Published online by Cambridge University Press: 19 April 2023
Recent research conducted in northern Michoacan, west Mexico, has yielded significant new datasets that can be used to reconsider the occupation of this region in the Postclassic period (a.d. 900–1541), prior to and during the rise of the Tarascan state. LiDAR data, in particular, has facilitated reassessment of the archaeological record and its implications concerning the population and social dynamics of this region. In this article, I combine data collected through traditional field-based research with LiDAR-derived data to reassess the population aggregation that occurred during a.d. 1250–1450 in the Zacapu Basin, resulting in the formation of a large urban system. Compared to prior population estimates and interpretations regarding the urban structure of the Zacapu Malpaís sites, the integration of these datasets enables both an increased scale of analysis and finer resolution, thus providing a clearer picture of one of the earliest episodes of urbanization in west Mexico.
Investigaciones recientes llevadas a cabo en el norte de Michoacán, occidente de México, han producido juegos de datos para reconsiderar la ocupación de la región en el período posclásico (900–1541 d.C.), antes y durante el establecimiento del estado Tarasco. En particular, datos LiDAR han facilitado una reevaluación del registro arqueológico y sus implicaciones al respecto del poblamiento y dinámicas sociales en la región. En el presente artículo, combinamos datos colectados durante trabajos tradicionales de campo (prospección, mapeo y excavación) con datos procedentes del modelo digital de campo de alta resolución generado con tecnología LiDAR (91.3 km2 adquirido en 2015). Estos análisis permiten reevaluar el fenómeno de urbanización masiva que ocurrió alrededor de 1250–1450 d.C. en la cuenca de Zacapu. Las interpretaciones establecidas inicialmente al respecto del urbanismo, de la demografía y de los patrones de asentamiento de los asentamientos pre-tarascos de Zacapu fueron basadas en el estudio de “muestras” considerando la superficie urbanizada (100 hectáreas sobre 900 aproximadamente). Con el soporte de los datos LiDAR, se puede ahora reevaluar muy sistemáticamente varios aspectos de este sistema urbano y generar una imagen de alta resolución de uno de los episodios más tempranos de urbanización en el occidente de México.