Published online by Cambridge University Press: 20 January 2017
La arqueología moderna ha enfocado su atención al estudio de las áreas de actividad para entender formas de vida y patrones de subsistencia. Esto ha conducido a que se manejen niveles de análisis cada vez más pequeños, tales como los estudios de microarqueología, la recuperación de información botánica por medio de la flotación de restos vegetales, y el estudio de fitolitos y polen. Hasta el momento, el análisis químico de los pisos representa la escala más pequeña de estudio, ya que se está tratando con iones y moléculas químicas invisibles, impregnadas en los pisos. Sin embargo, la interpretación arqueológica de estos datos necesita estar sustentada por estudios etnoarqueológicos para entender los patrones de contaminación de actividades universales como el comer, cocinar, almacenar, etcétera y poder extrapolarlos coherentemente a contextos arqueológicos.
El presente trabajo muestra la relación entre las actividades humanas practicadas in situ y la distribución de compuestos químicos orgánicos e inorgánicos que impregnan los pisos de un área habitacional localizada en el poblado de San Vicente Xiloxochitla, en Tlaxcala, México.
Las pruebas químicas aplicadas a 76 muestras identificaron las concentraciones de carbonatos, fosfatos, pH, hierro, calcio, albúmina, ácidos grasos y carbohidratos, además de registrar su color Munsell. Los mapas de distribución muestran que las mayores alteraciones producidas por la ocupación están relacionadas principalmente con las actividades alimenticias y con los desechos de los animales. El resto de las actividades tuvieron un impacto menor en el enriquecimiento químico de los pisos pero a pesar de ello resultan claramente reconocibles. Lo anterior constituye una prueba fehaciente del tipo de información que los compuestos químicos impregnados en los pisos pueden proporcionar en contextos arqueológicos, especialmente cuando los materiales sobre los pisos son escasos.
Modern archaeology is focusing more on activity areas in order to understand ways of life and subsistence patterns. This goal leads the discipline to operate on finer levels of analysis, including microarchaeological studies and the recovery of botanical information from vegetal remains, phytholiths, and pollen. Chemical analysis of floors is the lowest scale of study since it deals with invisible ions and molecules derived from liquid solutions discarded on floors. Nevertheless, the archaeological interpretation of chemical results must be supported by ethnoarchaeological studies in order to understand the relation between activities such as eating, cooking, storage, etc., and the chemical enrichment of floors. This approach permits the application of concentration patterns to the study of archaeological context.
This relation is studied on the floor of a modern habitational unit located at San Vicente Xiloxochitla, in Tlaxcala, Mexico. Chemical tests were applied to 76 samples in which the concentration of carbonates, phosphates, pH, iron, calcium, albumin, fatty acids, and carbohydrates in addition to Munsell color were identified. Distribution maps shows that the most important disturbances are related to feeding activities and animal manure. Other activities contribute to the floor enrichment to a lesser degree. Chemical concentrations were clearly identified and related to observed activities. This kind of research constitutes the basis for further studies in archaeological habitational units, especially in cases where materials on floors are scarce.