Los paisajes arqueológicos son productos culturales surgidos de la interacción de dimensiones económicas, sociales y simbólicas. En los inicios de la exploración de un paisaje, los primeros individuos que llegan son los encargados de imbuirlo de información y trascendencia en el tiempo. Así, al transformarse en espacios activos, estos paisajes se van cargando de sentidos y significados a medida que los grupos humanos los transitan, reconocen y utilizan (Anschuetz et al. Reference Anschuetz, Wilshusen and Scheick2001; Ingold Reference Ingold1993; Miotti et al. Reference Miotti, Hermo, Terranova and Blanco2015).
De acuerdo con los últimos trabajos de síntesis efectuados a partir de sitios tempranos con cronologías fiables, se ha establecido que el poblamiento de Sudamérica habría comenzado entre aproximadamente 16.600 y 15.000 años cal aP (Prates et al. Reference Prates, Politis and Pérez2020; Sutter Reference Sutter2020). Sin embargo, existe un amplio número de sitios sin material datable, donde la recurrencia de ciertas evidencias de valor diagnóstico ha servido para ubicarlos cronológicamente en la transición Pleistoceno final-Holoceno temprano, en base a semejanzas con los contextos de otros sitios que sí cuentan con fechados absolutos. Esta recurrencia consiste en la asociación contextual de puntas de proyectil cola de pescado y litos discoidales, así como materias primas alóctonas de muy buena calidad para la talla, que en algunos casos presentan tratamiento térmico (Capeletti Reference Luis2011; Castiñeira et al. Reference Castiñeira, Cardillo, Charlin and Baeza2011; Castro y Terranova Reference Castro and Terranova2015; Flegenheimer, Mazzia y Babot Reference Flegenheimer, Mazzia and Babot2013; Flegenheimer et al. Reference Flegenheimer, Bayón, Valente, Beaza and Femenías2003; Hermo et al. Reference Hermo, Terranova, Marchionni, Magnin, Mosquera and Miotti2013, Reference Hermo, Terranova and Miotti2015, Reference Hermo, Mosquera, Gariglio and Pérez2020; Jackson y Méndez Reference Jackson and Méndez2007; López Romanelli Reference López Romanelli2012; Meneghin Reference Meneghin2011; Miotti et al. Reference Miotti, Hermo, Blanco, Terranova, Jiménez López, Sánchez, González and Aguilar Arellano2011; Nami Reference Nami2007; Suárez Reference Suárez2015). En algunos de estos sitios, también se advierte la presencia o explotación de especies correspondientes a la fauna pleistocénica (Borrero [Reference Borrero and Haynes2009] y trabajos allí citados).
En Pampa Occidental el antecedente cronológico más antiguo de presencia humana se encuentra en la base de la ocupación inferior del sitio Casa de Piedra 1, datada en el Holoceno temprano (8620 ± 190 aP; Gradin et al. Reference Gradin, Vayá, Quintana, Nami, Salvino, Berón and Aguerre1984; Tabla 1). Sin embargo, investigaciones recientes en otros sectores de la provincia han generado evidencias posibles de ser adjudicadas a la exploración inicial de estos paisajes sin historia previa. En la base de la secuencia arqueológica del sitio 1 de Tapera Moreira y en hallazgos de superficie del sitio El Carmel, se registra un contexto artefactual que reúne algunos de estos indicadores de exploración temprana en ciertos lugares que se han constituido en nodos de uso recurrente a lo largo del tiempo dadas sus condiciones de ecorrefugios (Berón et al. Reference Berón, Aizpitarte, Páez, Bonomo and Archila2021, Reference Berón, Paez, Aizpitarte and Lucero2022). En ellos se hallaron asociaciones de artefactos característicos de los primeros momentos de poblamiento de un territorio, como puntas de proyectil de estilos tecnológicos tempranos (con pedúnculo esbozado, tipo cola de pescado), litos discoidales, materias primas no disponibles localmente y con tratamiento térmico. El objetivo de este trabajo es integrar las evidencias de distintos sectores de la provincia de La Pampa que indican el inicio del poblamiento en la subregión Pampa Occidental y discutirlas en relación con propuestas de colonización inicial del Cono sur americano.
* Estas calibraciones no han sido publicadas previamente.
Características ambientales y paleoambientales de Pampa Occidental
La subregión Pampa Occidental es parte de la región pampeana argentina. Los sitios señalados en este trabajo están ubicados en el sur de la provincia de La Pampa, en la que predomina un ambiente árido y semiárido, comprendido entre las isohietas de 600 y 200 mm (Figura 1). La mayor parte del área de investigación está incluida en el Mar de Arena Pampeano o Campo de Dunas Pampeanas (Iriondo y Kröhling Reference Iriondo and Kröhling1995; Zárate y Tripaldi Reference Zárate and Tripaldi2012).
La principal variable limitante es la escasez de agua en superficie. Sólo dos cuencas fluviales de origen alóctono atraviesan la provincia de La Pampa. Una de ellas es el Río Colorado de carácter permanente, que se ubica en el límite sur. El otro es el sistema Atuel-Salado-Chadileuvú-Curacó, de régimen irregular, que desagua en el Río Colorado (Centro de Investigaciones Geográficas 1983). En consecuencia, además de las cuencas fluviales mencionadas, se utilizaron recursos hídricos sustitutos, como campos de dunas, lagunas temporales, surgentes y manantiales. La investigación arqueológica muestra que esta región ha sido un paisaje intensamente poblado y transitado donde los grupos sociales pudieron desarrollar diferentes estrategias para hacer frente a estas limitaciones ambientales (Berón Reference Berón, Bayón, Pupio, González, Flegenheimer and Frère2007, Reference Berón2013, Reference Berón2016; Berón et al. Reference Berón, Aizpitarte, Páez, Bonomo and Archila2021; Carrera Aizpitarte Reference Carrera Aizpitarte2014; Salas Quintanal Reference Salas Quintanal2006).
