En este artículo discutimos las prácticas y representaciones culturales de los pueblos indígenas de Patagonia continental e insular (Tierra del Fuego) en relación con los piojos, confrontando registros históricos y etnográficos de los siglos dieciocho al veinte. El consumo de piojos de la cabeza fue una práctica habitual y cotidiana entre los grupos indígenas del sur de Sudamérica, quienes los consideraban un verdadero manjar. Hombres, mujeres, niñas y niños participaban de esta actividad colectiva que a la vez era atravesada por la afectividad, consumiendo lo que ellos mismos conseguían en las pesquisas. El cambio continuo de campamento, el despiojado, el tipo de vestimenta, el uso de pinturas repelentes, aceite de foca y peines eran sus métodos de control de las pediculosis. Se argumenta que el proceso de expansión colonial de los estados republicanos de Argentina y Chile, a fines del siglo diecinueve, habría forzado la modificación de estas prácticas culturales. Las fuentes históricas y etnográficas reflejan, además, las tensiones y contradicciones entre las percepciones y connotaciones negativas de los foráneos y la significancia que tenían los piojos de la cabeza para las poblaciones indígenas.