitio siglos después del declive de la cultura mochica. Durante el período Intermedio Tardío (1000-1440 dC), la Huaca de la Luna fue reutilizada por los chimúes como área de culto y depósito de diversas ofrendas (Uceda et al. Reference Uceda, Morales and Rengifo2016a). Durante las excavaciones del año 2003 (Tufinio Reference Tufinio, Uceda, Mujica and Morales2012), en el frontis norte del templo, se encontró, junto a un trono de la cultura Chimú, el entierro de un personaje joven (Figura 1). Su cuerpo, colocado en posición fetal sobre arena eólica, fue envuelto en un textil y acompañado con diversas ofrendas —como textiles miniatura, Spondylus y metales (Tufinio Reference Tufinio, Uceda, Mujica and Morales2012). Los textiles miniatura con plumas tapirage fueron registrados dentro de los grupos de piezas 020 y 022. Como parte de aquellos trabajos, también se recolectó una muestra del grupo de piezas 440, para fines comparativos (Tufinio Reference Tufinio, Uceda, Mujica and Morales2012).
El grupo de piezas 020 está formado por un tocado, un respaldar, un pectoral, un uncu y un taparrabo (Figura 2). Todas las piezas tienen aplicaciones de plumas y de pequeñas láminas de metal de forma circular. El grupo de piezas 022 está formado por un tocado y un uncu con aplicaciones de plumas (Figura 3). Estas piezas fueron seleccionadas debido al color peculiar de sus plumas, que visualmente se asemejaban a aquellas obtenidas mediante la técnica del tapirage. Consecuentemente, se recolectaron muestras (códigos M043 y M044) para analizar la microestructura de las plumas.
El grupo de piezas 440 fue parte de las ofrendas depositadas sobre la arena eólica, a la altura del panel de la araña del frontis norte de Huaca de la Luna. Este grupo está asociado a una escultura de madera Chimú que fue recuperada durante la temporada de excavación del año 2002 (Figura 4). Se recolectó una muestra (código M022) para realizar una comparación de las microestructuras de las plumas de las piezas. Los textiles estudiados tienen los principales rasgos que caracterizan a los textiles de la cultura Chimú, previamente descritos por Rowe (Reference Rowe1984) y Uceda y King (Reference Uceda, King and King2012).
Métodos y técnicas
Se realizaron análisis de la manufactura textil de las piezas para tener la certeza de que corresponden a textiles con características de la cultura Chimú. Para ello se tomaron en cuenta rasgos como el tipo de fibra utilizada, la técnica de tejido y la forma de engaste de las plumas. Se utilizó una ficha que registró las características generales de la pieza, una breve descripción, el estado de conservación, las dimensiones, el conteo de urdimbres y tramas por cm2, así como las técnicas usadas para su elaboración. Se realizó un dibujo a mano alzada, para indicar las costuras, dobleces e iconografía. El análisis de las técnicas se realizó sobre la base de lo propuesto por Emery (2009), Rowe (Reference Rowe1984) y Hoces y Brugnoli (2006). También se extrajo una pluma de los tocados del grupo de piezas 020 y 022 para análisis arqueométricos (M043 y M044), y se obtuvo una muestra de pluma de psitácido del taparrabo del grupo 440 (M022), que presenta condiciones normales de coloración. Esta muestra se recolectó para comparar las microestructuras de una pluma de psitácido en condiciones normales, con una pluma alterada con la técnica del tapirage. Ambas piezas son contemporáneas, proceden de la misma región y fueron expuestas a condiciones parecidas de degradación ambiental. Las microestructuras de estas plumas fueron comparadas a través de SEM. La particularidad de la muestra extraída es que procede de un contexto bastante similar al de las piezas estudiadas.