Desde el punto de vista fitogeográfico, están presentes las provincias del Espinal y del Monte (Cabrera Reference Cabrera1976). La fauna está enmarcada dentro del Distrito Pampásico (Medus et al. Reference Medus, Cazenave and Hernández1982) que ofrece variedad de especies de carnívoros, herbívoros, roedores, edentados, reptiles, aves y batracios. De acuerdo con el registro arqueológico, también formaban parte de la fauna local el guanaco (Lama guanicoe) y el venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus), el primero con poblaciones actualmente muy reducidas y el segundo completamente ausente (Bastourre y Salazar Siciliano Reference Bastourre and Siciliano2012; Salemme y Berón Reference Salemme, Berón and Berberián2003).
Diferentes proxies indican que durante la transición Pleistoceno final-Holoceno,Footnote 1 prevalecieron condiciones semiáridas en el sector medio y oeste de Norpatagonia (Schäbitz Reference Schäbitz2003) y áridas en el sudeste de Mendoza (Krömer Reference Krömer1996), al igual que en el sector oriental de Norpatagonia y el sur de La Pampa (Schäbitz Reference Schäbitz2003). Existe consenso acerca de la manifestación de condiciones más áridas (cálidas y secas) durante el Holoceno temprano con respecto al presente (Martínez et al. Reference Martínez, Mazzanti, Quintana, Zucol, Colobig, Hassan, Brea and Passeggi2013; Navarro et al. Reference Navarro, Rojo, De Francesco, Hassan, Neme and Gil2012; Tonello y Prieto Reference Tonello and Prieto2010; Zárate Reference Zárate1997). En contraposición, Iriondo (Reference Iriondo1998) indica que para el Holoceno temprano se registra una mejora en las condiciones de temperatura y humedad. Por otra parte, en el sector occidental de las sierras de Lihué Calel y del área de confluencia de los actuales ríos Chadileuvú-Curacó con el Colorado, se inició un incremento en la capacidad hídrica y de transporte de los ríos (Melo et al. Reference Melo, Schillizzi, Perillo and Piccolo2003).
Durante el Holoceno medio se produjo un fenómeno climático global, conocido como Hypsitermal u Óptimo Climático con condiciones más cálidas que las actuales (González y Weiler Reference González and Weiler1984; Markgraf Reference Markgraf1989, Reference Markgraf, Wright, Kutzbach, Webb, Ruddiman, Street-Perrot and Bartlein1993; Prieto Reference Prieto1996, entre otros). Alrededor de 4000-3000 años aP, las condiciones climáticas comenzaron a estabilizarse, adquiriendo características de semidesierto similares a las actuales (Markgraf Reference Markgraf, Wright, Kutzbach, Webb, Ruddiman, Street-Perrot and Bartlein1993), y se inició el proceso de desecación de los antiguos cauces del Río Colorado (Melo et al. Reference Melo, Schillizzi, Perillo and Piccolo2003). La formación de dunas jóvenes y la removilización de arena indican que durante este lapso ocurrió un incremento de las condiciones de aridez (Schäbitz Reference Schäbitz2003). Entre aproximadamente 3500 y 1000 años aP en la llanura chaco-pampeana se produjo una deflación generalizada de los sedimentos superficiales y su redepositación en forma de manto de limo y arena, con campos de dunas asociados (Iriondo Reference Iriondo1990; Iriondo y García Reference Iriondo and García1993). Un desarrollo más amplio de estos temas puede verse en Berón y colaboradores (Reference Berón, Paez, Aizpitarte and Lucero2022).
Sitios de poblamiento inicial en Pampa Occidental
Las primeras evidencias de poblamiento en Pampa Occidental provienen de tres microrregiones de estudio: cuenca del Curacó (Sitio 1 de la localidad arqueológica Tapera Moreira), Valles Transversales (sitio El Carmel, localidad arqueológica San Sixto) y valle medio del Río Colorado (sitio Casa de Piedra 1; Figura 1).
Casa de Piedra 1
El sitio Casa de Piedra 1 se ubica en la margen norte del Río Colorado (Figura 1). Sus coordenadas son 38°11′ S y 67°11′ O. Fue excavado entre los años 1979 y 1983. Las ocupaciones inferiores fueron divididas en “base” (2,0 a 2,5 m de profundidad) y “cumbre” (1,80 a 2,0 m de profundidad). En la base de las ocupaciones inferiores se obtuvieron dos dataciones, que arrojaron edades radiocarbónicas de 8620 ± 190 años aP y 7560 ± 230 años aP (Gradin et al. Reference Gradin, Vayá, Quintana, Nami, Salvino, Berón and Aguerre1984:42). Estos datos han sido calibrados en la Tabla 1 y dan un rango entre 10.181-9140 y 8985-7880 años cal aP, respectivamente. Se trata de los datos cronológicos más tempranos de presencia humana en la provincia de La Pampa. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que fueron realizados a comienzos de la década de 1980 en el laboratorio Teledyne Isotopes, de New Jersey (Estados Unidos) que dejó de existir hace varios años, por lo cual no se pueden replicar. Dichos fechados tampoco han sido replicados en otros sitios de la región, ni cumplen con los estándares actuales requeridos para su validación. Es por ello que no han sido incorporados en la discusión sobre esta temática en publicaciones recientes de diversos autores que toman como marco de referencia bases de datos cronológicas (Prates et al. Reference Prates, Politis and Pérez2020; Prates y Pérez Reference Prates and Pérez2021, entre otros).
