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Tres Revoluciones de Hispanoamérica: México, Bolivia y Cuba*

Published online by Cambridge University Press:  02 January 2018

Edmund Stephen Urbanski*
Affiliation:
Departamento de Civilización Latinoamericana, Western Michigan University, Kalamazoo, Michigan

Extract

La urgencia de reformas que se desprende de las necesidades actuales de Hispanoamérica nos obliga a analizar las transformaciones que ya tuvieron lugar al respecto, puesto que pueden servirnos como directrices para el futuro. Del desenvolvimiento general de las vicisitudes que les acompañaban se puede, además, como decía Cervantes, sacar “algún ejemplo provechoso”.

De los varios países hispanoamericanos que emprendieron reformas, México es el único donde la revolución del siglo xx ha constituido el mayor intento de mejoramiento de vida de las masas. Aunque sus resultados no son finales, la palabra “revolución”, ha perdido en el suelo mexicano su sentido original. Se ha convertido en un sinónimo de progreso social y sobre todo, agrario.

Type
Research Article
Copyright
Copyright © University of Miami 1966

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Footnotes

*

Véase páginas 152-173 de Angloamérica e Hispanoamérica. Análisis de dos civilizaciones (Madrid: Ediciones Studium, 1965) por este autor.

References

1 Joáo Goncalves de Souza, Director del Programa de Cooperación Técnica de la O.E.A., basándose en los cálculos sobre el Censo de las Américas en 1960 señala que el 27 por ciento de las tierras bajo cultivo en México están labradas por las coinmunidades ejidales. Véase su estudio “El problema de la Revolución Agraria en la América Latina” en la revista Américas, XII, núm. 8 (agosto de 1960).

2 Moisés T. de la Peña, apoyándose en las estadísticas oficiales, menciona como ejemplo la zona Yaqui, donde “el 30 por ciento de las tierras ejidales no son cultivadas por los ejidatarios, por estar arrendadas, vendidas, en aparcería o por trabajarse con asalariados; aquí, que es la más privilegiada zona ejidal de la república, con magníficas tierras y abundancia de agua para riego, y aún más, es la única zona en la que los ejidatarios tienen parcela de 20 hectáreas en números redondos, contra 10 que es el máximo en las zonas mejor dotadas en otras partes, etc.”. El autor subraya, que “contra 59.000 hectáreas de riego ejidales en la zona, tan sólo 600 predios de propiedad particular suman 60.366 hectáreas, acaparadas por 106 terratenientes”. Mito y realidad de la Reforma Agraria (México, 1964), p. 31.

3 Las opiniones al respecto se encuentran en las siguientes obras: Herzog, Jesús Suva, Nueve ensayos mexicanos (México, 1953)Google Scholar y Zea, Leopoldo, El occidente y la conciencia de México (México, 1953).Google Scholar Un caudal de información y opiniones sobre los varios aspectos ideológicos de la Revolución Mexicana, contiene la obra de Alba, Victor, Las ideas sociales contemporáneas de México (México, 1960).Google Scholar

4 Sobre el doble intento de la Revolución Mexicana muchos datos valiosos los proporciona la importante obra La industrialización de México por Manuel Germán Parra (México, 1954). Dicho economista considera la revolución agraria y la industrial no como hechos opuestos, sino más bien como dos aspectos de un mismo fenómeno.

5 Tales aseveraciones penetrantes y equilibradas se hallan en varios escritos del Dr. Daniel Cosfo Villegas, distinguido catedrático y pensador mexicano. Nuestras citas están recogidas de su “Problemas agrícolas e industriales de México en Comentario a México, la lucha por la paz y por el pan, Vol. III, de Frank Tannenbaum (México, 1951), y de su Change in Latin America: The Mexican and Cuban Revolutions (Lincoln, 1961).

6 El Dr. Samuel Shapiro afirma que la concesión de títulos de propiedad se llevaba a cabo muy lentamente y con una violencia considerable y sobornos de los oficiales. Invisible Latin America (Boston, 1963), p. 128.

7 El Dr. Alexander atribuye la lentitud en el proceso de distribución de las tierras mayormente a la falta de topógrafos y técnicos bolivianos. Explica a la vez que los bonos que algunos dueños de las haciendas expropiadas recibieron en pago, debido a la inflación ininterrumpida que persigue a Bolivia desde 1952, equivalían prácticamente a una medida confiscatoria. Alexander, Robert J., “Bolivia, the National Revolution” en: Needier, Martin C., Political Systems of Latin America, (Princeton, 1964), p. 329.Google Scholar

8 El analfabetismo boliviano, el más alto no sólo de la región andina sino de toda la América del Sur, según los datos basados en el Censo de las Américas de 1950, alcanza 68.9 por ciento, Las cifras correspondientes a otros1 países andinos son lu siguientes: Perú 57.6, Ecuador 43.7, Colombia 38.5 y Chile 19.4. Statistical Abstract of Latin America (Los Angeles, Calif.: Center of Latin American Studies, University of California, 1962).

9 Arnade, Charles W., “Bolivia's Social Revolution, 1952-1959,” Journal of Inter-American Studies, I, No. 3 (July 1959).Google Scholar

10 Alexander, Robert J., The Bolivian National Revolution (New Brunswick, 1958), p. 280.Google Scholar

11 El partido gubernamental de México fue sujeto a cambios históricos de nomenclatura de acuerdo con su énfasis ideológica. En 1929 se llamó Partido Nacional Revolucionario, en 1937 se transfonnó en el Partido de la Revolución Mexicana y en 1945 cambió su nombre por el del Partido Revolucionario Institucional que es el que ostenta hasta la fecha. Cline, Howard F., México (London, 1962), p. 149.Google Scholar

12 Estas afirmaciones proceden del semanario inglés Observer de Londres, citado por Hispanic American Report, XVI, No. 10 (diciembre de 1963), p. 962.

13 Esta denuncia la hizo la Asociación Cubana de Jurisconsultos en el Exilio, según señala la Agencia de noticias Associated Press en su cable de Miami (Florida) fechado el 2 de enero de 1964. Para imparcialidad de información hay que decir que también hubo varios casos de sabotaje de Cuba emprendido por los exiliados cubanos. La propaganda comunista acostumbra a culpar por tales hechos a los EE.UU. donde ahora radican alrededor de 300.000 refugiados cubanos.

14 Cita del artículo “Los Estados Unidos, Cuba y la América Latina” por Jaime Benítez, que apareció en la revista La Torre, Río Piedras, XI, núm. 43 (julio-setiembre), 11. El autor es Rector de la Universidad de Puerto Rico.