Las muestras se analizaron con microscopio óptico Olympus BX51, microscopio de barrido electrónico, microscopio Hitachi TM3000, microscopio digital VHX-3500 (Musée du quai Branly – Jacques Chirac) y microscopio VHX-5000 (Institut des NanoSciences de Paris, CNRS-Université Pierre et Marie Curie-Paris 6). La observación con microscopía óptica tuvo como objetivo determinar la filiación taxonómica de la pluma. Para ello se compararon las microestructuras de las plumas arqueológicas con plumas de aves actuales, conservadas e identificadas en la colección del Departamento de Ornitología del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Además, el manual elaborado por Chandler (Reference Chandler1916) se usó como guía para la identificación taxonómica de las plumas arqueológicas, como también las publicaciones de Dove (Reference Dove1997, Reference Dove1998), Dove y Koch (Reference Dove and Koch2011), Dove y colaboradores (Reference Dove, Hare and Heacker2005), Hargrave (Reference Hargrave1965) y Peña-Villalobos y colaboradores (Reference Peña-Villalobos, Fibla, Sallaberry, Cartajena and Opazo2014). La observación con microscopía digital se realizó con aumentos entre 40× y 100×, y se usó agua como medio de montaje por su buen índice de refracción. Después de esta primera observación, se realizó un corte distal de las muestras M043 (pluma tapirage) y M044 (pluma de psitácido en condiciones normales), para ver su estructura interna y verificar algunas de las microestructuras características de las plumas de psitácidos. La observación se realizó con aumentos entre 35× y 1500×. Con el microscopio electrónico de barrido, se trató de identificar microestructuras características de una pluma de psitácidos, como los melanosomas, la forma de las células y la separación de las barbillas, siguiendo lo planteado por Prum (Reference Prum, Adams and Slotow1999), Hudon (Reference Hudon, Brunn and Burns2005) y Berthier (Reference Berthier2016). Para ello, se realizó un corte distal a una de las barbas de cada una de las muestras M044 y M022. Por tratarse de muestras no conductoras, se recubrieron con oro (Au), con el equipo Quorum Q150R. La observación se realizó con aumentos entre 2500× y 7000×.
Resultados
Las piezas analizadas fueron elaboradas en fibra de algodón blanco, con la técnica “llano 2 × 1” (disposición de urdimbres pares para tramas simples). Para coser las plumas a estos textiles, primero se preparó un cordón en el que se engastaron las plumas plegando la punta del cálamo. Luego se ató cada pluma con un segundo cordón, y finalmente fueron cosidas al textil con un tercer cordón.
La observación con microscopía digital permitió determinar que se trata de plumas del género Amazona sp. En las Figuras 5a y 5b se observa la disposición de las barbillas y la coloración verde iridiscente propia de los psitácidos. Lo mismo ocurre en la Figura 6, que corresponde a la muestra M044. A pesar de que se trata de plumas del género Amazona sp., el color ha cambiado notablemente. La observación con el microscopio VHX-3500 de la muestra M043 permitió distinguir el color particular de la pluma, las barbas amarillas y la coloración rojiza en algunas partes de ella (Figura 7a). Las microfotografías de la muestra M044 en corte distal de la barba mostraron que la coloración sólo estaba presente en una parte de su corteza y en la base de las barbillas distales. En la médula de la barba sólo se observan las estructuras de queratina (Figura 7b).
La observación con el SEM demostró la ausencia de melanosomas dentro de las estructuras de queratina. Las investigaciones de Berthier (Reference Berthier2016) han mostrado que los melanosomas se reducen notablemente en las plumas tapirage. Además, se observó que las estructuras de queratina perdieron su forma ovalada y se plegaron, adquiriendo una forma arrugada (Figuras 8a y 8b). Otro resultado importante que se obtuvo con el SEM es que el color generado en los psitácidos se debe también a la separación que existe entre las barbas y barbillas (Tinbergen et al. Reference Tinbergen, Wilts and Stavenga2013). En las plumas tapirage, los espacios entre ellas no son tan continuos, lo que sugiere que quizás este también es un punto importante para el cambio de coloración (Figura 8c). Esto significaría que la supresión de melanina da como resultado una coloración distintiva.
Discusión
Los análisis de muestras de contextos funerarios chimúes obtenidas en el templo Huaca de la Luna, en el sitio Huacas de Moche, permitieron examinar la presencia de plumas tapirage en la costa norte peruana durante el período Intermedio Tardío (1000-1440 dC). Durante esa época, había condiciones de desierto y la vegetación silvestre estaba bien adaptada a la aridez (Vásquez et al. Reference Vásquez, Redondo, Rosales, Dorado and Peiró2020). Los árboles de baja altura no ofrecían, sin embargo, recursos de alimentación, refugio o reproducción para aves con requerimientos tan específicos como los guacamayos y los grandes loros del género Amazona. Por eso habría sido improbable que estas aves se pudieran desarrollar de forma silvestre en el área. Las condiciones hiperáridas de la costa durante este período fueron tan severas que preservaron las delicadas coberturas de pupas de moscas en los entierros chimúes en Huaca de la Luna (Huchet y Greenberg Reference Huchet and Greenberg2010).
Existen registros de diversas osamentas de aves de la costa y de la Amazonia en el complejo arqueológico Huacas de Moche, pero sólo se ha identificado una osamenta de guacamayo en el núcleo urbano del sitio (Vásquez y Rosales Reference Vásquez, Rosales, Uceda, Mujica and Morales2004). Así, podemos indicar que al templo Huaca de la Luna sólo llegaron las plumas tapirage, dado que no se contaba con un número suficiente de aves que aportaran la cantidad de plumas necesarias para fabricar todos los textiles con arte plumario registrados (Uceda y King Reference Uceda, King and King2012).