Con respecto al contexto artefactual de estos fechados, se recuperaron pocos artefactos que incluyen: escasos raspadores, pequeñas lascas con filos naturales, núcleos-chopper, núcleos-biface y numerosas lascas de desecho. Además, se menciona la presencia de una piedra plana suavemente cóncava, aunque sin detalles ni ilustración disponible. Las materias primas usadas fueron basalto y sílice, con predominio del primero. Por otra parte, se detectaron fogones circulares y vestigios de postes. Los restos faunísticos recuperados son escasos y entre ellos se identificaron restos de costillas de un mamífero grande, pequeños huesos de aves y cáscaras quemadas de huevo de ñandú. En la cumbre de las ocupaciones inferiores, sin datación, se menciona la presencia de fogones circulares. Además, se registra un contexto lítico algo diferente, con presencia de abundante talla bifacial mediante la cual se confeccionaron piezas foliáceas, bifaces, dos puntas lanceoladas de sílice, con pedúnculo esbozado, sólo una de ellas completa (Gradin et al. Reference Gradin, Vayá, Quintana, Nami, Salvino, Berón and Aguerre1984). La significación y antigüedad de este tipo de armas ha sido discutida ampliamente en la literatura arqueológica nacional (Heider y Rivero Reference Heider and Rivero2018; Rivero Reference Rivero2007; Rivero y Heider Reference Rivero and Heider2017). Dadas las cronologías de 9000-8000 años que les fueron asignadas, se puede suponer que la base de las ocupaciones inferiores de este sitio podría corresponder a un rango cronológico más antiguo.
Sitio 1: Localidad arqueológica Tapera Moreira
La localidad arqueológica Tapera Moreira se ubica aproximadamente 70 km al sursudeste de la localidad de Puelches, sobre la margen derecha del Río Curacó. Sus coordenadas son 38°33′ S y 65°33′ O. Se emplaza en un sector aterrazado del río, con abundante sedimentación y límites bien definidos. Se identificaron cinco sitios arqueológicos espacialmente diferenciados (Figura 2a). El Sitio 1 está localizado en la terraza de 11 m sobre el nivel del río y es el de mayor densidad de materiales, tanto en superficie como en estratigrafía. Entre 1988 y 1995 se realizaron extensas excavaciones en dos sectores de la misma terraza, este y oeste, distanciados entre sí por aproximadamente 35 m. En ambos sectores se observó la misma secuencia estratigráfica, aunque con diferencias cronológicas en los niveles inferiores, debido probablemente a discordancias erosivas, ya discutidas en trabajos previos (Berón Reference Berón2004, Reference Berón2015). Se trata de un sitio caracterizado como un campamento con gran redundancia ocupacional en el que se identificaron tres componentes culturales. Se obtuvieron 18 fechados radiocarbónicos que arrojaron que el uso de este locus se extiende por lo menos desde la última parte del Holoceno medio (4500 años aP) hasta el Holoceno tardío final (360 años aP). El uso de este paisaje está asociado a la presencia de un surgente de agua dulce, permanente y muy abundante, así como también al Río Curacó, de régimen temporario.
El componente inferior abarca los niveles XIII a XXX y ha sido dividido en dos subcomponentes: componente inferior cumbre (niveles XIII a XVIII) y niveles inferiores (niveles XIX a XXX; Figura 2b). En relación con los objetivos de este artículo se realiza una descripción de éstos últimos. En el nivel XXI del sector oeste se obtuvo una datación radiocarbónica de 4550 ± 60 aP (Berón Reference Berón2004:94, Reference Berón2015:75), con un rango calibrado de 3490-2936 años cal aC (Tabla 1). En el nivel XXVIII del sector este se obtuvieron dos dataciones consistentes entre sí: 3900 ± 60 años aP y 3995 ± 50 años aP (Berón Reference Berón2004:94, Reference Berón2015:75). Éstas fueron calibradas en la Tabla 1 y corresponden a los rangos temporales de 2556-2140 cal aC y 2662-2207 cal aC, respectivamente. Se ha registrado una baja densidad artefactual, y se están desarrollando nuevas excavaciones en el sitio con la finalidad de realizar observaciones geoarqueológicas y afinar los marcadores cronológicos.
Más allá de estas dataciones, en la base de la secuencia estratigráfica se registran indicios de incursiones exploratorias representadas por escasos artefactos conservados de materias primas alóctonas, entre ellos una preforma de punta tipo cola de pescado (Figuras 2b y 3a). Coincidentemente, los estratos previos a estas incursiones iniciales están enriquecidos con cenizas volcánicas de todos los tamaños (desde arena gruesa a limo fino). Por otro lado, a través del análisis fitolítico, se observaron en estos niveles grandes cantidades de fitolitos articulados en fragmentos muy grandes (> a 100μ) y que no están cubiertos por material orgánico, por lo que pueden ser consecuencia de la calcinación por efecto del contacto con las cenizas. En apoyo de esta hipótesis, se observa que algunas partículas de cenizas se imbricaron entre los fitolitos articulados. La ausencia de evidencias de microcarbones, por otra parte, indicaría que la muerte de la flora ocurrió por eventos que no estuvieron vinculados a incendios (Musaubach Reference Musaubach2014). Ambos datos (presencia de ceniza y muerte de la flora) son relevantes, ya que se relacionan con una total ausencia de evidencias culturales. De esta manera, es posible plantear que el efecto del vulcanismo sobre el paisaje pudo haber desalentado el uso de este espacio en momentos previos (Durán y Mikkan Reference Durán and Mikkan2009; Torrence Reference Torrence2019; Zeidler Reference Zeidler2016). La integración de datos proxy y su relación con el registro arqueológico permite avanzar una interpretación acerca de las condiciones paleoambientales que motivaron la exploración tardía de este locus, respecto a otras zonas cercanas de la región pampeana.
