Este artículo es el segundo de una serie de dos partes que analiza la investigación actual sobre el acoso en la arqueología. Estudios cualitativos y cuantitativos, como también relatos de activistas y testimonios de sobrevivientes, han establecido que el acoso ocurre a tasas epidémicas en la arqueología. Estos estudios han identificado patrones clave en relación al acoso y señalan posibles intervenciones para prevenirlo, para apoyar a les sobrevivientes y para responsabilizar a les perpetradores. Este artículo discute cinco obstáculos clave a superar en la cultura disciplinaria de la arqueología: normalización, prácticas excluyentes, confraternización, gatekeeping e impedimentos para la presentación de denuncias. Con base en dos paradigmas de salud pública —el modelo socioambiental y los enfoques basados en el trauma— se identifican intervenciones potenciales aplicables a todos los niveles de la práctica arqueológica: individual, relacional, organizacional, comunitario y social.