Sugerimos que estas plumas llegaron a los chimúes a través de redes de intercambio administradas por las elites. Es posible que circulara por dos direcciones, una desde el extremo norte, siguiendo una ruta similar a la del Spondylus (Hocquenghem Reference Hocquenghem1989, Reference Hocquenghem1991, Reference Hocquenghem1998), y la segunda desde el sur, puesto que el sitio Pica 8, en el Desierto de Atacama, fue un punto de intercambio recurrente durante el período Intermedio Tardío. Allí se ha registrado una muestra considerable de restos de aves de los géneros Amazona y Ara que fueron criadas en condiciones de cautiverio (Capriles et al. Reference Capriles, Santoro, George, Flores, Kennett, Kistler and Rothhammer2021). Las dos rutas son posibles e implican un tránsito desde la foresta amazónica hasta la costa, pasando por el área del altiplano. Ello involucra un vasto conocimiento del área por parte de los grupos que realizaban el tráfico de intercambio, así como un conocimiento interétnico que les permitiera generar diversas redes de comercio, las que se intensificaron durante el período Intermedio Tardío, posiblemente asociadas con la difusión del cobre, como lo sostiene Hocquenghem (Reference Hocquenghem2004:320).
No se han registrado contactos directos entre los chimúes y las sociedades amazónicas que practicaban esta técnica. No obstante, la identificación de plumas tapirage en las piezas chimúes estudiadas permite afirmar que existió contacto entre estos grupos para el intercambio de plumas tapirage. Sugerimos que estos intercambios vincularon diversos grupos andinos y amazónicos de la familia lingüística arawak, a la que pertenecen las sociedades achagua, baure, wapisana, paresí, siusí tapuyo (Métraux Reference Métraux1944) y enawenê-nawê (Dequidt y Guiraud Reference Dequidt and Guiraud2005), que practicaron el tapirage. Es posible que realizaran el intercambio de estas plumas con otros grupos arawak, que aún desconocemos, que sí mantuvieron relaciones de intercambio con los chimúes. Existen reportes de intercambios de otras sociedades amazónicas del mismo grupo lingüístico, como los arawak, con sociedades de los Andes centrales, como los yánesha (Smith Reference Smith, Chaumeil, de Rivero and Cornejo2011). Adicionalmente, Guamán Poma de Ayala (Reference Guaman Poma de Ayala1980 [1615]; Smith Reference Smith, Chaumeil, de Rivero and Cornejo2011) indica que los caminos que conectaban los Andes centrales con la selva central existían desde antes del imperio inca.
Para los años subsiguientes a la conquista, había no menos de diez caminos que conectaban a los yánesha con la carretera Cuzco–Quito del estado inca. Los vestigios arquitectónicos que documentó Smith (Reference Smith, Chaumeil, de Rivero and Cornejo2011) a lo largo de este camino, y los que Lathrap (Reference Lathrap1970) documentó en Chanchamayo, son sitios con cimientos circulares de piedra, con terrazas de origen andino. Varias fuentes etnográficas y etnohistóricas reportan que estas plumas eran usadas en diversos rituales de paso de la pubertad a la adultez, y que tenían un gran valor para las sociedades amazónicas que las producían (Koch-Grünberg Reference Koch-Grünberg1995 [1905]; Métraux Reference Métraux1928; Pitou Reference Pitou2012 [1805]; Steinen Reference Steinen1894; Wallace Reference Wallace1992 [1853]).
El registro etnográfico más reciente de técnica de tapirage es de los enawenê-nawê. Este grupo amazónico utiliza tocados cefálicos con plumas tapirage ceremoniales para el ritual de yakwa. Esta ceremonia es una de las más importantes, pues su fin es mantener el orden del mundo. En torno a ella se articula la vida social y económica de la comunidad, donde los tocados son usados por los varones jóvenes (Dequidt y Guiraud Reference Dequidt and Guiraud2005:132). Esta información etnográfica y ciertos atributos formales de la muestra permiten resaltar el carácter ceremonial y valor ritual de las piezas del contexto arqueológico. Otro detalle que resalta la ritualidad de las piezas es el lugar donde fueron colocadas: un depósito de arena eólica en el frontis norte del Templo Viejo de Huaca de la Luna. La naturaleza funeraria del contexto arqueológico indica que este fue parte de una ofrenda de la cultura Chimú. Huaca de la Luna fue un templo y centro ceremonial de gran trascendencia en la costa norte peruana durante el período Intermedio temprano. Después de ser abandonado se convirtió en un lugar de culto recurrente para comunidades chimúes del período Intermedio Tardío (Uceda Reference Uceda1999). Es decir, el sitio mantuvo su vigencia sacra hasta la época colonial, tal como lo indican estudios históricos (Rostworowski Reference Rostworowski, Petrocci and Ziolkowski2008). Es posible que los chimúes hayan considerado a Huaca de la Luna como su pacarina o lugar de origen. Otra característica que denota la importancia ritual de estas piezas es que fueron concebidas como miniaturas. Las miniaturas son recurrentes desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad (Rengifo y Castillo Reference Rengifo, Castillo, Eeckhout and Owens2015). Martínez (Reference Martínez1995:137) las define como “objeto que representa algo a través de la imitación de sus propiedades esenciales y cuya característica común es su pequeña dimensión en relación”.