El Carmel
Con este nombre se designa un conjunto de manifestaciones arqueológicas ubicadas dentro del establecimiento rural homónimo. Se localiza en el departamento de Hucal, a unos 14 km de la ciudad de Guatraché, dentro de la localidad arqueológica San Sixto (Berón et al. Reference Berón, Aizpitarte and Páez2015). Se han recorrido distintas geoformas (médanos, bajos, lagunas) en las que se detectaron materiales arqueológicos en superficie. En una hoyada de deflación del sitio Médano 1 (37°47′ S y 63°33′ O) se recuperaron numerosos restos óseos correspondientes a megafauna que, a pesar de su alto grado de fragmentación, pudieron ser identificados como milodontinos. Si bien no se ha corroborado asociación entre las evidencias culturales tempranas y los restos de megafauna mencionados, su mera aparición nos permite afirmar que están dadas las condiciones ambientales para el afloramiento de estratos tempranos en esta localidad. Esta situación se reitera en diversos locus sudamericanos (Borrero Reference Borrero and Haynes2009).
La evidencia arqueológica más destacable en El Carmel es una punta de proyectil tipo cola de pescado recuperada superficialmente por el encargado del campo, señor Tovio, a escasos metros de su vivienda. Además, en el mismo sector también se han recuperado litos discoidales y núcleos grandes, activos de sílice de excelente calidad (Figuras 4b y 5b). Este conjunto de piezas posee valor como indicador cronológico ya que remite a contextos tempranos de similares características en el Cono sur americano (Flegenheimer, Mazzia y Babot Reference Flegenheimer, Mazzia and Babot2013; Flegenheimer, Miotti y Mazzia Reference Flegenheimer, Miotti, Mazzia, Graf, Ketron and Waters2013; Hermo et al. Reference Hermo, Terranova, Marchionni, Magnin, Mosquera and Miotti2013; Jackson y Méndez Reference Jackson and Méndez2007).
Evidencias arqueológicas de poblamiento temprano
Puntas de proyectil tipo cola de pescado
Uno de los elementos diagnósticos de exploración temprana de un territorio son las puntas cola de pescado. Hasta el momento en Pampa Occidental se han recuperado dos ejemplares. Una de ellas es una preforma hallada en el sitio 1 de la localidad arqueológica Tapera Moreira (Figura 3a), definida como tal porque presenta los rasgos identificatorios de preformas de cola de pescado de acuerdo con los criterios enunciados por Flegenheimer y Weitzel (Reference Flegenheimer and Weitzel2017). Este artefacto está confeccionado sobre una roca silícea de excelente calidad y con tratamiento térmico. Dicha materia prima no ha sido registrada en la Base Regional de Recursos Minerales, por lo que se considera que se trata de un recurso lítico de origen alóctono (Berón Reference Berón2006; Carrera Aizpitarte y Berón Reference Carrera Aizpitarte and Berón2021). Sus medidas son: 52,48 mm de largo máximo, 29,51 mm de ancho máximo y 9,17 mm de espesor máximo. El pedúnculo, en tanto, cuenta con un ancho mínimo de 17,7 mm y máximo de 22,25 mm. Se considera que correspondería a la categoría de tamaño mediano (Flegenheimer y Weitzel Reference Flegenheimer and Weitzel2017). Debió requerir de un blank de gran tamaño, lo que es infrecuente en la región. La preforma fue recuperada a 3,25 m de profundidad, en el nivel de excavación XXVIII, sector oeste. Esta sección de la secuencia estratigráfica presenta discordancias cronológicas entre ambos sectores excavados. En el sector oeste el último nivel fechado es el XXI, debido a que no se recuperaron materiales datables por debajo. De allí procede la fecha de 4550 años aP. En el sector este, en cambio, se obtuvieron dos fechados de aproximadamente 4000 años aP en el nivel XXVIII (Tabla 1). Sin embargo, se considera que la presencia de esta preforma es una evidencia indirecta de una mayor antigüedad. Por esta razón se requiere incrementar las dataciones en la base de los niveles inferiores, para lo cual se han iniciado recientemente nuevas excavaciones.
El otro ejemplar del tipo cola de pescado se encuentra en una colección privada y fue recolectado superficialmente en el sitio El Carmel (área de Valles Transversales). Está confeccionado en riolita, roca disponible en la zona, y tiene un largo máximo de 47 mm, un ancho máximo de 29 mm en la base del limbo y un espesor máximo de 7,2 mm. El pedúnculo, en tanto, cuenta con un ancho de 17 mm (Figura 3b). Este hallazgo, podría estar correlacionado con otras evidencias que remiten a contextos tempranos, entre ellas, huesos de megafauna recuperados en hoyadas de deflación, lo que indica la exposición de estratos muy antiguos.
