A Primera Vista, a más de uno y a más de dos, no dejará de extrañarle el título de este trabajo, porque Palma no se dedicó ,a escribir historia sino que concentró su atención en las tradiciones. Él mismo lo dice. En el Prologuito obligado de la quinta serie de sus Tradiciones, hallamos estos versos:
Mi tiempo es el pasado, mi altar
y en Ropa Vieja, (Lima, 1889) añade: “Tonto de capirote será el que se proponga estudiar formalmente historia peruana en mis tradiciones y en cuanto a si altero o no, de vez en cuando, la verdad, eso es cuenta exclusiva mía.. .”. En otro lugar no tiene reparo en decir que ha ganado fama, contando mentiras bonitas y también que “ha hecho de la historia pepitoria”. Y para remate allá van estas líneas que brotaron de su pluma: “Yo no dicto un curso de Historia Nacional. Narro antiguallas como el pueblo y las viejas cuentan cuentos…”.