Este artículo analiza la inserción de investigadoras y profesoras universitarias de ciencias sociales en Chile desde 1990. Sus objetivos son indagar en la importancia de los movimientos feministas para la emergencia de la perspectiva de género y la apertura de los cuerpos académicos a la presencia femenina, y caracterizar las condiciones laborales de cientistas sociales chilenas. La metodología utilizada fue la revisión sistemática, produciéndose un análisis sociohistórico sobre la transición democrática en su vinculación con los movimientos feministas, transformaciones demográficas y rearticulación de las ciencias sociales. Analizaremos la aseveración de las lógicas neoliberales en universidades (2000–2010) y discutiremos la rearticulación entre las demandas de los movimientos feministas y las críticas al androcentrismo en las ciencias sociales chilenas (2010–2023). La contribución original del texto consiste en poner en diálogo los estudios cuantitativos, cualitativos e históricos, abriendo nuevas vetas interpretativas sobre la desigualdad de género en la ciencia y educación superior en Chile.