Litos discoidales
En el sitio 1 de la localidad arqueológica Tapera Moreira se recuperaron cinco artefactos modificados por picado, abrasión y pulido (cuatro de arenita y uno de granito gris rico en cuarzo), los cuales presentan una marcada formatización (Figura 4a). Cuatro provienen de los Niveles Inferiores y uno de la superficie del sitio. Excepto por este último, todos ellos presentan sus caras fuertemente carbonatadas. El tamaño de estos artefactos es homogéneo, con un diámetro promedio de 94 mm, lo que los hace fácilmente transportables (Tabla 2). Pueden ser asignados a la categoría de “piezas discoidales” presentes en otros sitios donde se han recuperado puntas cola de pescado, como es el caso de Cueva Fell, Cerro Amigo Oeste y Cerro El Sombrero, así como en otros conjuntos asignados al Pleistoceno final-Holoceno temprano. Al igual que en los casos citados, presentan variabilidad de tamaño y materias primas y no es clara su funcionalidad (Bird Reference Bird1970; Cornejo Reference Cornejo and Luis2008; Flegenheimer, Mazzia y Babot Reference Flegenheimer, Mazzia and Babot2013; Flegenheimer, Miotti y Mazzia Reference Flegenheimer, Miotti, Mazzia, Graf, Ketron and Waters2013; Hermo et al. Reference Hermo, Terranova, Marchionni, Magnin, Mosquera and Miotti2013; Jackson y Méndez Reference Jackson and Méndez2007; Meneghin Reference Meneghin2011; Peralta González et al. Reference Peralta González, Hammond, Zilio and Moreno2022). Con el fin de indagar su posible uso como artefactos de molienda, se realizaron estudios de microrrestos vegetales (silicofitolitos) en cuatro de ellos, tres de estratigrafía y uno de superficie (Musaubach Reference Musaubach2014). Mediante el uso de lupa binocular (10× hasta 40×), se registró la presencia de una cubierta continua de carbonato de calcio de algunos milímetros de espesor precipitada sobre las caras y bordes activos de las piezas número 120, 466 y 480 (Figura 4a; Tabla 2). A partir de estos análisis se identificó, en uno de los artefactos, un grano de almidón de Prosopis sp. asociado a fitolitos de gramíneas, mientras que otro presenta fitolitos de gramíneas (Poaceae) y restos de tejidos con cristales de calcio (calcifitolitos), que son afines a los observados en frutos de algunas dicotiledóneas. Los silicofitolitos recuperados en el carbonato están parcialmente degradados. Podrían provenir de la cobertura vegetal del sitio y haberse incorporado a los artefactos en el momento en que se estaba precipitando el carbonato, por lo que no se lo puede vincular a una actividad de molienda (Musaubach Reference Musaubach2014).
En el establecimiento El Carmel también se han identificado dos litos discoidales, hallados en superficie, que se caracterizan por una marcada formatización (Berón et al. Reference Berón, Aizpitarte and Páez2015). Una de las piezas, perteneciente a la colección privada del encargado, es de granito rosado con dos caras activas y posee medidas coincidentes con las halladas en el sitio 1 de la localidad Tapera Moreira. La otra, de granito gris, presenta mayores dimensiones y un peso que supera los dos kilogramos (Figura 4b, Tabla 2). Esta última fue recuperada durante nuestras tareas de prospección en la hoyada de deflación del Médano 1, el mismo donde se concentran los fragmentos óseos de megafauna. La variabilidad de tamaños y pesos registrados en este sitio también se observa en los casos recopilados por Hermo y colaboradores (Reference Hermo, Terranova, Marchionni, Magnin, Mosquera and Miotti2013; Tabla 1).
Materias primas de buena calidad y tratamiento térmico
Tanto en Tapera Moreira como en El Carmel se registró la presencia de núcleos y lascas de materias primas con tratamiento térmico. El principal indicador observado en todos los casos fue la presencia de brillo ceroso o lustre que es una de las principales alteraciones del uso de fuego controlado señalado en la bibliografía sobre el tema (Frank Reference Frank2012, Reference Frank and Mena2016; Mandeville y Flenniken Reference Mandeville and Flenniken1974; Purdy y Brooks Reference Purdy and Brooks1971). Este atributo, en conjunción con el tamaño de los núcleos y lascas y la excelente calidad de las materias primas tratadas, es excepcional en los sitios de la región. En el caso del sitio 1 de Tapera Moreira se recuperó un conjunto compuesto por 11 piezas (cinco núcleos y seis desechos de talla; Tabla 3, Figura 5a). Entre los núcleos se registraron uno piramidal, otro globular y dos amorfos. El quinto núcleo está tallado mediante la técnica bipolar. Se destaca que tres de ellos se encuentran agotados. Los desechos de talla son en su mayoría lascas angulares, aunque también se identificó una lasca plana y una microlasca de adelgazamiento bifacial.
En la colección privada de El Carmel se observó la presencia de tres núcleos enteros con posible tratamiento térmico. Dos de ellos son piramidales y el restante globular. En cuanto al tamaño, se registraron dos grandes y uno muy grande. Todos presentan módulo longitud-anchura mediano normal (Figura 5b, Tabla 3).
Se destaca en ambos sitios el tamaño de los núcleos, en algunos casos con remanente de vida útil. Esto difiere de las tendencias generales en los conjuntos líticos de Pampa Occidental donde los núcleos de materias primas de buena calidad son de tamaño reducido y aparecen agotados o reactivados mediante talla bipolar. Paradójicamente, en Casa de Piedra 1, el único sitio de Pampa Occidental con cronología del Holoceno temprano, tampoco hay buena disponibilidad de sílices y los núcleos encontrados son pequeños y agotados (Gradin et al. Reference Gradin, Vayá, Quintana, Nami, Salvino, Berón and Aguerre1984).
En la región no se han identificado fuentes de aprovisionamiento primario de esta variedad de sílice. Se considera que son rocas de origen extrarregional que fueron transportadas a estos locus en una fase exploratoria, incluyendo materias primas y tecnologías ajenas a la región. En el caso de Tapera Moreira se destaca que estas materias primas no vuelven a estar presentes en momentos posteriores de la secuencia estratigráfica, como tampoco en otros sitios de la región. Sin embargo, hay fuentes primarias de otras rocas de buena calidad que comienzan a usarse en momentos más recientes. En la secuencia estratigráfica de este sitio, a partir del nivel XXV y hasta los momentos más tardíos (ca. 360 años aP), se registra el uso de chert silíceo, una roca de muy buena calidad para la talla, que aflora en lugares puntuales de la provincia (Meseta del Fresco y Laguna El Carancho, aproximadamente 200 y 130 km, respectivamente; Berón y Curtoni Reference Berón, Curtoni, Mazzanti, Berón and Oliva2002; Carrera Aizpitarte y Berón Reference Carrera Aizpitarte and Berón2021; Carrera Aizpitarte et al. Reference Carrera Aizpitarte, Berón and Blasi2015; Curtoni et al. Reference Curtoni, Barros, Berón, Gradin and Oliva2004). Esta roca, de alta disponibilidad en la fuente, ha sido caracterizada petrográficamente por medio de cortes delgados (Berón Reference Berón2004; Carrera Aizpitarte Reference Carrera Aizpitarte2014; Carrera Aizpitarte y Berón Reference Carrera Aizpitarte and Berón2021; Carrera Aizpitarte et al. Reference Carrera Aizpitarte, Berón and Blasi2015; Velardez Reference Velardez2005, Reference Velardez and Berón2018). Además, se registra la explotación de rocas de disponibilidad local, pero de calidad variable, así como el uso cada vez más frecuente de obsidianas de procedencia cordillerana (Berón et al. Reference Berón, Páez, Aizpitarte, Giesso and Glascock2018; Giesso et al. Reference Giesso, Berón and Glascock2008). La creciente frecuencia de uso de estas rocas da cuenta de un mayor conocimiento del entorno y de los recursos disponibles una vez superada la fase exploratoria, así como también de la ampliación de la red de interacciones sociales en mayor escala (Borrero Reference Borrero1989; Franco Reference Franco2002).
