El 19 de marzo de 1993, el señor René Felber, jefe del Departamento Federal Suizo de Asuntos Exteriores, y el señor Cornelio Sommaruga, presidente del CICR, firmaron, en Berna, un acuerdo para determinar el estatuto jurídico del CICR en Suiza.
La firma del acuerdo tenía triple finalidad:
Para la Confederación Suiza se trataba de confirmar, mediante un documento jurídico, la independencia del CICR que, por lo demás, las autoridades federales siempre han respetado. Los objetivos de este acuerdo figuraban claramente en el informe del grupo de estudio, al que el Consejo Federal había encargado que examinara la evolución de la política exterior de Suiza:
«Las autoridades federales han de evitar toda confusión entre la política suiza y la actividad del Comité, así como entre la neutralidad de Suiza y la neutralidad humanitaria del CICR. Suiza no debe influir en las decisiones del Comité y ha de respetar la independencia de éste. Uno de los medios que permitiría poner de relieve este punto sería la firma de un acuerdo de sede con el CICR, en virtud del cual Suiza le confiera los privilegios e inmunidades habitualmente admitidos en derecho internacional público, a semejanza de las organizaciones internacionales establecidas en Ginebra»