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Published online by Cambridge University Press: 29 January 2010
Desde la fundación de la Cruz Roja se ha planteado el problema de su relación con la guerra. En efecto, cabía preguntarse si el hecho de institucionalizar la protección de las víctimas de la guerra y de crear un ámbito especial al que la violencia no tuviera acceso no podría ser considerado como un reconocimiento oficial de la guerra, como la aceptación tácita del recurso a la fuerza. Incluso algunos se preguntaron si el hecho de reglamentar la guerra sin tratar de suprimirla no significaría estar al servicio de los objetivos de los responsables militares y políticos de la beligerancia, que podrían, en adelante, esgrimir la excusa de una «guerra limpia» para justificarse ante la opinión pública y la historia.
Estas reservas no mermaron la determinación de los fundadores de la Cruz Roja, que, sin duda, consideraban que ya habían resuelto este problema. Como ciudadanos de una nación de neutralidad institucional, solo reconocían como legítima la guerra defensiva, y pensaban que un ejército de milicia es la mejor garantía para su protección. Su objetivo consistía en mejorar la situación de los militares heridos, más que en reformar la política de las naciones.
1 El general Dufour, en el transcurso de una larga carrera militar, fue nombrado en cuatro ocasiones Comandante en jefe del ejército federal; Gustave Moynier, soldado en el regimiento ginebrino, había prestado, durante cinco semanas, servicio activo en la frontera del Rhin cuando tuvo lugar el episodio de Neuchatel (1857); Henry Dunant, que había obtenido la nacionalidad francesa en 1859, tenía doble nacionalidad —francesa y suiza— y, por ese motivo, estaba exento de servicio militar; los doctores Maunoir y Appia, en caso de conflicto, hubieran sido seguraraente llamados a realizar tareas en los servicios de sanidad.
2 Actas de la Conferencia de Ginebra, 26 al 29 de octubre de 1863, p.8Google Scholar de la versión francesa.
3 Fundada en Londres el 14 de junio de 1816, la Peace Society desempeñó un papel importante para el desarrollo de las sociedades de paz en el continente europeo. La historia de la Peace Society está asociada con el nombre de Henry Richard (1811–1888), redactor del diario Herald of Peace y secretario de la sociedad durante casi 40 años. Por lo que atañe a la historia del pacifismo consúltese la reciente obra de Grossi, Verdiana, Le pacifisme européen: 1889–1914, Bruylant, Bruselas, 1994Google Scholar.
4 El 14 de diciembre de 1886, el tribunal civil de Ginebra nombró a Gustave Moynier como experto para la repartición de los documentos dejados a su muerte por el conde de Sellon, junto con Louis Dufour, archivista de Estado, y Théofile Dufour, juez del Tribunal de Justicia y del Tribunal Supremo, director de los Archivos de Estado (1877–1885) y director de la Biblioteca Pública y Universitaria (1885–1900).
5 Victor Hugo, discurso de apertura, Congreso de la Paz, París, 21 de agosto de 1849.
6 Véase Le Temps del 26 de abril de 1867Google Scholar. Frédéric Passy (1822–1912), autor de varias obras de economía, partidario convencido del pacifismo y del arbitraje, defensor de la idea de una Federación Europea, creador en 1889, con William Randall Cremer, de la Unión Interparlamentaria, ya se había manifestado, en 1859, contra la guerra de Lombardía.
7 Publicado en los números de la Bibliothéque de la Paix, revista editada por la Liga Internacional y Permanente de la Paz.
8 Annales du Congrès de Genève, prefacio de Jules Barni, Ginebra, Vérésoff y Garrigues, 1868, pp. 6–7Google Scholar.
9 Lemmonier, Charles, La vérité sur le Congrès de Genève, Berna y Ginebra, Vérésoff y Garrigues, 1867, pp. 5–6Google Scholar.
10 El Institut national genevois había sido fundado en 1852Google Scholar, por iniciativa de James Fazy, en esa época presidente del Consejo de Estado de Ginebra, quien fue su primer presidente. Incluía, entonces, tres clases: industria, comercio y agriculture; ciencias morales y políticas; bellas artes, música y letras.
11 También fueron miembros del comité central los ginebrinos Amédée Roget y el notario Albert Wessel, miembros del partido democrático y del partido independiente, respectivamente. De la delegación alemana mencionemos a Armand Goegg, que había abandonado Alemania tras los disturbios revolucionarios de 1848. Su hijo, Egmond (o Edmond) Goegg, instalado en Ginebra, será más tarde miembro de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública, de la que será presidente varias veces, entre ellas en 1906, cuando recibió, en el Palacio del Ateneo y en nombre de la Sociedad, a los delegados en la Conferencia Diplomatica para la Revisión del Convenio de Ginebra del 22 de agosto de 1864.
12 Véanse Lemmonier, Charles, op. cit. (nota 9), pp. 12–14Google Scholar; Aeschlimann, Willy, «Garibaldi à Genève» en Almanack du Vieux Genève, 1963, pp. 23–25Google Scholar, y «Garibaldi au Congrès de la Paix et la presse valaisanne» id. 1964, pp. 25–28Google Scholar; y la prensa ginebrina de la època.