Discusión
Los indicadores aquí presentados se relacionan con las expectativas generadas para una etapa de ocupación inicial del paisaje. Uno de ellos es la presencia de artefactos de valor diagnóstico que en diferentes locaciones del Cono Sur aparecen asociados entre sí y en relación con dataciones del Pleistoceno final-Holoceno temprano: puntas cola de pescado, materias primas muy seleccionadas y litos discoidales. En el Cono Sur americano existen variados ejemplos de asociaciones artefactuales de este mismo tipo que remiten a contextos tempranos. Entre ellos se pueden mencionar: centro y sur de la provincia de Entre Ríos (Capeletti Reference Luis2011; Castro y Terranova Reference Castro and Terranova2015), República Oriental del Uruguay (López Romanelli Reference López Romanelli2012; Meneghin Reference Meneghin2011; Suárez Reference Suárez2015), Sierras Centrales (Cattáneo et al. Reference Cattáneo, Izeta and Caminoa2016; Laguens et al. Reference Laguens, Pautassi, Sario and Cattáneo2007; Rivero et al. Reference Rivero, Heider and Pastor2015), Tandilia (Flegenheimer, Mazzia y Babot Reference Flegenheimer, Mazzia and Babot2013; Flegenheimer, Miotti y Mazzia Reference Flegenheimer, Miotti, Mazzia, Graf, Ketron and Waters2013), Meseta de Somuncurá (Hermo et al. Reference Hermo, Terranova, Marchionni, Magnin, Mosquera and Miotti2013, Reference Hermo, Terranova and Miotti2015; Magnin et al. Reference Magnin, Terranova and Lynch2020; Miotti y Terranova Reference Miotti and Terranova2015; Miotti et al. Reference Miotti, Hermo, Blanco, Terranova, Jiménez López, Sánchez, González and Aguilar Arellano2011, Reference Miotti, Hermo, Terranova and Blanco2015; Terranova Reference Terranova2021), sur de Chubut (Peralta González et al. Reference Peralta González, Hammond, Zilio and Moreno2022), Macizo del Deseado (Miotti et al. Reference Miotti, Hermo, Terranova and Blanco2015), centro-norte y sur de Chile (Cornejo Reference Cornejo and Luis2008; Jackson y Méndez Reference Jackson and Méndez2007; Jackson et al. Reference Jackson, Seguel, Báez and Prieto1999, Reference Jackson, Maldonado, Carré, Seguel and Vialou2011), entre otros.
Las características de los litos discoidales identificados en Pampa Occidental se relacionan con piezas similares halladas en varios contextos del Cono Sur, que han sido sintetizadas en la tabla 1 del trabajo de Hermo y colaboradores (Reference Hermo, Terranova, Marchionni, Magnin, Mosquera and Miotti2013) y también en Jackson y Méndez (Reference Jackson and Méndez2007). En todos los casos, los autores mencionados han tomado en cuenta los datos de morfología y posible funcionalidad, sobre la base de observaciones macro y microscópicas, sugiriendo un uso más de carácter simbólico que meramente utilitario. Acordamos con esta propuesta, ya que en otros artefactos picado-pulidos de los sitios pampeanos (e.g., manos de moler, morteros y molinos), los análisis arqueobotánicos y morfofuncionales han arrojado resultados menos ambiguos con respecto a su funcionalidad (Musaubach Reference Musaubach2014; Musaubach y Berón Reference Musaubach and Berón2016).
Por su parte, la baja densidad artefactual registrada en los sitios de Pampa Occidental puede asociarse con incursiones efímeras de tipo exploratorio (Borrero Reference Borrero1989; Franco Reference Franco2002; Miotti Reference Miotti, Jiménez and González2006; Miotti et al. Reference Miotti, Hermo, Terranova and Blanco2015). Esta también es una característica recurrente en varios de los ejemplos citados anteriormente, si bien hay casos contrarios como Cerro Amigo Oeste y Cerro El Sombrero Cima (Flegenheimer y Weitzel Reference Flegenheimer and Weitzel2017; Flegenheimer, Miotti y Mazzia Reference Flegenheimer, Miotti, Mazzia, Graf, Ketron and Waters2013; Terranova Reference Terranova2021).