Otro punto importante es que las piezas representan vestimenta masculina (tocado, uncu y taparrabo). Están elaboradas con las mismas materias primas (fibra de algodón, plumas tapirage y láminas de metal), igual técnica (llano cara de urdimbre 2 × 2) y una composición decorativa común (plumas tapirage colocadas en hileras horizontales, alternándolas con láminas circulares de metal). Esta disposición estructural y decorativa de las piezas guarda relación con el traje ceremonial Chimú de tamaño real que se exhibe en el Museo Chileno de Arte Precolombino (2006). Nos inclinamos a pensar que, a través de estas piezas, los chimúes pidieron o celebraron la llegada de un nuevo gobernante, puesto que este tipo de vestimenta (como el tocado, el uncu y el taparrabo) estuvo asociado a personajes de alto rango. Al respecto, Cieza (Reference Cieza de León1967 [1553]) y Cobo (Reference Cobo1964 [1653]) refieren al hecho de que el uso de tocados y de plumas en la vestimenta estaba reservado para los nobles.
Conclusiones
Las piezas investigadas (020 y 022) tuvieron un distintivo valor ritual para la cultura Chimú (1000-1470 dC), puesto que fueron utilizadas en una ceremonia funeraria y depositadas como ofrendas en el templo Huaca de la Luna, del sitio Huacas de Moche. Los análisis arqueométricos revelan el uso de plumas tapirage por parte de los chimúes durante el período Intermedio Tardío (1000-1440 dC). El uso de plumas tapirage junto a otros objetos suntuarios, como láminas circulares de metal y soportes de metal para los tocados, subrayan la importancia de estos elementos para estas comunidades. El análisis de la manufactura textil de las piezas evidencia una producción local, más la incorporación de elementos amazónicos como las plumas tapirage, lo que concuerda con lo planteado por Rowe (Reference Rowe1984) y permite explorar el significado de estos elementos exóticos.
Estas piezas son las únicas de toda la colección de arte plumario de Huaca de la Luna (Uceda y King Reference Uceda, King and King2012) que poseen plumas tapirage y aplicaciones o soportes de metal. Esto resalta su carácter especial dentro de un grupo de ofrendas que presentan materias primas exóticas, como son las plumas de psitácidos neotropicales. Además, fueron identificadas como plumas de psitácidos de los géneros Amazona y Ara, cuyo hábitat era la foresta amazónica (Berthier Reference Berthier2016). Evenstar y coautores (Reference Evenstar, Stuart, Hartley and Tattitch2015) señalan que el territorio costero peruano era apto para psitácidos medianos, como cotorras y pericos.
Los datos etnográficos complementarios permiten sugerir que estas plumas eran obtenidas por poblaciones chimúes a través de cadenas de intercambio de bienes de prestigio. Además, reportan intercambios de este tipo de bienes entre las poblaciones de la costa y la Amazonia con grupos proto-jíbaros (Harner Reference Harner1994). Finalmente, los resultados arqueométricos respaldan la hipótesis de Rowe (Reference Rowe1984) y de Uceda y King (Reference Uceda, King and King2012), que sostienen que en los Andes centrales se utilizaron plumas de psitácidos neotropicales con una coloración amarilla y centro rojizo durante el período Intermedio Tardío. Se concluye, además, que estas plumas fueron producidas mediante tapirage. Los resultados, sin embargo, no permiten establecer el tipo de técnica de tapirage utilizado.
Agradecimientos
Al Proyecto Arqueológico Huacas de Moche, por facilitar el material de estudio; en especial al Dr. Santiago Uceda† y al Mg. Moisés Tufinio; al Musée du quai Branly – Jacques Chirac; al Institut des NanoSciences de París (CNRS-Université Pierre et Marie Curie-París 6), por facilitar instalaciones y equipos para realizar esta investigación, y al Departamento de Ornitología del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, por el acceso a colecciones de referencia.
Declaración de disponibilidad de datos
El material que es motivo de esta investigación se encuentra en los depósitos del Museo Santiago Uceda Castillo, Trujillo, Perú. Las muestras voucher M043, M044 y M022 se encuentran en el Musée du quai Branly – Jacques Chirac, París, Francia.
Conflicto de intereses
Los autoresdeclaran que no hay ningún conflicto de intereses.