13 Acerca del desarrollo del Congreso, véanse Annales du Congrès de Genève: Charles Lemmonier, op. cit. (nota 9); y Ruchon, François, Histoire politique de Genève (1813–1907), Ginebra, Jullien, 1953, vol. II, pp. 231–232Google Scholar.
14 Prefacio de Jules Barni para Annales du Congrès de Genève, p. VIIIGoogle Scholar.
15 Miembros fundadores eran los que se habían inscrito durante el primer año y habían pagado una contributión de, por lo menos, cien francos.
16 Frédéric Passy dio dos conferencias en Ginebra sobre el teraa de la guerra: el 1 de diciembre de 1869, en la sala de los Amigos de la Instrucción, en el Templo Unico (hoy iglesia del Sagrado Corazón), y el 3 de diciembre en la sala de la Reforma. Tras estas conferencias, que tuvieron mucho éxito, varios oyentes se inscribieron como socios o miembros de la Liga de la Paz.
17 Fénelon (1651–1715), Dialogue des Morts, Diálogo XVI: «Socrate et Alcibiade».
18 Véanse Haggenmacher, Peter, «Guerre juste et guerre régulière dans la doctrine espagnole du XVI siècle», RICR, nº 797, septiembre-octubre de 1992 yGoogle Scholar, del mismo autor, Grotius et la doctrine de la guerre juste, París, P.U.F., 1983 (Publicaciones del Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales, Ginebra)Google Scholar.
19 Tito Livio, libro IX, I. Citado por Maquiavelo, El principe, cap. XXVI.
20 Op. cit. (nota 8), p. 139. Con motivo del ataque de los voluntarios garibaldinos contra los Estados Pontificios, el Comité Internacional emprendió gestiones ante el Consejo Federal y monseñor Mermillod, recién nombrado obispo de Hébron in partibus y auxiliar de Ginebra, para incitar al Vaticano a adherirse al Convenio de Ginebra del 22 de agosto de 1864 (cartas de Gustave Moynier al presidente de la Confederatión y a monseñor Mermillod del 1 de noviembre de 1867). Sin demora, monseñor Mermillod despachó favorablemente la solicited del Comité. Los Estados Pontificios notificaron su adhesión al Consejo el 6 de mayo de 1868.
21 Victor Hugo, Congreso de Lausana, 4 de setiembre de 1869.
22 El Congreso de la paz se reunió, el año 1870 en Basilea, el año 1871 en Lausana, y el año 1872 en Lugano. A partir de 1873, se reúne con regularidad en Ginebra.
23 Liga Internacional de la Paz y la Libertad, Quinto Congreso, Lausana, 25–29 de setiembre de 1871, resolución cuarta (derecho internacional)Google Scholar.
24 Hugo, Victor, La question de la paix remplacée par la question de la guerre — À MM. les membres du Congrès de la Paix à Genève, París, 4 de septiembre de 1874Google Scholar.
25 Élie Ducommun, primer secretario de la Oficina Internacional de la Paz, y Charles-Albert Gobat, secretario de la Oficina Central de la Unión Interparlamentaria, recibieron en 1902 el premio Nobel de la Paz.
26 Rolin-Jæquemyns, G., «De la nécessité d'organiser une institution scientifique permanente pour favoriser 1'étude et les progrès du droit internacional», Revue de droit internacional et de la législation comparée, vol. V, 1873, p. 466Google Scholar.
27 Gustave Moynier a Frédéric Passy, mayo de 1868. La carta fue publicada en el apéndice que acompañaba a las actas de la primera asamblea general de la Liga Internacional Y Permanente de la Paz, celebrada el 8 de junio de 1868 (Biblioteca de Paz). Gustave Moynier, que había pensado publicarla en esa época, lo hizo finalmente en un artículo publicado en la RICR, nº 126, abril de 1901, p. 74.
28 «Die Härten des Krieges und das Völkerrecht, Ein Brief des Präsidenten des internacionalen Instituts für Välkerrecht, Herrn Moynier, an den Herausgeber der Deutschen Revue [Richard Fleischer]» Deutsche Revue über das gesamte nationale Leben der Gegenwart, decimoséptimo año, vol. IV, octubre-diciembre de 1892, Breslau, pp. 331–339Google Scholar. En la Deutsche Revue publicará Henry Dunant, en 1899, la traducción en alemán de su manifiesto pacifista «La propuesta del zar Nicolas II»Google Scholar.
29 Texto original en francés, del manuscrito de octubre de 1892. CICR, fondos Moynier.
30 Como aplicación de este principio, Gustave Moynier había solicitado al Consejo Federal que propusiera oficialmente a los Estados que habían participado en la Conferencia Diplomática de Ginebra de 1868 que ratificaran por separado los artículos adicionales relativos a la guerra marítima, que habían sido aprobados por unanimidad, apartándolos del conjunto del proyecto de convenio. El Consejo Federal, juzgando que una decisión de ese tipo correspondía a una conferencia diplomática, no dio curso a esta propuesta.
31 Supra, nota 27.
32 Véase, a este respecto: CICR y Liga de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Action en faveur de la Paix, Résolutions concernant la paix adoptée par le Mouvement internacional de la Croix-Rouge etdu Croissant-Rouge depuis 1921, Ginebra, 1986Google Scholar.