Los núcleos de sílice de ambos sitios de La Pampa, tratados térmicamente, indican buena disponibilidad de esa materia prima en sus fuentes de aprovisionamiento, dado el tamaño grande y la posibilidad de seguir siendo usados, así como el conocimiento de técnicas para mejorar su calidad para la talla. Esto difiere de la oferta local de rocas silíceas identificadas en la Base Regional de Recursos Minerales (Berón Reference Berón2006; Carrera Aizpitarte Reference Carrera Aizpitarte2014), con la excepción del chert silíceo procedente de Meseta del Fresco. En ambos sitios pampeanos los núcleos y lascas silíceas asociados a los otros indicadores de poblamiento inicial son de idéntica litología, más allá que desconozcamos su origen, mientras que las sílices usadas posteriormente son altamente variadas, pues proceden de una fuente de gran diversidad como es el Manto Tehuelche. Sin embargo, al tratarse de materias primas alóctonas trasladadas específicamente a estos nuevos loci, ello denota la intencionalidad humana de equiparse anticipadamente para explorar territorios desconocidos, tal como ha sido planteado también para Cerro Amigo Oeste (Terranova Reference Terranova2021).
Por lo tanto, otro indicador a considerar es la variabilidad litológica inicial que señala la presencia de rocas que luego dejan de ser utilizadas, así como también momentos en los que los grupos humanos aún desconocen el territorio y los recursos líticos de mejor calidad para la talla. En el caso del sitio 1 de Tapera Moreira, donde la secuencia cronológica permite realizar comparaciones temporales, se observan ambas situaciones. Por un lado, en los niveles inferiores se registraron rocas extrarregionales (sílices tratadas térmicamente, granito gris rico en cuarzo) sólo presentes en ese segmento de la secuencia por lo que se considera que fueron traídas desde lugares con los que probablemente se perdió contacto posterior. Por otro lado, el aumento en el repertorio de rocas empleadas en momentos ulteriores, entre ellos la presencia del chert silíceo, cuya procedencia ha sido detectada dentro de los rangos de movilidad e interacción de estas poblaciones (Carrera Aizpitarte y Berón Reference Carrera Aizpitarte and Berón2021), representa una etapa más avanzada de la colonización del territorio, en que se fueron constituyendo en un paisaje socialmente significado (Miotti et al. Reference Miotti, Hermo, Terranova and Blanco2015). Una situación similar es registrada en el sur de Mendoza con respecto a la obsidiana (Neme y Gil Reference Neme and Gil2008, Reference Neme, Gil, Neme and Gil2012).
Por su parte las puntas de proyectil de tipo cola de pescado constituyen un indicador diagnóstico de etapas de poblamiento temprano allí donde se las encuentre. Como señala Terranova (Reference Terranova2021), se registran diferencias entre los investigadores respecto al rango cronológico que representan, que va entre un lapso acotado de 600 años en torno a los 12.500 cal aP, y otros que sostienen una perduración de casi 3.000 años para el Cono Sur, entre los 9000 y 11.600 años aP, con variaciones según el proceso de colonización de cada territorio (véase Terranova Reference Terranova2021). En el caso de Pampa Occidental, acordamos con la segunda propuesta, tomando en cuenta que el único fechado del Holoceno temprano, más allá de los problemas mencionados antes, nos remite a un rango cronológico de aproximadamente 10.100-9100 años cal aP (Tabla 1).
Estos espacios continuaron siendo utilizados a lo largo del tiempo, convirtiéndose en loci de uso recurrente de un ambiente semiárido. Tanto en el Curacó como en los Valles Transversales se destaca que hacia aproximadamente 3000 años aP las poblaciones desarrollaron allí sus prácticas mortuorias, dando cuenta de la recreación de su historia en un paisaje. En el caso de la localidad Tapera Moreira, la secuencia cultural del sitio 1 presenta una continuidad de uso entre aproximadamente 5000 y 300 años aP, mientras que otros sitios que componen esta localidad son unicomponentes, como el sitio 5, que se corresponde con la última etapa de uso de este locus. Otros representan espacios de entierro de los muertos, próximos a los campamentos, como los sitios 3 y La Lomita, con enterratorios entre aproximadamente 3000 y 1200 años aP. Corresponden a personas adultas cuyos cráneos presentan deformación circular, el tipo deformatorio más antiguo detectado en la región (Berón y Baffi Reference Berón2003; Berón y Luna Reference Berón, Luna, Salemme, Santiago, Álvarez, Piana, Vázquez and Mansur2009; Della Negra y Novellino Reference Della Negra and Novellino2005; Mendonça et al. Reference Mendonça, Aguerre, Arrieta and Pera2013; Pérez et al. Reference Pérez, Della Negra, Novellino, González, Bernal, Cúneo and Hajduk2009).
En el caso de El Carmel, este sitio es parte de una localidad arqueológica con manifestaciones culturales correspondientes a diferentes cronologías y usos del paisaje. Hay enterratorios múltiples (Médano La Minessota), aislados (La Tranquera), sitios de uso intensivo en médanos (sitio Luis Otero, Médano de San Sixto, Bajada La Minnesota) y en bordes de laguna (Bajo de Marcelino), con rangos cronológicos de 3000 a 800 años aP (Berón et al. Reference Berón, Aizpitarte and Páez2015).
En relación con la ubicación de los sitios con evidencias tempranas de poblamiento, para este sector de la Pampa Occidental se propone una exploración lenta y discontínua que utilizaría como principales ejes a las cuencas hídricas de la vertiente atlántica, como propone Miotti (Reference Miotti, Jiménez and González2006). En este caso particular, las cuencas de transitabilidad son de distinto rango: vías principales de ingreso a la zona continental como el Río Colorado y la paleored de drenaje comprendida entre el sudeste de la provincia de La Pampa y el estuario de Bahía Blanca (Berón et al. Reference Berón, Paez, Aizpitarte and Lucero2022; Melo et al. Reference Melo, Schillizzi, Perillo and Piccolo2003), y vías secundarias como el sistema Atuel-Salado-Chadileuvú-Curacó y/o paleocauces como los Valles Transversales (Figura 6). En este escenario, los ambientes acuáticos pudieron actuar como ecorrefugios que permitieron hacer frente a los riesgos que prevalecieron durante situaciones de estrés ambiental.
