La fobia social se reconoce cada vez más corno un trastorno mental común y causa de deficiencias sociales. Sin embargo, se dispone de pocos datos con respecto a las deficiencias y discapacidades generales y específicas a la enfermedad asociadas con la fobia social. Además, la mayoría de los estudios no han controlado los efectos de confusión de las condiciones comórbidas. Este estudio investiga: (a) la calidad genérica de vida, (b) la productividad laboral y (c) diversas deficiencias sociales específicas al trastorno en casos actuales con fobia social pura (n = 65), comórbida (n = 51) y subumbral (n = 34) del DSM-IV, en comparación con controles sin fobia social (sujetos con historia de infecciones por herpes). Los casos de fobia social comunicaron una duración media de la enfermedad de 22,9 años, con comienzo en la infancia o la adolescencia. La calidad actual de vida, evaluada por la SF-36, estaba significativamente reducida en todos los grupos de fobia social, particularmente en las escalas que miden la vitalidad, la salud general, la salud mental, las limitaciones de rol debidas a la salud emocional y el funcionamiento social. Los casos comórbidos revelaron reducciones más graves que los casos con fobia social pura y subumbral. Los resultados de la Escala de autoevaluación de la deficiencia de Liebowitz indicaron que: (a) la fobia social afecta a la mayor parte de las áreas de la vida, pero en particular a la educación, la carrera y las relaciones amorosas; (b) la presencia de condiciones comórbidas pasadas y actuales aumenta la frecuencia de las deficiencias específicas a la enfermedad, y (c) la fobia social subumbral reveló deficiencias globales ligeramente más bajas que las que se daban en los pacientes con fobia social comórbida. La productividad laboral durante la semana anterior de los pacientes con fobia social estaba significativamente disminuida, como indicaron: (a) una tasa tres veces más alta de casos en desempleo, (b) tasas elevadas de horas de trabajo perdidas debido a problemas de fobia social y (c) un rendimiento laboral reducido. En conjunto, estos resultados subrayan que la fobia social, sea comórbida, subumbral o pura, era una condición persistente y causa de deficiencias en nuestra muestra de adultos, que se traducía en un sufrimiento subjetivo considerable y tenía un efecto negativo en el rendimiento laboral y las relaciones sociales. Las discapacidades y deficiencias actuales eran normalmente menos pronunciadas que en el pasado, debido presumiblemente a conductas adaptativas en el estilo de vida de las personas que respondieron a las pruebas. Los datos confirmaron también que el sistema de salud mental reconoce mal la fobia social y la trata con poca frecuencia.