Book contents
- Frontmatter
- Índice
- Reconocimientos
- 1 Alegorías del poder: textos y contextos
- 2 Lope de Vega o los inicios de la crisis del poder
- 3 Tirso de Molina o la carnavalización del poder
- 4 Calderón: templanza, prudencia y poder
- 5 ‘Que en el rayo dentro de la nube se decía todo’: conclusión
- Bibliografía consultada
- Índice
4 - Calderón: templanza, prudencia y poder
Published online by Cambridge University Press: 03 March 2023
- Frontmatter
- Índice
- Reconocimientos
- 1 Alegorías del poder: textos y contextos
- 2 Lope de Vega o los inicios de la crisis del poder
- 3 Tirso de Molina o la carnavalización del poder
- 4 Calderón: templanza, prudencia y poder
- 5 ‘Que en el rayo dentro de la nube se decía todo’: conclusión
- Bibliografía consultada
- Índice
Summary
Nacen con nosotros los afectos, y la razón llega después de muchos años, cuando ya los halla apoderados de la voluntad, que los reconoce por señores, llevada de una falsa apariencia de bien, hasta que la razón, cobrando fuerzas con el tiempo y la experiencia, reconoce su imperio, y se opone a la tiranía de nuestras inclinaciones y apetitos. En los príncipes tarda más este reconocimiento, porque con las delicias de los palacios son más robustos los afectos.
Diego de Saavedra Fajardo, Idea de un príncipe político cristianoEl legado calderoniano es de más de doscientas piezas teatrales (sin contar el teatro breve: loas, entremeses, jácaras y mojigangas) entre las que se destacan las comedias, los dramas (históricos, mitológicos, de conversión, de honor) y los autos sacramentales. La recepción de este vasto corpus dramático ha sido dispar. Puede resumirse con la más frecuente pregunta que atraviesa, de una forma u otra, la crítica calderoniana desde las ocho lecciones que pronunció Menéndez Pelayo ante la Unión Católica de Madrid, con ocasión del bicentenario de la muerte de Calderón (1881) y que saldrían luego con el título de Calderón y su teatro. Me refiero al debate en torno a la ideología del dramaturgo y su relación con el Poder que, con motivo del tricentenario de su muerte, alcanzó la fórmula ‘¿apóstol y/o hereje?’. Para don Marcelino, Calderón es símbolo de los ideales y de la gloria de una nación y de una raza. Le adjudica, tras Sófocles y Shakespeare, el tercer puesto entre los mejores dramaturgos de la historia literaria de Occidente. Sin embargo, no oculta su preferencia por Lope. Entre los grandes defectos que le achaca a Calderón están la falta de verosimilitud y el escaso desarrollo de los personajes, valoraciones que demuestran la herencia de los valores estéticos del siglo XIX, es decir, del realismo. Para la Generación del 98 (Machado y Unamuno, sobre todo) es, precisamente por su calidad de ‘símbolo de raza’ (Unamuno dixit), que Calderón cobra un valor metonímico dentro de la problemática del retraso español (‘el problema de España’). Para el Unamuno de En torno al casticismo (1895), Calderón representa los ideales de una casta: los valores privilegiados por la Corte y la Iglesia. Para Antonio Machado, y luego para Ortega y Gasset, Calderón es el abanderado de la España ortodoxa, contrarreformista, cuyas fórmulas escolásticas congelaron de manera definitiva el pensamiento liberal.
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- Chapter
- Information
- Alegorías del podercrisis imperial y comedia nueva (1598–1659), pp. 155 - 217Publisher: Boydell & BrewerPrint publication year: 2009