En julio de 1989 y 1990 se hicieron dos cosechas comerciales de Gelidium sesquipedale mediante arranque y corte, con objeto de observar la recuperación, obteniendo datos que sienten las bases biológicas para establecer un plan de gestión del recurso.
Se observa una reducción de la biomasa del 80 % tras la cosecha, no variando la densidad de frondes y reduciéndose la talla media de la poblacion un 48 % por corte y un 31 % por arranque. Los 3 ó 4 meses que siguen a la cosecha son muy importantes en la recuperación de la biomasa, de manera que en octubre ya no existen diferencias significativas entre las medias de las zonas cosechadas y control. En este período, frente a tasas de crecimiento nulas en la zona control, se obtienen valores alrededor de 1.3 %.día−1 en las cosechadas, mientras que entre marzo y julio oscilan alrededor de 0.9 %.día.−1.
La producción es 1.4 veces mayor en las áreas cosechadas (valores alrededor de 1 100 g.m−2.año−1), mientras que las tasas de renovación son 2.5 veces mayores en ellas (6.8 año−1).
Los epífitos prácticamente desaparecen tras la cosecha, pero se recuperan al mes siguiente, no aumentando su biomasa en relación a la de la control.