La casa a la malicia fue un fenómeno arquitectónico único en el contexto del Madrid de los Austrias, que no tuvo paralelos en otros paradigmas urbanos fuera ni dentro de España. La casa a la malicia fue un tipo de vivienda muy frecuente, particularmente desde principios del siglo XVII, que debe entenderse como consecuencia directa de la implementación de una ley de origen real desde el período medieval: la regalía de aposento. La regalía de aposento requería que los vecinos de la ciudad donde se hallaba la Corte dieran alojamiento forzado y gratuito en las habitaciones libres de sus casas, a las cuales se llamó casas de aposento. Los beneficiados por esta ley eran los burócratas que acompañaban al rey en su tránsito y visita por diversos territorios, quienes podían vivir por meses con los habitantes locales. Si la vivienda tenía espacio suficiente y se consideraba “de aposento” era apta para acomodar a los funcionarios. Si no tenía espaciosidad se la consideraba “de incómoda partición”. La casa a la malicia fue el resultado de los intentos por transformar una casa de aposento disimulando sus dimensiones y disposición de modo que aparentara ser de incómoda partición. Si bien parece haber sido un fenómeno urbano muy generalizado, es curiosa la escasez de estudios que la ponen en relación con el espacio teatral y la comedia del siglo XVII, a pesar de las innumerables obras que contienen referencias a estas viviendas contrahechas y, como veremos, teatralmente engañosas.

La casa a la malicia es objeto inaugural en la serie de calas que ofrece este libro puesto que representa una de las realidades históricas más teatrales de la ciudad de Madrid y, a su vez, menos estudiadas en relación a las creaciones literarias del siglo XVII español. Se verá cómo fuentes contemporáneas de narrativa y teatro, así como documentos legales y tratados políticos, dan cuenta de que las casas a la malicia eran no tanto un tipo de casa pequeña y pobre, sino más bien el producto de una calculada táctica engañosa y escurridiza de los propietarios de grandes casas (potencialmente de aposento) para simular la escasez de espacio y, con esto, escapar de la imposición de la regalía.