Conclusión
Los paisajes arqueológicos son productos culturales surgidos de la interacción de dimensiones económicas, sociales y simbólicas. En los inicios de la exploración de una comarca, los primeros individuos son quienes están a cargo de imbuirlos de información, relevancia y trascendencia en el tiempo (Miotti y Hermo Reference Miotti, Hermo, Miotti and Hermo2011; Miotti et al. Reference Miotti, Hermo, Terranova and Blanco2015). En un ambiente semidesértico, donde el agua es un recurso crítico, seguramente los grupos humanos exploraron y colonizaron a lo largo del Holoceno nuevos ambientes según jerarquías generadas por percepciones, objetivos y transmisión de información (Borrero Reference Borrero1989). Es así que estos paisajes, al transformarse en espacios activos, se van cargando de sentidos y significados diversos a medida que los grupos humanos los transitan, reconocen y utilizan a lo largo del tiempo. En los momentos tempranos de poblamiento de este territorio las evidencias materiales son fragmentarias, discontinuas y elusivas, pero están presentes en lugares que luego fueron elegidos para ser usados con continuidad en el tiempo hasta transformarse en lugares persistentes al igual que en muchos de los ejemplos antes reseñados.
Los modelos y evaluaciones recientes basados en la distribución de dataciones radiocarbónicas (Campbell y Quiroz Reference Campbell and Quiroz2015; Prates y Pérez Reference Prates and Pérez2021; Prates et al. Reference Prates, Politis and Pérez2020, entre otros) dejan de lado este tipo de contextos, a pesar de que la variable cronológica ha dejado de ser la única posible de ser considerada, dada la baja señal de la etapa exploratoria. Numerosa bibliografía sobre el poblamiento temprano sudamericano enfatiza la importancia de considerar el carácter generalizado de los cazadores-recolectores sudamericanos y de evaluar los componentes vegetales, de fauna menor y de otros recursos de la dieta, como los marinos, más difíciles de detectar sin el componente humano, aún escaso para esta etapa. También se ha dedicado extensa literatura a destacar la importancia de los taxones de fauna moderna, en proporciones iguales o mayores a los de fauna extinta en los contextos sudamericanos (Borrero Reference Borrero and Haynes2009; Sutter Reference Sutter2020). En trabajos recientes (Prates y Pérez Reference Prates and Pérez2021) centrados en bases de datos radiocarbónicos, se vuelve a sustentar la intervención del factor humano en la extinción de la megafauna, poniendo en el centro de su evaluación los componentes con armas especializadas para la caza (puntas de proyectil cola de pescado), cuando se ha destacado que los mismos aparecen recién hacia 11.600 años aP (véase Terranova Reference Terranova2021), mientras que en momentos previos se habrían utilizado otros tipos de armas o técnicas de aprovechamiento de megamamíferos (véase Sutter Reference Sutter2020).
Los indicios de poblamiento inicial en la Pampa Occidental, aún escasos, dan cuenta de un proceso paulatino de conocimiento de distintos puntos del paisaje, relacionados, en todos los casos, con ambientes acuáticos, dando lugar a tres escenarios posibles (Figura 6):
1. La cuenca media del Río Colorado, donde se sitúa el sitio Casa de Piedra 1, es un río de carácter permanente que forma parte de la vertiente atlántica. La señal arqueológica más antigua corresponde a un paisaje protegido, conformado por una angostura del cauce, con bardas altas que lo rodean.
2. La cuenca media del Río Curacó, donde se ubica el sitio Tapera Moreira 1, es un paraje con cubetas de deflación que permitieron la acumulación de sedimentos, conformando terrazas eólico-fluviales, en estrecha asociación con una fuente de agua potable abundante y permanente.
3. Valles Transversales (como es el caso del valle de Maracó, donde se encuentra el sitio El Carmel) en los que se concentran cuerpos lagunares de diferente tamaño, que en el pasado debieron conformar sistemas acuíferos de importancia.
En síntesis, se considera que más allá de la ausencia de datos cronológicos absolutos, la recurrencia de litos discoidales, puntas de proyectil cola de pescado, rocas alóctonas muy seleccionadas y tratadas térmicamente, asociadas a ambientes acuáticos y rasgos fisiográficos que favorecieron el desplazamiento de las poblaciones tempranas hacia nuevos entornos, refuerzan la propuesta de que en momentos tempranos, grupos de cazadores-recolectores transitaron este paisaje durante una fase exploratoria.
Agradecimientos
Los autores deseamos agradecer la colaboración de los pobladores locales que nos permitieron acceder a sus propiedades y colecciones: Omar Gutiérrez, familia Tovio, familia Albretch, a los diferentes arrendatarios del lote XXI, donde se ubica Tapera Moreira; Secretaría de Cultura de la provincia de La Pampa, Vialidad Provincial e Intendencia de Puelches, por su apoyo logístico durante nuestros trabajos; a Florencia Paez y Pablo Leal por la identificación de algunas de las rocas mencionadas; a los numerosos estudiantes y profesionales de distintas universidades que colaboraron en los trabajos de campo. Finalmente, a los evaluadores anónimos cuyas sugerencias permitieron enriquecer el manuscrito. Todas las fotografías e ilustraciones son cortesía del autores.
Declaración de financiamiento
Estas investigaciones fueron financiadas con diversos subsidios PICT, PIP y UBACyT que posibilitaron su desarrollo. No fue necesario contar con permisos para realizar este trabajo.
Declaración de disponibilidad de datos
Los datos utilizados en este trabajo están disponibles en el Laboratorio de Arqueología de Pampa Occidental, IDECU, UBA-CONICET, Museo Etnográfico, Moreno 350 (1091) Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Conflictos de intereses
Los autores declaran que no hay ningún conflicto de intereses.